Capítulo 12

83 4 0
                                    

LAURA

Jade acababa de dejarme en mi casa, necesitaba estar sola y sobre todo pensar, tenía tantas cosas en la cabeza... ¿Cómo le diría a Tayler que estaba embarazada? ¿Y a mis padres? Solo tenía 18 años y toda una vida por delante, quería seguir estudiando pero tenía claro que no iba a abortar por nada del mundo. Todo eran problemas, los dos éramos demasiado jóvenes, no teníamos dinero, yo iba a empezar la Universidad y Tayler en cuanto acabó el bachillerato encontró un trabajo, a él no le gusta nada estudiar así que está encantado de haber encontrado un trabajo en un restaurante que hay en el centro, pero trabajaba muy pocas horas y su sueldo no era gran cosa como para poder mantener a un niño.

Me iba a explotar la cabeza si seguía pensando todo esto así que decidí que lo mejor era acostarme y ya pensaría mañana que hacer cuanto tuviera la cabeza mas despejada.


Habían pasado ya dos días desde la noticia y yo evitaba de cualquier manera quedar con Tayler, no sabía como decírselo y tampoco hablábamos mucho por teléfono, él estaba empezando a mosquearse por mi actitud y la verdad es que lo entendía perfectamente, así que decidí ir a su casa y hablar con él, algún día tendría que decírselo.

Estábamos casi a mediados de Junio y la calor ya se notaba bastante, así que me puso unos jeans cortos, una camiseta negra con flecos y unas vans granates; recogí mi pelo en un moño desordenado y cogí mi bolso para dirigirme a casa de Tayler.

Ya estaba frente a la puerta de su casa así que tomé valor y toqué al timbre, su madre me abrió la puerta y me sonrió cariñosamente.

-Hola cariño -dijo sonriente. -Pasa, Tayler está en su cuarto, hace un par de días que está decaído e intuyo que algo tiene que ver contigo así que subir y arreglar las cosas porque estabais muy felices juntos y no me gustaría que eso se rompiera.

-Lo sé Marta, voy a hablar con él, muchas gracias por todo -le dije mientras la abrazaba. Esta mujer era como mi segunda madre, la conocía de toda la vida igual que a la madre de Jade.

Subí las escaleras y me dirigí hacia la habitación de Tayler, toque a la puerta y escuché un:

-Pasa mamá.

Entonces abrí la puerta de su cuarto encontrándomelo a él tumbado en la cama y jugando a la consola.

-No soy mamá -dije divertida. -¿Podemos hablar?

Él se tensó y asintió con la cabeza dejando el mando sobre la cama mientras se sentaba y me miraba.

-Te escucho -dijo serio.

-Cariño, siento haber estado distante contigo estos días, pero tiene una explicación. Hace tres días quedé con Jade para ir al médico, necesitaba comprobar una cosa... -dije nerviosa.

-¿Qué cosa? ¿Estás bien? ¿Tienes algo malo? -preguntó preocupado y casi sin coger aire para respirar mientras lo decía.

-No no, no es eso... Desde que lo hicimos la última vez, no me ha bajado la regla y... fuiparacomprobarsiestabaembarazada -dije del tirón.

-Cielo, no he entendido nada, ¿quieres contarme de una vez que es lo que te pasa? -me preguntó nervioso. Yo solté un suspiro, me armé de valor y se lo dije.

-Estoy embarazada Tayler -dije con los ojos vidriosos esperando su reacción.

Él se quedó callado y justo cuando iba a romper a llorar se levantó de la cama de un salto y vino a abrazarme, me aferré a él todo lo fuerte que pude, no quería separarme de él y él ni siquiera había abierto la boca todavía.

-Cielo, no esperaba esto para nada, no estaba en mis planes ser padre tan pronto y sin apenas dinero para poder mantener a mi hijo, pero quiero que sepas que por nada del mundo voy a dejarte, soy muy feliz contigo y te amo más que a nada, y también voy a amar de igual manera a mi hijo o hija -me dijo mientras me miraba con una mirada llena de amor y que me transmitía de todo menos desconfianza.

-Te amo Tayler, no se como vamos a hacerlo ni como van a reaccionar nuestros padres con la noticia, pero soy muy feliz de que estés conmigo a pesar de todo -dije con los ojos vidriosos.

-No te preocupes pequeña, yo siempre estaré contigo y buscaré un buen trabajo para poder manteneros a ambos hasta que tu acabes tu carrera -dijo sonriente.

THOMAS

Tenía pensado llevarme a Jade de vacaciones, la llevaría a una casa que tengo junto a un lago, es de mis padres pero ellos no la usan, solíamos pasar allí las vacaciones de verano y tenía muy buenos recuerdos de aquella época. Nunca había llevado a nadie allí, ni siquiera a mis amigos, pero ella lo era todo para mí así que quería compartir con ella todas las cosas y lugares que a mi me hacían feliz.

Jade ya se había recuperado de su gripe y me había contado lo que le pasaba a Laura, esperaba realmente que tanto ella como Tayler fueran felices y por supuesto contarían con toda mi ayuda en lo que necesitaran.

Jade y yo nos iríamos de vacaciones el 1 de julio y pasaríamos allí dos semanas, después traeríamos a mi hermana unos días con nosotros, así que quería que ellas se conocieran antes de que eso pasara. Estaba camino a casa de mi padre para recogerla y llevarla a comer con nosotros.

-Hola princesita -le dije sonriente cuando salió y se metió en mi coche.

-Hola tete, ¿dónde vamos? -me preguntó contenta.

-Vamos a comer a casa de Jade, quiero que la conozcas, ella tiene muchas ganas de conocerte a ti -le dije mientras conducía.

-¿Y si le caigo mal? ¿Y si no le gusto? -me preguntó preocupada.

-Jade te adorará princesita, ella es tan buena como tú, seguro que os llevareis genial -le dije sonriendo tiernamente.

Llegué a casa de Jade, aparqué el coche y abrí la puerta con mi hermana agarrada a mi mano. Jade estaba en el sofá y cuando nos vio entrar se levantó mirando a Alba con una sonrisa.

-Hola pequeña, yo soy Jade -se presentó.

-Hola Jade, me llamo Alba -dijo mi hermana nerviosa.

-Alba es un nombre precioso pequeñaja -dijo sonriente Jade mientras se acercaba y le daba un beso en su pequeña mejilla.

Pasamos el día riendo y jugando con Alba, ella y Jade realmente habían congeniado genial, era increíble lo bien que se llevaban cuando apenas acababan de conocerse, parecía como si ellas fuesen hermanas. Me encantaba ver como Jade hacía reir a mi hermana y jugaba con ella mientras mi hermana estaba todo el rato contándole cosas mientras gesticulaba con sus pequeñas manitas, Realmente se me caía la baba viéndolas.

Después de pasar el día los tres juntos, llevé a mi hermana a su casa, ya era tarde para ella y necesitaba descansar, ahora estaba seguro de que los días que pasara con nosotros serían increíbles, aun que no tenía ninguna duda de que Jade y ella se iban a llevar genial.

Atrévete a soñar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora