Catorce || Abuelos y poderes

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Capítulo 14.
Abuelos y poderes.


La mansión de los Malfoy no había cambiado mucho a lo largo de los años, tal vez lo único diferente era que ahora vivían más personas ahí y que algunos muebles eran más modernos y nuevos que otros. Era tan grande que cualquiera que no conociera ese lugar podría perderse sin problema alguno, pero para Malia que había crecido y vivido toda su vida ahí le era fácil dirigirse a donde quisiera sin tener que perderse.

Sus abuelos los esperaban contentos de tenerlos nuevamente en casa, aunque solo fuera por un tiempo limitado, los elfos domésticos que se habían cargo de la cocina habían cocinado la comida favorita de Scorpius y Alina, y el postre favorito de Malia. Siempre que estaban con ellos se aseguraban de consentirlos lo más que podían, Draco es el único hijo de Narcissa y Lucius Malfoy y por lo tanto esos tres chicos serían sus únicos nietos, ademas que la vida es corta y uno nunca sabe cuando terminará, ni cuando será la última vez que veas a alguien, la última vez que le hables, que puedas abrazar a esa persona y que puedas decirle cuanto lo quieres y agredeces que sea parte de tu vida. En un abrir y cerrar de ojos las cosas pueden cambiar, y por esa razón había que vivir cada día de tu vida como si fuera el último.

Scorpius y Alina siempre fueron demasiado cercanos a sus abuelos y solían pasar mucho tiempo con ellos pero, extrañamente, Malia era la que mejor relación tenía con ambos. Claro que Lucius y Narcissa los querían por igual pero la relación que tenían con la mayor de sus nietos era realmente íntima. Malia los amaba más que a muchas personas y sus abuelos eran su perfecta definición de personas fuertes.

Malia había sido molestada a lo largo de los años por personas que le recriminaban por tener una familia de mortifagos que no está en Azkaban pudriéndose como debería, ha sido señalada deliberadamente por la calle y ha vivido esos tratos más que sus hermanos. Tal vez esa era una de las razones por la cual Malia era de esa forma, tuvo que hacerse fuerte desde temprana edad y aceptar las criticas de las personas hacia ella y su familia, tuvo que aprender a defenderse por si misma y a pasar por alto los comentarios y opiniones de los demas. Los comentarios disminuyeron cuando Scorpius tenía cerca de tres años, y cuando Alina cumplió los cuatro cesaron completamente, así que ellos no vivieron nunca lo que Malia vivió. Draco se encargó de limpiar el apellido Malfoy y Malia se ganó el respeto de aquellas personas que antes la señalaban, fueran personas de su edad, menores o mayores. Salieron adelante e hicieron su familia tan fuerte y respetuosa como lo era años atrás, antes del regreso de Lord Voldemort.

La mayor de los hermanos Malfoy se encontraba en esos momentos con su abuela en la habitación de sus abuelos. Lucius hablaba con Scorpius y Alina en el salón mientras que Narcissa tenía una platica de abuela a nieta con Malia. Le estaba enseñando unos maquillajes que se había comprado recientemente y que también le había comprado a Malia aunque supiera que ésta no era muy fan de los cosméticos.

– Es genial, abuela. Pero sabes que yo no uso maquillaje y lo único que llego usar una que otra vez es rímel o delineador.

– Lo sé, pero guardalo para situaciones importantes en las que tengas que presentarte, como una Malfoy sabes que esas situaciones pasan continuamente.

– Está bien, las guardaré – dijo y le sonrió –. Gracias, abuela.

– No hay nada que agradecer, cariño.

Se acercó hacia su nieta y se recostó en la cabecera de su cama king size justo a un lado de ella.

– Pero bueno, ya hablaremos de maquillaje y fiestas luego, a mí me interesa saber de ti, ¿Cómo te ha ido? ¿Qué ha sido de tu vida? ¿Qué tal la escuela? ¿Al fin maduraste y encontraste algún chico guapo? – Malia rió haciendo que su abuela sonriera con ternura.

Juntos por el destino » James Potter. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora