Juntos por el destino » James Potter.

Veintiocho || Hola, verano.

Capítulo 28
Hola, verano.

El ambiente en el castillo era diferente a los otros días, todos estaban unidos en el gran comedor tomando su desayuno, en los cuartos los baúles y las jaulas de los animales estaban acomodadas en las recamaras, las cuales algunas era la primera vez en todo el año que al fin se veían limpias.

El tren con destino a Londres partía dentro de unas pocas horas, otro año más había acabado y las vacaciones se asomaban con una gran sonrisa, aunque no para todos. Algunos lloraban porque ya no volverían el otro año, y otros se quedaban paralizados viendo como la vida pasó frente a sus ojos y estaban a nada de empezar su último año en Hogwarts. Entre ellos estaba James Potter, que no dejaba de remover el desayuno con el tenedor.

– Para – dijo Alina, agarrandole la mano y mirándolo con cansancio –. Que no te vas a morir, sólo vamos de vacaciones, deberías estar feliz.

– No entiendes, el año que viene será mi último en Hogwarts, se me han pasado los años tan rápido que me siento como si fuera ayer cuando el sombrero seleccionador me mandó a Gryffindor.

– Tienes razón, no entiendo. Pero sí creo que estás exagerando un poquito...

– Además – susurró, acercandose a ella sólo para que fuera la única que escuchara sus palabras –. No veré a Malia en todo el verano.

Alina sonrió, pero lo volteó a ver confundida.

– ¿No sabes?

– ¿Qué?

– Malia pasará el verano con Nique.

Desde que Alina le dijo eso no hubo persona que borrará su sonrisa, hasta terminó su desayuno rápido y corrió para terminar de hacer su baúl, como siempre a última hora.

Cuando llegó la hora de partir a Hogsmade James fue el primero por salir por el retrato de la Señora Gorda, la cual no perdió oportunidad para decir "¿Por qué las prisas? ¡Estos niños de ahora!".

McGonagall alzó la ceja ceñuda cuando James se paró con su baúl frente a ella, sonriendole con ganas.

– ¡Potter! Que rara sorpresa, eres el primero...

– Ya ve, Minnie, ansío por ver a mi familia.

– Bueno, siquiera esta vez no te dejará el tren de nuevo... – dijo, mientras se alejaba de él y observaba como los alumnos iban llegando poco a poco con su equipaje.

En quinto año, James había tardado más de lo usual y el tren se fue sin él. Fue un revuelo ya que hizo que el tren regresara por él y todos llegaron una hora más tarde a la estación de King's Cross.

Todos querían matarlo.

Observó a unos metros de distancia de él a una pelirroja que rebuscaba algo en su baúl, supo que si Brooke estaba ahí, Malia no debía de estar demasiado lejos.

Y así fue, a solo unos pasos de su amiga ahí estaba ella, moviendo la varita por el aire mientras sacaba un brillito plateado, se entretuvo haciendo diferente figuras mientras ignoraba olimpicamente a Chad Clarton, un chico de su edad de la misma casa de Malia. James sonrió ampliamente al ver el brazalete colgar de su muñeca con la cual sostenía su varita.

– ¡Bueno, chicos! Vayan avanzando a los carruajes que los llevarán directo a la estación de Hogsmade. ¡No tarden demasiado que este año el tren no regresará si alguien se queda!

Algunos rieron y arrastraron sus baúles hacia los carruajes. Malia se levantó de un salto y caminó dejando a Chad atrás.

– ¡Entonces qué, Malia! ¿Nos vemos este verano? – le gritó, aún parado en el mismo lugar.