Previamente:
El interno chico contestó con una afirmación, apagó el teléfono y se envolvió en las sábanas, disfrutando el suave aroma de la dama.
El modelo observaba cómo el Kwami negruzco comía con gran alegría su preciado queso. Se sentó en una silla cercana para luego respirar hondo.
—Vamos chiquilla, anímate un poco y come de éste rico queso.— propuso Plagg al ver el estado de ánimo de la interna dama. De inmediato, el ser mágico llevó un pedazo de Camembert, del cual comía en ese momento; lo acercó a la cara del joven en espera de que éste lo ingiriera.
—Aleja ese fétido olor de mi, Plagg.— dijo sin ganas el muchacho.
—Vaya, si que te pareces a él.— comentó el pequeño felino para luego comer aquel pedazo de lácteo de una sola mordida. Se produjo un pequeño silencio , hasta que el mágico ser empezó a hablar. —Hablando de Adrien... Vi las imágenes que tenias de él en tu habitación.
Un sonrojo se apoderó de las mejillas del Agreste; abrió un poco más los ojos y pasó con dificultad saliva.
—Y... ¿T-tú crees que él las h-haya visto?— con cierto temor, preguntó el de cabellos rubios.
—Lo dudo. Cuando se trata de cosas por ese estilo, él actúa nervioso, justo como tú lo haces.— mencionó como si se tratara de algo obvio el Kwami.
Inconscientemente, el de ojos esmeralda sonrió un poco, mientras se levantaba de su asiento y se dirigía al gran ventanal que existía en su habitación.
—En serio, no entiendo a los humanos y sus problemas con el amor. ¿Por qué simplemente no aman al queso y se olvidan de tantas complicaciones?
Adrien rió un poco. Era la primera vez que escuchaba a alguien preferir el queso que a una persona. «Supongo que tiene lógica, es un gato al fin de cuentas».
—Creo que ya es hora de que te vayas a bañar, ¿no? Al fin y al cabo, este es tu cuerpo ahora.— con ese comentario, el felino sacó de sus pensamientos a su contrario. Después de escuchar la propuesta de Plagg, el color escarlata en el joven se intensificó.
—Yo n-no puedo hacer e-eso, Plagg... Eso significaría q-que tendría que quitarme la ropa y...— el muchacho vacilaba respecto al tema, realmente no quería hacerlo.
—Vamos niña. No hagas más complicadas las cosas y métete al baño; si quieres, te ayudo con eso.— dijo gentilmente el ser negro. —No sin antes prometerme algo.
—¿D-de qué se trata?— sin confianza preguntó el rubio.
—Digamos que por ciertos motivos perdí una apuesta. Necesito 10 de tus mejores galletas.— sin inconveniente soltó el de apariencia gatuna. Éste se cruzó de brazos esperando la respuesta de su contrario, hecho que le pareció muy lindo a la interna muchacha.
—¿Qué apostaste con Tikki?— cuestionó con curiosidad el joven, para colocarse en la misma posición que el Kwami. Una sonrisa chistosa se postró en los labios del modelo.
—Nada de importante, el asunto es que perdí.
—De acuerdo... Con tal de que no hagas esto más difícil, aceptaré.— comentó algo resignado Adrien, mientras se aproximaba a la puerta del baño. Justo antes de abrirla, un sentir miento de nerviosismo albergó su cuerpo entero.
Se recargó sobre la pared más cercana, para dejar escapar un suspiro. Sus mejillas enrojecían más y su corazón no se podía mantener tranquilo.
—Creo que mejor m-me quedo así... ¡N-no puedo hacerlo!— escupió el de chaqueta blanca. La esencia de Marinette no podía imaginarse tallando el cuerpo de su amado, mientras que éste estaba en su casa viviendo su vida.
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[ML] Atrapados en otro cuerpo.
Fanfiction•• Miraculous Ladybug •• ¿Quién iba a pensar que aquel Akuma les causaría tantos problemas a los héroes de la romántica París? Hasta que no derroten a aquella chica corrompida, ambos tendrán que vivir su día a día un poco diferente. Intercambiados. ...