Atrévete a soñar.

PRÓLOGO.

Hola, mi nombre es Jade, tengo 18 años y mi vida es un continuo fracaso.

Desde los 7 años estudio en una academia de baile, bailo hip-hop, y el baile era toda mi vida, mi meta era llegar a bailar de manera profesional y labrar así mi futuro, haciendo algo que realmente me gusta, bailar. Pero no todo fue tan bonito como lo imaginé...

Dos días después de cumplir mis 17 años, me dirigía hacia la casa de mi mejor amiga, Laura, iba a cruzar una carretera, pero iba tan despistada cantando con mis auriculares puestos que crucé sin mirar y un coche me atropelló. Me desperté en la camilla de un hospital y el doctor me dijo que había tenido mucha suerte, solo tenía un par de rasguños y una pierna rota, mi madre suspiró de alivio al oir eso, pero a mi me cayó como un balde de agua fría. Lo primero que hice fue preguntarle al doctor si iba a poder seguir bailando, su respuesta fue inmediata:

-Tendrás que esperar a que se recupere tu pierna y después hacer rehabilitación, si cuando tu rehabilitación termine, tu pierna vuelve a ser como antes y no tan frágil como ahora podrás retomar tus estudios de baile pero necesitarás de mucho esfuerzo para que eso ocurra.

Y bien, aquí estoy, un año más tarde, dejé la rehabilitación a medias porque tenía claro que no podría volver a bailar y me matriculé en el bachillerato de ciencias sociales para después estudiar la carrera de derecho, no quiero eso para mi futuro,¿pero que más da?, lo único que yo quería para mi futuro era el baile, y eso no va a volver jamás. Ahora soy una chica de las que estudia por obligación y no porque le gusta lo que hace y no soy feliz, lo único que tengo es a mis dos amigos, Laura y Tayler, que están conmigo apoyándome. Y mis padres, bueno... Son felices de que estudie derecho ya que no querían que fuese bailarina profesional, solo querían que eso fuese para mi una afición.

Así que, dejé mi sueño en el pasado y me convencí a mi misma de que los sueños no se hacen realidad y que la vida es mucho más difícil que un simple sueño.