Capítulo 33.
Baby shower.— ¿Por qué tardas tanto, Malia?
Malia bufo e ignoró los gritos de su mejor amiga apresurandola. No encontraba algún suéter limpio y se negaba a ponerse la campera de James la cual, inconscientemente, se llevó de regreso la semana pasada a casa de Nique y ahora reposaba en su maleta.
Abrió el armario de su mejor amiga rápidamente, ese día en particular hacía frío y si salía sin algún suéter iba a congelarse. Pasó todos los suéteres rosas, morados, y de colores llamativos y festejó internamente cuando encontró una sudadera azul marino, se apresuró en colocarselo y salió del cuarto corriendo camino a las escaleras, donde casi choca con Louis el cual subía a buscarla.
— Puedes tardarte un poco más, si quieres — dijo el rubio, con sarcasmo. Malia puso los ojos en blanco.
— Ya estoy lista, mueve tu trasero escaleras abajo.
Ambos chicos bajaron las escaleras en silencio. Ambos decidieron olvidar el incoveniente que tuvieron con James, y como dos personas maduras y conscientes de sus actos no se trataron de una forma distinta. Louis era una de las pocas personas que le caía bien a Malia, era parte de aquella diminuta lista, no dejó que lo sucedido afectara su amistad y ambos decidieron seguir como si nada.
En cuanto entraron a la sala Fleur, Bill y Dominique se voltearon y los observaron.
— ¡Al fin! — gritó Dominique, aliviada —. Pensé que te habías muerto, Malia.
— Eres una exagerada, Dominique.
— No lo soy... hey, ¿es mi sudadera? — preguntó, observó a Malia con los ojos entrecerrados, queriendo encontrarle parecido con la que tenía.
— Sí, es tuya.
— ¡Lo sabía!
— Bueno, chicas, ya hablarán allá — dijo Bill Weasley —. Malia, ¿Quieres ir primero?
— Claro.
La rubia se acercó a la chimenea, agarró un puñado de polvos flu que había en un recipiente arriba de esta, y se apresuró a meterse.
— ¡A La Madriguera! — gritó claramente. Soltó los polvos y fue envuelta en las típicas llamas verdes. Unos segundos después fue aventada brutalmente al suelo de La Madriguera.
— Malditas chimeneas, tengo que aprender a aparecerme.
Se levantó del suelo al tiempo que sacudía sus ropas y observaba como Nique, Louis y sus padres eran esculpidos por la chimenea al suelo. Esperó a Dominique y ambas salieron de aquella casa que tanto le gustaba a la Malfoy.
En el jardín había una grande y alta carpa, había varias mesas redondas las cuales tenían manteles blancos y adornos de diferentes tipos de flores en el centro. Globos blancos y rosas adornaban todo el lugar, mareando rápidamente a Malia; odiaba el rosa. En el centro de todas las mesas había varias cajas de regalos, seguramente con cosas para la nueva integrante de la familia.
Más allá de todo, había varias mesas rectangulares con letreros colgados, cada uno tenía escrito el nombre de un juego. Los juegos típicos que se hacían en un baby shower.
Malia no sabía con exactitud qué era y Hermione Granger tuvo que repetirselo cerca de cuatro veces, y todavía tenía varias dudas. Se trataba de un evento muggle que ella misma había integrado a las tradiciones de la familia.
James se acercó a ambas chicas sonrientes, pero en cuanto Dominique lo divisó desapareció completamente de la vista de ambos. Malia puso los ojos en blanco y James rió, divertido. En cuanto se acercó a Malia se inclinó para darle un dulce beso en la mejilla.
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Juntos por el destino » James Potter.
FanfictionEl destino es incierto pero, sin embargo, este ya está escrito. No podemos escapar de el ni mucho menos evitarlo, tarde o temprano las cosas que están hechas para ti llegarán a ti. Malia Malfoy y James S. Potter nunca se cayeron bien, años de proble...