LAURA
Después de la noche en la que habíamos contado a nuestras familias lo del embarazo, cuando por fin Tayler consiguió tranquilizarme, me llevó a casa. Cuando entré, mi padre ni siquiera me miraba y mi madre y mi hermano me miraban con lástima por la situación en la que me encontraba, no tenía ganas de hablar con nadie, así que me fui directa a mi cuarto, me duché y me metí en la cama, necesitaba descansar después de todo esto.
Me desperté al día siguiente, no había dormido muy bien en toda la noche, me había despertado unas cuantas veces y estaba terriblemente cansada y también muy triste. Hoy iría con Tayler a buscar pisos de alquiler para poder mudarnos, esto ya lo habíamos decidido hace tiempo, ya que íbamos a tener un hijo y necesitábamos vivir los dos juntos, pero habíamos decidido esperar un poco para alquilarlo, aun que la decisión que tomó mi padre nos obligaba a alquilarlo cuanto antes...
Me vestí y me peiné y bajé a la cocina a desayunar, Tayler vendría a buscarme en apenas quince minutos, así que bajé rápidamente y me encontré con mi padre tomando un café mientras leía el periódico. No le dije nada, simplemente me preparé un vaso de leche y un par de tostadas y me senté frente a él a tomar mi desayuno.
-Supongo que ya estarás haciendo las maletas ¿no, Laura? -me dijo mi padre sin levantar la vista del periódico y rompiendo el silencio en el que nos encontrábamos.
-No te preocupes, voy hoy mismo a buscar pisos de alquiler, en cuanto encuentre uno me largaré de aquí, no me voy porque tú me eches, que te quede claro, me voy porque no quiero vivir con una persona que prefiere dejar a su hija embarazada y sin dinero en la calle antes que intentar comprenderla y ayudarla -le dije llena de rabia contenida hacia él.
-No me has entendido, quiero que te largues hoy mismo de aquí, si tu decisión ya está clara y vas a tener a ese niño, quiero que hoy mismo estés fuera de mi casa, me da lo mismo si has encontrado un piso o no, si eres mayor para cuidar a un bebé también lo eres para buscarte la vida sin ayuda de tus padres -me dijo gritando y dando un golpe en la mesa mientras se levantaba de la silla y se iba al comedor.
Empecé a llorar de nuevo, sabía que a mis padres igual que a los de Tayler no les iba a hacer gracia lo de mi embarazo, pero no esperaba que me dieran de lado de esta manera, creía que me reñirían pero que me apoyarían. Los padres de Tayler es lo que han hecho, y mi familia también, excepto mi padre...
En ese momento sonó el timbre de mi casa, me seque las pocas lágrimas que habían caído de mis ojos y fui a abrir la puerta, era Tayler, así que cogí las llaves y nos fuimos a una inmobiliaria mientras de camino le contaba lo que había pasado con mi padre mientras desayunábamos.
-Tranquila ¿vale? En seguida vamos a encontrar un piso que nos guste y que yo pueda pagar, mientras tanto vendrás a mi casa, en cuanto acabemos de buscar pisos volveremos a tu casa y te ayudaré a hacer las maletas -me dijo con el ceño fruncido, estaba enfadado por el comportamiento que mi padre estaba teniendo conmigo. Yo solo asentí con la cabeza y entramos a la inmobiliaria para mirar los pisos.
Estuvimos bastante tiempo viendo los pisos de la zona que estaban en alquiler y que eran asequibles para nosotros, hubo dos pisos que cuando los vimos en las fotos, nos gustaron bastante, así que nos dirigimos a ellos para verlos. Entramos al primer piso, pero después de verlo, no me había convencido mucho, era demasiado pequeño para los tres y todas las cosas que teníamos que llevar...
Por fin habíamos llegado al segundo piso, subimos al ascensor hasta el último piso que era donde se encontraba el piso que íbamos a visitar, cuando entramos y lo vimos todo, yo estaba sorprendida... Me encantaba, era sencillo y precioso, al entrar había un corto pasillo que llevaba hasta el comedor, en el comedor estaba también la cocina estilo americana, luego, una pequeña escalera llevaba hasta donde se encontraban las habitaciones; una grande con una cama de matrimonio, un pequeño vestidor y un baño también pequeño, y otras dos habitaciones más pequeñas pero preciosas, también había un baño grande y espacioso. La casa era muy luminosa y no se escuchaba el tráfico de los coches, era perfecta.
