TAYLER
Salí corriendo detrás de Laura, pero había corrido tan rápido que no sabía donde se había metido, empecé a gritar su nombre pero no recibía ningún tipo de contestación, así que seguía buscándola con la mirada, hasta que la vi. Estaba sentanda bajo un árbol en el parque que hay al lado de mi casa, tenía las piernas encogidas y la cabeza metida entre ellas mientras sollozaba. Me acerqué a ella y me senté a su lado, entonces levantó la cabeza y al verme se sentó encima mía mientras me abrazaba y seguía llorando desconsoladamente. Apreté nuestro abrazo mientras le acariciaba la espalda para que se tranquilizara, al rato me separé un poco de ella para mirarla.
-Cielo, tranquilizate ¿vale?, todo se va a solucionar y lo más importante es que nos tenemos el uno al otro y yo no te voy a dejar sola jamás -le dije mientras secaba las lágrimas de su rostro.
-Lo sé cariño pero... mi padre no lo acepta ¿entiendes? ¿qué voy a hacer? No puedo irme de casa, ¿dónde voy a ir? -me dijo triste mientras agachaba la cabeza.
-Conmigo, vas a venir conmigo, mañana mismo vamos a buscar tu y yo un piso para alquilarlo ¿vale?, ahora tengo un buen trabajo, y me van a pagar bien, además mi jefe es amigo de mi padre, dudo que me eche y más sabiendo la situación que tenemos, así que tranquila, vendrás a vivir conmigo desde ya, pasaremos el verano y tu en septiembre puedes empezar la universidad a distancia para no tener que salir de casa cuando tu barriga sea enorme -le dije con una sonrisa dulce. Ella dejó de llorar y me sonrió, por fin sonreía...
-Te amo -me dijo, y al segundo tenía sus labios pegados a los míos.
THOMAS
Poco después de salir de casa, Jade se quedó durmiendo, ya estábamos llegando a mi casa, donde mi familia y yo pasábamos los veranos cuando era un niño, aparqué el coche en la entrada. Mi casa estaba justo al lado de un pequeño y precioso lago, todo lo de alrrededor era campo, no había otra casa cerca hasta que no pasabas la carretera, esta casa la compró mi madre, a ella le encantaba la tranquilidad y quiso que todo lo que hubiese alrrededor de la casa fuese la tranquilidad de la naturaleza.
Mi casa no era enorme, pero si grande, tenía dos plantas, en la planta de abajo estaba el salón, la cocina y un baño y en el piso de arriba había tres habitaciones grandes, una de ellas con un enorme balcón, un despacho y dos baños más.
Me desabroché el cinturón, paré el coche y abrí la puerta de Jade para despertarla.
-Mi niña, ya hemos llegado, despierta -le dije mientras le desabrochaba el cinturón. Ella abrió poco a poco sus ojos y sonrió al mirarme, entonces salió del coche y se quedó parada mirando la casa. Yo saqué las maletas del coche y las subí a la habitación que tenía el balcón, cuando bajé al comedor, Jade lo estaba mirando todo con curiosidad hasta que me miró a mi y sonrió.
-¿Dónde estamos? Esta casa es preciosa Thomas -dijo mirando a su alrrededor.
-Esta casa es mía mi niña, nunca he querido traer a nadie aquí, pero tú eres mi todo y me gustaba la idea de que pasáramos nuestras vacaciones en la casa donde yo pasaba las mías cuando era niño. Esta casa la compró mi madre y a mi me encanta, y más me encanta que tú estés aquí conmigo -le dije sonrriéndole.
Ella no contestó, simplemente se lanzó a besarme, la cogí de la cintura y le seguí el beso, me besaba con pasión y mucho amor, igual que yo a ella. De repente, metió su mano bajo mi camiseta y comenzó a acariciarme los abdominales mientras yo subía mi mano hacia sus pechos, cuando los toqué, ella soltó un gemido que hizo que la situación en la que nos encontrábamos se pusiera más excitante de lo que ya estaba.
-Mi niña, ¿seguro que quieres seguir? podemos parar si no estás preparada, pero paramos ya porque sino después no se si voy a ser capaz de contenerme -le dije mirándola a los ojos.
-Quiero que sigas, estoy preparada Thomas, te amo y estoy cien por cien segura de esto -me dijo mientras se sonrojaba.
Esa era la respuesta que me faltaba, inmediatamente la cogí en brazos mientras ella enrredaba sus piernas a mi cintura y subí las escaleras con ella en mis brazos para meternos en nuestra habitación. Una vez allí, la dejé en la cama y me tumbé sobre ella, poco a poco fui deshaciéndome de su ropa que ya me estaba molestando al igual que ella de la mía.
Estábamos los dos desnudos, estaba deseando estar dentro de ella, pero antes la miré a los ojos, ella me miró también, estaba nerviosa.
-Tranquila mi niña, te dolerá pero pronto se te pasará, ¿preparada? Tendré todo el cuidado posible -le dije mientras ella me asentía con la cabeza y se relajaba un poco.
Entonces entré dentro de ella mientras soltaba un pequeño gemido, ella clavó sus uñas en mi espalda, supongo que por el dolor que le había causado, una lágrima calló de su mejilla y se la sequé rápidamente, entonces comencé a moverme y pronto sus gemidos llegaron dejando a un lado el dolor y reemplazándolo por placer.
Terminamos los dos casi al mismo tiempo y ella se abrazó a mi. Poco después estaba totalmente dormida y yo no tardé en caer en los brazos de Morfeo con ella a mi lado, estaba tan feliz...
***************
Me desperté y la vi durmiendo a mi lado, solo con su ropa interior puesta y enrrollada en toda la sábana que tenía la cama, yo estaba totalmente destapado ya que ella me había quitado toda la sabana a mí. Sonreí y decidí no despertarla, primero bajaría a hacerle el desayuno para que desayunáramos los dos juntos en el balcón, eso de desayunar en la cama no me gustaba, sonaba muy romántico pero prefería una mesa donde no me tirara la mitad del desayuno encima la verdad.
Bajé a la cocina y preparé tostadas con mantequilla y azúcar, café y zumo de naranja. No teniamos mucha comida, podíamos pasar hoy el día con lo que teníamos en la nevera, pero mañana cogeríamos el coche para ir a comprar.
Terminé de preparar el desayuno y lo puse todo en una bandeja, subí a nuestro cuarto y lo coloqué todo en la pequeña mesita que había en el balcón. Entré de nuevo a la habitación y empecé a darle besos desde la espalda hasta el cuello, al final ella se despertó y sonrió al verme.
-Levántate mi niña, vamos a desayunar en el balcón juntitos -le dije correspondiéndole la sonrisa.
-¿Has preparado el desayuno? Genial porque me muero de hambre amor -me dijo riéndose. Se incorporó en la cama y me besó, el beso empezó a ir a mayores así que tuve que frenar si queríamos desayunar.
-Mi niña, si sigues así posiblemente olvide el desayuno y te desayune a ti -le dije mientras soltaba una carcajada.
-Mmm... suena tentador pero muero de hambre ¿sabes? -me dijo mientras se levantaba de la cama. Ella iba solo en ropa interior y yo en pantalones y sin camiseta, todavía estaba toda nuestra ropa metida en las maletas así que cogió mi camiseta que estaba tirada en el suelo y se la puso, le quedaba justo por debajo del culo y estaba realmente sexy con ella.
Poco después nos salimos al balcón y desayunamos entre risas y besos. Estábamos realmente felices los dos y me encantaba que durante estas vacaciones fuéramos a estar así, ya que al llegar tendríamos que enfrentarnos a algunos problemas que harían que toda esta felicidad desapareciera, pero en este momento era realmente el hombre más feliz del mundo.
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Atrévete a soñar.
RomanceJade es una chica con un sueño por cumplir (bailar), pero cree que los sueños no se pueden hacer realidad y lo deja de lado, no lo intenta por miedo a fracasar o porque simplemente cree que es imposible que pueda conseguirlo. Hasta que llega un chic...