Previamente:
La vida del otro era completamente diferente a la que ellos vivían, ¿iban a poder sobrevivir hasta arreglar su condición?
—Marinette, apúrate sino o se te va a hacer más tarde y tu cabello no se secará.— le gritó a la lejanía Sabine a su hija. Los minutos transcurrían, y el interno muchacho no se atrevía ni amoverse.
La Kwami observaba a la dama al mismo tiempo de flotar a su lado. Ambas trataban de solucionar su pequeño inconveniente del baño sin invadir de más la privacidad de la verdadera azabache.
—¡Y-ya voy!— después de unos cuentos segundos, terminó contestando la de ojos color azul tratando de esconder su nerviosismo.
De nuevo, el silencio abarcó la espaciosa sala, hasta que la carmesí empezó su habla.
—Pues... Te podría ayudar un poco a bañar el cuerpo de Marinette... Aunque te tendrás que hacer cargo de una que otra cosa.— advirtió el ser mágico.
Al no tener ninguna otra opción de la cual elegir, la joven aceptó el trato.
—Primero, tendrás que quitarte la ropa para ponerte la bata e ir al baño. Eso es algo que ella siempre hace y sería extraño que ahora no.—hizo una pequeña pausa.—Y... También tendrás que tomar ropa limpia.— explicó Tikki, para después soltar una risita de nervios.
—D-de acuerdo...— fue lo único que exteriorizó el interno Adrien mientras sentía que sus mejillas se volvían escarlata.
Lentamente, tomó la negra chaqueta de los costados y fue deslizándola hacia atrás, para que dentro de pocos segundos, ésta se retirara del cuerpo de la azabache. La dama se visualizó en un espejo que tenía cerca de ella; le resultaba extraño al interno Agreste observar sin chaqueta al cuerpo de la Cheng.
—Si te quedas viendo así sólo por no traer la chaqueta, no me quiero imaginar que pasará más adelante.— dijo algo divertida la carmesí para después soltar su respiración algo resignada.
—L-lo lamento.— las mejillas de la estudiante se tornaron aún más rojizas al pensar que tendría que profanar la vestimenta que portaba en ese momento.
Pasó saliva con dificultad y tomó aire pesadamente. Se retiró los zapatos y las bandas que sujetan a sus coletas. Sin dejar de observar el espejo y a su suelta cabellera, tomó la blanca blusa de estampado floral por debajo; se armó de valor y la empezó a subir, sintió como un escalofrío recorría su espalda hasta que la retiró por completo.
La azabache cerró los ojos rápidamente, para después aventar a cualquier lado la prenda. La esencia del rubio tenía curiosidad de observar su reflejo; abrió lenta y únicamente el ojo izquierdo, para visualizar en el espejo a una chica completamente sonrojada, la cual portaba un sencillo sujetador color azul marino que hacia juego con su cabello.
—Vamos, vamos. Menos miradas y más acción que si no te apuras, mamá vendrá por ti.— advirtió la pequeña criatura magia.
Decidida, la chica sujetó el botón del pantalón rosado que llevaba puesto para desabrocharlo rápidamente. Con gran facilidad, se retiró la prenda inferior y se dio vuelta para no observarse ante el espejo.
—¿¡Dónde está la bata, Tikki!?— cuestionó a modo de grito la chica, mientras sentía que su sonrojo aumentaba aun más de lo que ya se encontraba. La Dupain-Cheng mantenía sus brazos alrededor de su cuerpo a modo de abrazo.
—Está en el cajón de hasta abajo del mueble rosa.— comentó divertida la Kwami sin moverse del lugar en el que se encontraba.
Cual rayo, Marinette corrió hacia el lugar indicado; abrió la puerta y tomó la prenda para colocarla de inmediato al rededor de su cuerpo. Cuando la ató, una sensación de tranquilidad inundó al Adrien original, por lo que mostró una sonrisa algo graciosa.
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[ML] Atrapados en otro cuerpo.
Fanfiction•• Miraculous Ladybug •• ¿Quién iba a pensar que aquel Akuma les causaría tantos problemas a los héroes de la romántica París? Hasta que no derroten a aquella chica corrompida, ambos tendrán que vivir su día a día un poco diferente. Intercambiados. ...