Después de salir de la casa, firmamos el contrato de alquiler con opción a compra por si algún día decidíamos comprarla. Nos dirigimos a mi casa muy contentos y una vez allí le contamos a mi madre y a mi hermano como nos había ido y nos fuimos hacia mi cuarto para hacer mis maletas, esta noche dormiría en casa de Tayler hasta que dentro de dos semanas nos dieran las llaves del piso donde comenzaríamos una nueva vida juntos.
JADE
Después de nuestro espectacular desayuno en el balcón de aquella maravillosa casa, cogimos todo lo necesario y nos cambiamos para pasar el día en el lago, me encantaba eso de estar tostándome al sol y bañarme en el agua clara y fresca de aquel lago.
Estaba relajada en mi toalla, boca abajo, mientras me daba el sol en toda mi espalda. Thomas había ido a darse un chapuzón en el lago, la verdad es que estaba disfrutando como un niño pequeño y me encantaba verlo tan feliz, además de que yo también lo estaba.
Empecé a notar gotas frías por mi espalda y de repente alguien mojado completamente se tumbó encima mio.
-Thomas, estás helado -le dije gritando.
-Hola mi niña, solo es agua, además así te quitas el calor del sol -me dijo riéndose.
Me giré para quedar frente a él y empezamos a besarnos con pasión, me encantaban sus besos, bueno... él me encantaba. Cambiamos de posición quedando él tumbado en mi toalla y yo sobre él, pero en seguida mi móvil comenzó a sonar haciendo que tuviéramos que parar mientras Thomas soltaba una maldición y yo reía por su reacción. Me levanté y saqué el móvil de mi mochila, era Tayler.
-Hola Tayler -saludé contenta.
-Hola Jade, verás, te llamaba para preguntarte algo... ¿estás con Thomas?
-Si, está aquí conmigo.
-Pues pon el altavoz por favor -me dijo serio. Inmediatamente puse el altavoz para saber que era lo que quería decirnos.
-Bueno chicos, necesito pediros un favor, en especial a ti Thomas, verás, ayer les contamos a nuestros padres que Laura está embarazada, se lo tomaron bastante bien, excepto el padre de Laura que no lo acepta y la ha echado de casa, Laura pasará en mi casa estos días hasta dentro de dos semanas que nos dan las llaves del piso que hemos alquilado hoy para los dos -dijo haciendo que yo abriera la boca sorprendida por lo que me acababa de contar, no me imaginaba para nada que el padre de mi mejor amiga reaccionara de aquella manera, tampoco esperaba que diera saltos de alegría, pero ¿echar a su hija embarazada de casa? No me lo podía creer...
-Hostia, lo siento tío, Laura estará destrozada... -dijo Thomas que estaba tan sorprendido como yo.
-Si, está fatal, y por eso me gustaría que pasara unas pequeñas vacaciones para olvidarse un poco de todo, yo no tengo mucho dinero para llevarla de vacaciones ya que estoy ahorrando todo lo que cobro en mi trabajo para la casa y el niño, por eso... quería pedirte que si la semana que viene nos podríamos ir con vosotros a tu casa a pasar una semana -dijo bajito y supongo que con un poco de vergüenza al hacer esa petición.
-Por supuesto que si, eso ni se pregunta, podéis venir cuando queráis -dijo Thomas mientras me sonreía y acariciaba mi mejilla mientras yo le miraba agradeciéndole que hiciera esto por mis dos mejores amigos.
-Muchísimas gracias chicos, estoy seguro que esto le levantará el ánimo a Laura, pasarlo bien y nos vemos en unos días -dijo Tayler antes de colgar el teléfono.
Estaba muy feliz, iba a pasar una maravillosa semana de vacaciones con mi novio en un lugar ideal y luego otra semana con mi novio y mis dos mejores amigos en el mismo lugar ideal. ¿Se podía pedir más este verano? Yo creo que no...
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Atrévete a soñar.
RomanceJade es una chica con un sueño por cumplir (bailar), pero cree que los sueños no se pueden hacer realidad y lo deja de lado, no lo intenta por miedo a fracasar o porque simplemente cree que es imposible que pueda conseguirlo. Hasta que llega un chic...