Juntos por el destino » James Potter.

Treinta y uno || Una noche más estrellada.

Capítulo 31
Una noche más estrellada.

El día viernes se acercaba antes de lo que Malia Malfoy quisiera. Era jueves por la noche y la rubia no dejaba de dar vueltas de un lado a otro en la habitación de Dominique, la cual la veía aburrida.

– Me estás dando dolor de cabeza.

– Tomate alguna pastilla.

– Vamos, Malia. Para ya, mis tíos son maravillosas personas.

– Tus tíos no son el problema, ¿acaso olvidas quiénes están en esa casa?

– No lo olvido, y tengo que recordarte que tus dos hermanos están ahí. No va a ser insoportable tu día.

– No estoy en buenas condiciones con Potter.

– Tú nunca estás en buenas condiciones con James.

– Esta vez es diferente, ¡Se enojó tanto el otro día y ni siquiera sé por qué! – Dominique puso los ojos en blanco y suspiró, Malia era alguien extremadamente lista y astuta que le sorprendía tanto que aún no hubiera descubierto los sentimientos de su primo hacia ella.

– ¿En qué te afecta, Lia? Nunca lo hizo.

– Tienes razón, pero esta vez fue diferente. Él estuvo raro, no fue una pelea como las otras... ¡Además! Yo debería ser la enojada.

– ¿Por qué evitó que te besaras con mi hermano? – Malia la volteo a ver mal –. De hecho, no me has contado cómo fue qué pasó eso.

– Si no te he contado es porque en realidad no pasó nada.

– No te gusta mi hermano – afirmó.

– Es agradable – dijo Malia, encogiéndose de hombros.

– Pero no serías su novia.

– Yo no tengo novios.

– Pues Louis sí tiene novias, Lia. Mira, no me molesta que salgas con él, al contrario, pero no deja de ser mi hermano y si no quieres nada serio con él, mejor dejalo ahí.

– No te preocupes, Nique. Tú hermano no tendrá el corazón roto por mí.

– Bien.

Al día siguiente Malia se rehusó a levantarse de la cama, pero Dominique no iba a permitir que eso pasara, ¿Desde cuándo Malia actuaba así de inmadura? La levantó a la fuerza y la obligó a meterse al baño y que se diera una ducha.

Louis observó a su hermana salir del cuarto de baño, agotada.

– ¿No quiere ir?

– No, y es un caso, ¡está actuando como si tuviera cinco años!

– No quiere ver a James, ¿verdad? – Dominique miró a su hermano con tristeza.

– Mira, Lou. No sé qué sientes por Malia y lamento que...

– No te molestes, Niqui, es sólo una pequeña y tonta atracción.