Capítulo 36
Una escandalosa mañana.Cuando Malia entró al Gran Comedor pudo diferenciar a Brooklyn y Stella sentadas en la mesa de Slytherin, ambas chicas llevaron la vista a Malia y le sonrieron. Sin embargo, ella las ignoró y dejó que James la guiara a la mesa de los leones.
Por primera vez en la historia de Hogwarts Malia Malfoy se sentaba en la mesa de Gryffindor, sabía que sus amigas la miraban con confusión al igual que todos los presentes y eso la hacía sentirse débil.
Después de haber irrumpido en el cuarto de James una hora atrás lo había esperado a que se pusiera su uniforme y ambos se dirigieron a la Torre de Astronomía. Malia le contó todo acerca del sueño, desde la indicación que le había dado la sombra hasta el dolor que le causó.
— Pero... ¿Qué crees que te haya hecho? — le había preguntado James.
— No sé, yo — Malia suspiró y llevó la vista a su novio —... creo que fue un crucio.
— ¿Un crucio? — James llevó la vista a su alrededor, asegurándose que no había algún chismoso escuchando su conversación — ¿Estás segura, Lia? Un crucio es algo... es una maldición imperdonable. Podría ir a Azkaban por eso.
– No le veo otra alternativa. Verás, esta persona debe ser alguien que no tema usar maldiciones imperdonables y claramente que no tema ir a Azkaban, pero yo... no conozco a nadie capaz de eso.
— Averiguaremos quién es, Malia. Lo prometo.
Malia pudo sentir las miradas de todo el mundo en ella cuando se sentó en la mesa de los leones, alejada de su familia y amigos. Una niña de primer grado que se encontraba frente a ella la observaba con atención.
— ¿Qué ves, niña? ¿Se te perdió algo? — La pequeña negó rápidamente con la cabeza para después meter su cara en su desayuno.
Malia suspiró y empezó a servirse unos panqueques con miel en su plato.
— ¿Sabes? Podríamos hacer el ensayo de Pociones en la tarde, será más práctico si lo hacemos los dos — le dijo James, mientras cortaba un pedazo de su panqueque y lo metía a la boca.
— Sí, suena bien.
— Y también podríamos practicar...
— ¿Lia?
Ambos chicos llevaron la vista a la dueña de aquella voz; una chica pelirroja con unas leves ondas estaba parada justo detrás de Malia, una bufanda dorada y escarlata adornaba su cuello haciendo resaltar más su color de cabello.
— ¿Estás bien? Además que te has sentado en la mesa de mi casa has pasado de mí, te saludé al pasar y me has ignorado por completo, ¿anda algo mal? ¿Pasó algo?
— No, solamente ando con prisa — agarró el gran bocado de panqueque quedaba en su plato y lo introdujo en su boca. Se levantó de su asiento, se hizo de su mochila y caminó en dirección a su primera clase del día.
Dominique llevó la vista a James, confusa.
— ¿Qué le pasa? — le preguntó a su primo.
— Se le han juntado unos trabajos y anda algo estresada, es todo — y dicho eso repitió la misma acción que su novia y la siguió fuera de las miradas de todos.
Dominique llevó la vista al otro lado del comedor, justamente a la mesa de las serpientes. Stella tenía el ceño fruncido y miraba las grandes puertas del Gran Comedor por las que Malia había salido un segundo atrás, Brooklyn en cambio miraba detenidamente a Dominique, como si quisiera averiguar que había pasado pero, al no tener ninguna respuesta segura, se encogió de hombros e hizo una pequeña mueca haciéndole saber a Dominique que no sabía lo que pasaba con su amiga.
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Juntos por el destino » James Potter.
FanfictionEl destino es incierto pero, sin embargo, este ya está escrito. No podemos escapar de el ni mucho menos evitarlo, tarde o temprano las cosas que están hechas para ti llegarán a ti. Malia Malfoy y James S. Potter nunca se cayeron bien, años de proble...