Atrévete a soñar.

Capítulo 5

THOMAS

Terminamos de cenar y recogí toda la mesa mientras Jade subía a su cuarto a ponerse el pijama. Cuando bajara, tendríamos esa conversación que para ella era tan importante, la notaba realmente nerviosa durante la cena y yo intenté transmitirle tranquilidad, se veía que lo que iba a contarme era una cosa que realmente le había marcado en su día a día, así que intentaba transmitirle que podía contar conmigo, no solo para que ella se sintiera más segura, sino también porque sentía la necesidad de cuidarla y protegerla, apenas llevaba un día conviviendo con ella y ya me estaba volviendo realmente loco, ¿qué me pasaba?

Mientras pensaba todas aquellas cosas ya había recogido la mesa y me dirigí hacia la habitación que había frente a la de Jade, esa era la habitación de invitados y era la que iba a ocupar yo durante estos dos meses que trabajaría en la casa; una vez allí, me puse el pijama y bajé al comedor donde ya me esperaba Jade sentada en el sofá. Tenía la mirada perdida y se le notaba muy nerviosa y triste por lo que estaba a punto de contarme. Me acerqué a ella y me senté a su lado, al verme me miró e intentó sonreir pero únicamente le salió una mueca, entonces cogí su mano y la miré a los ojos.

-Tranquila Jade, puedes confiar en mi, no hace falta que me lo cuentes si te sientes incómoda, aun que a mi me gustaría saber cosas sobre ti, si quieres podemos dejar esta conversación para otro día cuando te sientas más preparada para hablar sobre ello -le dije sinceramente.

-No, quiero contártelo, es solo que hablar sobre este tema me trae muchos recuerdos, además nunca hablo con nadie sobre esto, solo con mis dos mejores amigos aunque hace mucho que no sacamos el tema y ni siquiera con mis padres hablo de este tema -me dijo con la mirada triste.

-Bien, pues si es lo que quieres adelante, soy todo oídos -dije divertido. Ella sonrió y soltó un suspiro, entonces comenzó a contarme su historia.

-A ver, yo estoy estudiando un bachillerato de ciencia sociales, y voy a hacer la carrera de derecho, pero realmente, eso no es lo que quiero para mi vida. Verás, desde los siete años yo estudiaba baile en una de las mejores academias de Barcelona, y cuando fui creciendo decidí que lo que quería para mi vida y para mi futuro era ser bailarina profesional, así que seguí con mis estudios de hip-hop, hasta que el año pasado, dos días después de cumplir 17 años crucé una carretera sin mirar porque iba distraída con mis auriculares y un coche que pasaba a toda velocidad me atropelló y ni siquiera paró a ver como estaba -me dijo mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla. Jade se secó la lágrima y se subió el pantalón del pijama, dejándome ver la cicatriz que tenía en su pierna derecha, era una cicatriz que ya estaba del color de su piel pero que se notaba la marca de aquel accidente.

-¿Qué te pasó? -le dije sin dejar de mirar su cicatriz. Ella volvió a bajarse el pantalón y siguió con su historia.

-Eso es la consecuencia de mi accidente, después de que me atropellara ese coche me desperté en el hospital y tenía la pierna rota, el médico me dijo que debía hacer rehabilitación durante un año y con mucho esfuerzo podría volver a bailar, pero dejé la rehabilitación a medias y me matriculé en el bachillerato convenciéndome a mi misma de que mi sueño de ser bailarina profesional era eso, un simple sueño -me dijo mirando hacia abajo mientras jugaba con su camiseta de pijama.

-¿Por qué no continuaste con la rehabilitación? -le pregunté.

-Porque después de llevar medio año yendo a recuperarme, mi pierna apenas había mejorado, así que supe que no podría volver a bailar y dejé de intentar recuperarme.

No podía creer lo que estaba oyendo, una chica de 17 años sufre un accidente y tiene que dejar toda su vida atrás, su vida que había sido el baile durante 10 largos años, esto podría ser perfectamente el titular de un periódico. Aun que había algo que no conseguía entender... ¿cómo una chica que su sueño es bailar deja una rehabilitación a medias y no continúa hasta el final para conseguir su sueño? Supongo que después de su accidente y ver que su mejora no era la que ella esperaba, se rindió y pensó que no sería capaz de conseguirlo, pero yo no lo creía, yo creía que ella podía conseguirlo y por eso iba a intentar que ella volviera a recuperar su sueño como fuera.

-Jade, hace unos años yo también dejé mi sueño atrás, es una historia un poco diferente a la tuya, ahora no voy a contártelo pero pronto lo haré, y creo que tus sueños se pueden hacer realidad, pero solo tú puedes hacerlos y yo te voy a ayudar, te lo juro -le dije sincero. Ella se quedó mirándome unos segundos y una sonrisa apareció en su rostro y de repente y sin esperarmelo, ella se encontraba sentada encima de mi y besándome, yo cerré los ojos ante el contacto de sus labios con los mios y la abracé intentando juntarla más contra mi si es que eso era posible. Cuando acabamos el beso, se quedó unos segundos aún encima de mi y después se volvió a sentar a mi lado con muy sonrrojada, parecía un tomate.

JADE

Cuando acabé de contarle mi historia a Thomas, el me dijo que yo podía recuperar mi sueño y que el iba a ayudarme, la verdad no creía que fuera posible, pero era la única persona que en vez de juzgarme por no haber terminado mi rehabilitación me había transmitido confianza y apoyo, por eso sentí un sentimiento que nunca antes había sentido y después de haber estado unos segundo en silencio y mirándole me lancé sobre él, sentada en sus piernas y le besé. Le besé con dulzura, intentando transmitirle toda la confianza que él había puesto en mi a pesar de que apenas me conocía y cuando nuestro beso termino me quedé en shock durante algunos segundos, hasta que reaccioné y me separé de él para volver a mi sitio totalmente sonrojada mientras él me miraba con una sonrisa.

-Perdón -fue lo único que fui capaz de decir.

-Tranquila pequeña -me dijo acariciando mi mejilla -puedes volver a hacerlo si quieres, yo estoy encantado -me dijo con una sonrisa arrogante en su rostro.

-No se lo que me ha pasado, pero no voy a volver a hacerlo, solo ha sido un impulso -le dije frunciendo el ceño.

-Vamos Jade, lo hiciste porque lo sentías, no hace falta que te disculpes a mi me ha encantado y se que a ti también aunque lo niegues -me dijo con una sonrisa de medio lado.

-Eres un idiota -le dije simplemente.

Me subí a mi habitación y cerré la puerta de un portazo, la verdad era que aquel estúpido que estaba sentado en el sofá de mi salón me encantaba, pero no iba a admitirselo nunca, lo único que quería era acostarme a dormir y no levantarme mañana porque no se con que cara iba a mirar a Thomas a la mañana siguiente.