10. Apuesta acompañada de spaghetti.

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Previamente:

—Confía en mi.— dijo la muchacha para después guiñarle el ojo al joven y brindarle una sonrisa.


El chico recuperó un poco más de confianza, a lo cual se limitó a sonreír honestamente. Ambos avanzaron hasta una plataforma, en donde las cámaras y luces apuntaban directamente.

—Vamos chicos, no tenemos todo el día.— indicó el fotógrafo. —Señor Adrien, necesito que tome a la muchacha de la muñeca izquierda; si quiere, recárguese en la pared. Necesito crear un ambiente romántico.

Con gran torpeza, Adrien hizo lo mandado. Sujetó ligeramente la muñeca de su contraria para después juntarse un poco; sus miradas se encontraron, haciendo que un sonrojo apareciera en ambos.

«Tranquilízate Adrien. Si tú no te concentras, tu Princesa se pondrá nerviosa» se daba ánimos internos el verdadero rubio.

—Vamos, no te tenses tanto Adrien.— le comentó la chica al nervioso modelo.

Mientras tanto, el hombre de playera blanca enfocaba cuidadosamente la cámara que usaría en esos momentos; mediante ella observaba el alto nerviosismo del Agreste y la gran tranquilidad de la Cheng.

—Joven Adrien, ¿qué le sucede?— preguntó extrañado el adulto. —Es como si la señorita y usted hubieran cambiado de cuerpo. Ella se ve de lo más tranquila y usted no.— a modo de broma, dijo el hombre.

El de ojos verdes rió nervioso. Aquel hombre había dado justo en el clavo.

—Necesito un delicioso spaghetti, así que prepárenlo para mi.— Los jóvenes regresaron a la posición en la que se encontraban, por más que lo intentaba, la interna Marinette no se podía tranquilizar: era la primera vez que modelaba profesionalmente y la cercanía con su propio cuerpo la incomodaba.

—Marinette.— dijo en voz baja la de cabello recogido. —Trata de actuar natural, así no te darán tantos nervios.

—Aunque digas eso, no lo puedo evitar. Además, nunca haría esto de manera "natural".— igual de bajo pero exaltado, contestó el de cabellos oro. Su contraria se quedó pensando un par de segundos. ¿Qué iba a hacer para calmar a su querida chica?

«Lo tengo.»

My Lady, te apuesto un beso a que yo soy mucho mejor modelo que tú.— aquel tono coqueto y divertido de Chat Noir llegó a los oídos del joven, solo que esta vez, era una voz más aguda proveniente de la misma dama.

De inmediato, el semblante lleno de desconfianza del Agreste fue cambiado por uno decidido y contento. Justo en el blanco.

—No lo creo gatito y por eso acepto.— soltó la voz masculina. Una imagen cargada de realismo, amor y sensualidad apareció en el lente de la cámara fotográfica.

—¡Excelente! No se muevan.— dictó el hombre obsesionado con la pasta. Debido a la "pequeña competición" que se efectuaba entre los héroes de París, no escucharon la indicación de su instructor. No fue sino hasta ver el primer flash que provenía de la cámara que los adolescentes se dieron cuenta de que la primer fotografía se había efectuado.

—Ahora, necesito que la señorita...

—Marinette, me llamo Marinette.— le dijo la que portaba joyería Gabriel.

—Gracias. Señorita Marinette, coloque ambos brazos alrededor del cuello del joven Adrien y déme una mirada coqueta.

De inmediato, la mencionada hizo lo que se le ordenó. Inconscientemente, el rubio volvió a ponerse un poco nervioso. Antes de que el asunto empeorara, la de negro se aproximó lentamente al oído de su contrario. Un flash se hizo presente.

[ML] Atrapados en otro cuerpo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora