Capítulo 22

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THOMAS

Desde lo que pasó con los padres de Jade, habían pasado ya cuatro días, los dos estábamos viviendo en el piso que yo tenía alquilado y que había dejado cerrado mientras trabajaba en su casa como "niñero". Mi piso era amplio, ni la mitad que la casa donde ella vivía hasta hace poco, pero lo suficiente para vivir los dos sin problemas. Jade estaba muy mal con el tema de sus padres, no quería salir de casa, no contestaba las llamadas de sus amigos ni tampoco quería quedar con ellos, comía a penas y solo porque la mayoría de las veces yo la obligaba y su preciosa sonrisa, esa que había conseguido que recuperara cuando nos conocimos, había vuelto a desaparecer.

Necesitaba que Jade se olvidara un poco de todo lo que estaba pasando, así que decidí que como mi hermana vendría a pasar unos días con nosotros cuando volviéramos de nuestras vacaciones, ya era hora de que se viniera y así con ella en casa, Jade estaría más animada. Yo ya había vuelto a mi trabajo en el Starbucks del centro todas las tardes así que ella tendría que cuidar de mi hermana mientras yo estuviera trabajando.

Iba de camino a casa de mi padre con el coche para recoger a mi hermana y llevarla a casa, era sábado y mi padre no estaría en la oficina pero evitaría hablar con él. De camino a casa de mi padre pasé por la que era la casa de mi novia hasta hace poco y vi que en el jardín de la parte de delante de la casa había un cartel de "se vende", abrí mi boca sorprendido y enfadado, ese cartel solo me hacía pensar una cosa: a los padres de Jade les importaba una mierda su hija, ya sabían que estaba viviendo conmigo y eso era suficiente para vender su casa y largarse y no saber nada más sobre ella...

Ya había recogido a mi pequeña princesita que traía una maleta más grande que ella con todas sus cosas para pasar una semana en mi casa. Llegué a mi piso y subí con mi hermana detrás de mi, cuando abrí la puerta no vi a Jade por ninguna parte y empecé a llamarla a gritos, entonces ella salió del baño envuelta en una diminuta toalla y toda mojada, ¿quería volverme loco? Estaba tan sexy... Moví mi cabeza hacia los lados para dejar de pensar en todas las cosas sucias que mi mente estaba planeando al verla así y dejé que mi hermana pasara para que Jade la viera.

-Hola Jade -dijo mi hermana corriendo hacia ella mientras la abrazaba. La cara de Jade era pura felicidad al verla, por fin después de cuatro días volvía a verla sonreír, en seguida se agachó y cogió a mi hermana en brazos mientras le daba un montón de pequeños besitos en su cara y mi hermana reía divertida.

-Hola cariño, ¿como estás? -le preguntó Jade mirándola con ternura mientras yo las miraba y se me caía la baba al verlas.

-Muy bien, estoy muy contenta por pasar una semana con vosotros -dijo mi hermana mirándome aún en los brazos de Jade.

Pasamos un día genial, Alba se lo estaba pasando muy bien, fuimos al parque con ella y al llegar a casa se puso a jugar con Jade en nuestra habitación, yo mientras bajé a preparar la cena y cuando subí para avisarlas de que la cena estaba lista empecé a reirme a carcajadas casi sin poder respirar y llorando. Jade estaba sentada en el suelo con las piernas como si fuera un idio mientras mi hermana la maquillaba, parecía realmente un pallaso, sus dos mejillas rojas como un tomate, la sombra de los ojos le llegaba hasta las cejas y el pintalabios estaba por casi toda su boca, pare de reir cuando Jade me miró con cara de asesina.

-¿Se puede saber que es lo que te hace tanta gracia? -me dijo seria.

-Lo siento mi niña pero es que pareces un payasito -dije intentando no reirme de nuevo.

-Eso no es verdad, está muy guapa Thomas -dijo mi hermana cruzando sus bracitos.

-Ella siempre está guapa, pero ahora es mejor que te desmaquilles y bajéis a cenar, las pizzas que he hecho están para chuparse los dedos -dije riéndome mientras Jade se levantaba y se iba hacia el baño para quitarse todo el maquillaje y mi hermana agarraba mi brazo para bajar al comedor.

Cenamos entre risas y después lo recogimos todo, Jade se fue a la cama mientras yo acostaba a mi hermana en la habitación que había al lado de la nuestra y que había acomodado para que ella pasara esta semana con nosotros. Cuando volví a mi habitación para acostarme, me encontré a Jade acurrucada y dormida profundamente, sonreí tiernamente mientras la miraba, había pasado toda la tarde jugando con Alba y estaba realmente destrozada, así que con cuidado de no despertarla, me puse el pijama y me metí en la cama mientras la abrazaba acercándola a mi.

LAURA

Nada más volver de las vacaciones nos dieron las llaves del que sería nuestro nuevo piso, ya habíamos trasladado todas nuestras cosas allí, me encantaba esta casa y me encantaba vivir a solas con Tayler.

Jade hacía unos días que no nos contestaba las llamadas, así que un día llamamos  a Thomas para que nos contara qué le pasaba ya que ella no lo hacía; cuando nos enteramos de todo, nos quedamos muy sorprendidos, jamás habría pensado que los padres de Jade fueran a hacerle algo así a su hija, ellos eran muy buenas personas y querían mucho a su hija yo misma lo había visto con mis propios ojos ya que los conocía de toda la vida, pero bueno... La vida a veces es muy injusta y yo iba a esperar un poco para ir a verla, era mi mejor amiga y sabía perfectamente que ahora no era un buen momento para visitarla.

Estaba haciendo la cama en la que dormíamos Tayler y yo y cuando abrí el cajón donde teníamos las sábanas para poner unas limpias, cogí una de color blanco y cuando la saqué del cajón encontré una pequeña caja de terciopelo roja, me quedé parada en el sitio y cogí la caja para ver que era, cuando la abrí vi un precioso anillo de oro blanco y en su interior había grabadas las iniciales "T y L", empecé a llorar sin consuelo mientras miraba aquel anillo y entonces alguien me sacó de mi mundo.

-Cielo, era una sorpresa, ¿por qué has abierto esa caja? -me dijo Tayler mientras me giraba con los ojos rojos y emocionada y me tiraba a sus brazos fundiéndome en ellos mientras seguía llorando.

Atrévete a soñar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora