Capítulo 7

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JADE

Era lunes, y estaba en mi última semana de curso, solo me quedaban un par de exámenes, uno era de Historia y era la asignatura que menos me costaba así que lo superaría sin problemas, y el otro era de Inglés, no se me daba del todo mal esa asignatura así que tampoco tenía que matarme a estudiar para conseguir un aprobado. Después de esos exámenes sería libre durante todo un verano.

Desde el día que Thomas me encerró en mi propia casa, las cosas entre nosotros iban muy bien, pasábamos tiempo juntos, salíamos con nuestros amigos y nos besábamos de vez en cuando, aun que no tenía muy claro que éramos, habíamos decidido vivir el momento, no éramos novios formales y eso causaba en mi una sensación inmensa de inseguridad, ya que mis sentimientos hacia él crecían día a día y tenía miedo de que cuando mis padres volvieran y Thomas dejara de vivir en mi casa, se olvidara de mi. Estar con Thomas me ayudaba a no pensar tanto en mis padres, hacía ya casi un mes que se habían ido y todavía no habían llamado para preguntar como me iban las clases o simplemente como estaba y si me iba todo bien, eso hacía que desde hace unos días estuviese bastante decaída y ni siquiera Thomas podía levantarme el ánimo, aunque prefería estar con él antes que estar sola y pensando un sin fin de cosas que no me llevarían a otro sitio que no fuera a una depresión absoluta. ¿Es qué a mis padres no les importaba ni siquiera para preocuparse en saber algo de su hija? Sinceramente nunca pensé que a mis padres les importara tan poco, nunca habíamos tenido una relación muy estrecha, pero tampoco se habían despreocupado de mi nunca.. En fin, es mejor no pensarlo...

Estaba en mi última clase del día, Geografía, y la profesora no había venido así que estaba con mi portátil escuchando música mientras leía un libro en Wattpad que me tenía totalmente enganchada. Cuando sonó el timbre que indicaba la salida, recogí mis cosas y salí de allí junto a Laura y Tayler, que me los había encontrado en el pasillo al salir de mi clase, cuando me los encontré se estaban dando un abrazo demasiado cariñoso para mi gusto pero no quise decirles nada, si entre ellos estaba pasando algo más que una amistad (que yo intuía que si) ya me lo contarían cuando ellos estuviesen preparados. Ya estábamos fuera del instituto, nos despedimos de Tayler que se fue hacia su casa y cuando Laura y yo íbamos a ponernos a caminar hacia mi casa vi a Thomas parado al lado de su coche, era la primera vez que venía a recogerme, pero no estaba solo, justo cuando lo había visto, una chica rubia a la que conocía muy bien se acercó a él contoneando sus caderas todo lo que podía. Era Susan, la capitana del grupo de ciencias que había a mi instituto, esa chica me daba mucho asco, era de las populares del instituto y no había tío al que no se hubiera tirado, además miraba a todo el mundo por encima del hombro porque se creía mejor que todos.

Mientras que yo miraba la escena, ella hablaba animadamente con Thomas, no me hacía ni pizca de gracia esa situación así que dejé a mi amiga Laura aún en la puerta del instituto que se había parado a hablar con una chica de su clase y me dirigí hacia el coche de Thomas donde se encontraban ellos dos. Cuando llegué junto a ellos, Thomas me miró y una enorme sonrisa se formó en su rostro.

-Hola -saludé a Thomas con una sonrisa, y sin que se lo esperara me acerqué más a el y le besé, al principio se sorprendió pero inmediatamente me respondió el beso mientras me abrazaba. Al separarnos Susan nos miraba sorprendida.

-Vaya, yo también me alegro de verte -contestó Thomas sorprendido también por mi reacción pero con una sonrisa torcida.

No le contesté, me dirigí hacia la chica que había con nosotros y la miré con una sonrisa falsa.

-Bueno querida, no se que haces todavía aquí, ¿aún no te has dado cuenta de que sobras? -le dije con maldad. Susan se limitó a mirarme con la cara de asco que siempre tenía pero para mi suerte, no dijo nada y se dio media vuelta largándose igual que había venido. Entonces me giré para mirar a Thomas que tenía una sonrisa en el rostro, todo lo contrario que yo, que le miraba con cara de enfado.

-¿Qué es lo que te parece tan divertido? -le dije enfadada.

-Lo celosa que te has puesto de esa chica -dijo riéndose, ¿encima se reía de mi? Genial, su estupidez sobrepasaba los limites...

-Parecías muy entretenido con ella, te aviso de que se tira a todo lo que se mueve así que ve con cuidado, probablemente le habrás gustado y por eso se ha acercado a ligar contigo -le dije metiéndome en el coche sin esperar una respuesta de su parte.

De camino a casa fuimos en silencio y cuando aparcó el coche frente a la puerta de mi casa cerró los seguros para que no pudiera salir, ¿qué problema tenía este chico con encerrarme en todos los sitios? Creo que debería pensarse seriamente lo de ir a un psicólogo porque esto ya no era nada normal...

-Esa chica se acercó y me invitó a una fiesta que hacía en su casa este fin de semana, se veía perfectamente que lo único que quería era ligar y ni siquiera se su nombre, no me interesa nada ir a esa fiesta así que no voy a ir, la verdad es que estaba deseando que llegaras para deshacerme de ella. Así que no se ni siquiera porque te has enfadado tanto como para no hablarme en todo el camino -me dijo mirándome mientras yo apartaba la vista y miraba por la ventana, la verdad era que él no había hecho nada, pero me había molestado muchísimo que esa zorra hubiera intentado ligar con Thomas, él era mio... ¿era mio? La verdad es que no, en realidad no lo era...

-Lo siento mucho... -dije arrepentida -La verdad es que no se porque me ha molestado tanto... ¿me perdonas por no hablarte? -le dije saliendo de mi asiento y colocándome encima de él mientras le besaba.

-Si vas a seguir besándome por supuesto que si -me dijo sonriendo con esa sonrisa que hacía que mi mundo se detuviera.

-Me ha encantado que vengas a recogerme al instituto, nunca lo habías hecho pero podrías hacerlo más seguido -le dije divertida.

-Hoy he acabado pronto en la Universidad y he pensado: ¿Por qué no ir a recoger a mi chica favorita a la salida de clase? -me dijo riendo.

-Pelota... -susurré antes de que sus labios estuvieran otra vez junto a los míos.

Cuando entramos en casa subí a mi cuarto a ponerme cómoda mientras Thomas preparaba la comida, la verdad es que yo era un desastre cocinando y desde que mis padres se habían ido agradecía tener a Thomas para que cocinase porque de no ser así me hubiese alimentado de pizzas y bollería durante dos meses y cuando mis padres volviesen en vez de encontrar a su hija encontrarían una bola de sebo con obesidad y mucho colesterol.

Después de haberme cambiado de ropa, recogí mi largo cabello en una coleta alta y bajé para comer con Thomas, estaba muerta de hambre y el olor de la comida llegaba hasta a mi cuarto, así que no tarde nada en llegar abajo todo lo rápido que pude, pero me paré en seco al ver lo que Thomas estaba haciendo. Se encontraba sentado en el sofá del salón con la tele encendida mientras miraba uno de mis tantos vídeos que tenía de cuando bailaba en algún evento. Me acerqué hacia él y me senté, mientras miraba el vídeo salían lágrimas de mis ojos, ¿como habría encontrado Thomas aquellos vídeos? En un momento del vídeo, acabé de bailar y se oían muchos aplausos por parte del público, entonces sonreí recordando lo feliz que eso me hacía mientras más lágrimas seguían cayendo por mis mejillas ya empapadas...

-Jade... realmente bailabas genial -susurró Thomas.

-Gracias... ¿comemos? -dije intentando cambiar de tema. Thomas asintió y se levantó para apagar el vídeo.

Comimos en silencio, la verdad es que no tenía muchas ganas de hablar después de haber visto ese vídeo, me recordaba tantas cosas felices que ya no tenía...

Mientras comíamos, el móvil de Thomas sonó avisándole de que le acababa de llegar un whatsapp, se levantó de la mesa y lo cogió, pero su rostro cambió totalmente cuando leyó el mensaje. Dejó su móvil encima de la mesa sin haber contestado el mensaje.

-¿Quién era? -le pregunté.

-Mi padre -contestó serio -Quiere quedar conmigo para comer juntos... -me dijo con una mueca.

-Y...¿Cuál es el problema? -pregunté sin entender nada de lo que pasaba.

Thomas resopló y me miró, entonces dijo:

-Creo que es hora de que yo te cuente mi historia, tu me has contado la tuya y tienes derecho a saber la mía...

Atrévete a soñar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora