Capítulo 9

67 5 0
                                    

THOMAS

Desde que le había contado a Jade todo lo que ocurría con mi familia, estábamos más unidos que antes, hoy hacía justo un mes desde que estaba trabajando aquí, era viernes y mañana teníamos la comida con mi padre, pero antes de eso yo tenía que hacer algo importante y estaba bastante nervioso.

Desde ayer, tanto Jade como yo estábamos ya en nuestras vacaciones de verano, sus padres aún no habían dado señales de vida, lo único que sabíamos de ellos era que me habían ingresado mi parte de dinero de este mes que había trabajado en su casa, pero ni siquiera se habían molestado en llamar y preguntar a su hija como se encontraba, ella estaba muy mal por el tema de sus padres y también se le juntaba que había terminado bachillerato y el año que viene empezaba a estudiar derecho en la Universidad (cosa que no le hacía nada de ilusión) y encima (aunque intentaba disimularlo) se notaba que estaba nerviosa por la comida que mañana tendríamos con mi padre.

Hoy era su 19 cumpleaños y yo tenía preparado algo especial que no sabía como me iba a salir, así que me levanté a las ocho de la mañana mientras ella seguía durmiendo para prepararlo todo bien.

Cuando desayuné y me vestí, dejé preparado todo para cuando Jade se despertara mientras esperaba en el jardín de su casa.

JADE

Me desperté a las once de la mañana, hoy era mi cumpleaños, pero la verdad es que dejé de celebrar mis cumpleaños desde que tuve el accidente. Antes me encantaba saber que tenía un día que era especialmente para mí y pasarlo con toda la gente que quería, pero ahora ya he perdido esa ilusión como tantas otras... Este cumpleaños era más raro de lo normal, ya que me sentía entre contenta y triste, por un lado estaba triste porque era mi primer cumpleaños sin mis padres y ni siquiera tenía noticias de ellos; pero también estaba feliz porque este era el primer cumpleaños en el que tenía a Thomas a mi lado, aún no sabía muy bien si lo que sentía por él era amor, pero intentaba no pensar en eso, quería disfrutar de él y ya pasaría lo que tuviera que pasar. Me levanté de la cama y recogí mi cabello en un moño desordenado y bajé a desayunar; pero cuando abrí la puerta de la habitación había un pasillo de pétalos de rosa que iban desde la puerta de mi habitación hasta el final de las escaleras. Seguí ese camino y cuando llegué al comedor empezó a sonar la canción de "Pedacitos de ti" de Antonio Orozco, esa era una de mis canciones favoritas. Una vez en el salón, había una nota encima de la mesa junto con una rosa roja; cogí la rosa y leí la nota:

"Hola mi niña, este es el primer cumpleaños que paso contigo y quiero hacer de este día algo especial para ti. Hay una sorpresita en el jardín, sal si quieres saber que es.    Thomas."

Una sonrisa tonta se formó en mi rostro mientras la canción seguía sonando en mi casa, rápidamente me dirigí hacia el jardín de mi casa y vi junto a la piscina, un enorme corcho en el que habían cinco notitas de diferentes colores pegadas en él, me acerqué para leerlas.

 "Dos chicos con un sueño que no pudieron cumplir...", 

"Una chica que no pudo cumplir su sueño de bailar...", 

"Un chico que no pudo cumplir su sueño de correr en carreras de motos...",

 "Pero ahora él tiene otro sueño...",

 "Ella es su sueño."

Cuando terminé de leer aquellas notas, las lágrimas caían sin control por mis mejillas, entonces me giré y le vi sonriéndome, yo no podía articular palabra. Él se acercó a mi y me dio una pequeña cajita, la abrí y todavía me emocioné más si es que eso era posible, había un colgante de plata con el nombre de él y entonces me fijé que en su muñeca había una pequeña esclava también de plata con mi nombre. Yo seguía sin decir nada mientras más lágrimas caían por mi rostro.

-Cuando era pequeño, veía como mis padres se miraban, unas miradas llenas de amor, y desde entonces siempre soñé con algún día encontrar a una chica que me mirara de la misma forma que mi madre miraba a mi padre. Puede que mi sueño de ser corredor de motos no se haya cumplido, pero este si lo ha hecho, he encontrado a esa chica; te he encontrado a ti Jade, tu me miras de esa manera, con una mirada llena de tanto amor como el que yo siento por ti, ¿quieres ser mi novia mi niña? -me dijo visiblemente emocionado. Yo solo salté a sus brazos y le besé, ahora sabía lo que sentía, esto era amor, amaba a Thomas y él también me amaba a mí.

-¿Eso es un si? -preguntó Thomas cuando nos separamos con una gran sonrisa en su rostro.

-Claro que si mi amor -le contesté emocionada. Y antes de que sus labios estuvieran junto a los míos de nuevo, me susurró:

-Te quiero mi niña.

Y juro que en ese momento me sentí completa.

Después de ese gran día en el que mi novio (que bien sonaba) me confesó que me amaba, llamamos a Laura y Tayler para que vinieran a comer con nosotros y también a Roberto y Fran, los dos mejores amigos de Thomas. Ya habíamos quedado algunas veces todos juntos, por lo que ya nos conocíamos y todos formábamos un gran grupo de amigos que congeniábamos genial entre nosotros. Después de recibir millones de regalos de mis amigos, me fui a dormir junto a Thomas, ambos un poco nerviosos por lo que nos esperaba a la mañana siguiente.

THOMAS

Me desperté con el ruido de la alarma de mi móvil, cuando iba a levantarme para meterme a la ducha, me dí cuenta de que tenía a Jade abrazada a mi, era la primera vez que dormíamos juntos. Me giré para observarla mientras dormía y una sonrisa de completo idiota apareció en mi rostro. Entonces la separé de mi y me incliné para darle besos por toda la cara, al rato ella se despertó y cuando abrió los ojos me miró con su preciosa sonrisa y me dijo:

-Buenos días mi amor -mientras se acercaba a besar mis labios, beso que yo correspondí encantado.

Nos levantamos para ducharnos y arreglarnos para luego dirigirnos hacia casa de mi padre, hacía ya media hora que estaba esperando a Jade en el salón, esta chica necesitaba como diez horas para arreglarse...

-Jade, me estoy aburriendo, ¿bajas ya? -le grité para que me oyera desde arriba, pero justo cuando le grité, ella apareció bajando las escaleras para irnos. Estaba guapísima, llevaba un mono de color negro que realzaba a la perfección su figura, unas sandalias rosas a juego con el collar que se había puesto junto con el que yo le había regalado ayer; llevaba el pelo recogido en una coleta alta y estaba maquillada de manera sencilla. Estaba preciosa, aunque a mi siempre me lo parecía, ella era guapísima sin necesidad de usar maquillaje.

-Estas muy guapo -me dijo mientras me daba un corto beso en los labios.

-Tú estás realmente preciosa mi niña -le dije mientras ella se sonrojaba. -¿Vamos? -le pregunté. Ella asintió con la cabeza y agarró mi mano para dirigirnos a mi coche que estaba aparcado en la puerta de su casa.

Estábamos frente a la puerta de mi casa, aún no había tocado al timbre, Jade entrelazó sus dedos con los míos y dijo:

-Estoy contigo mi amor, ¿lo sabes no?

Solo respondí con un beso en sus labios que se habían convertido en una auténtica adicción para mi. Entonces tocamos al timbre y la puerta se abrió dejando ver a la niñera de mi hermana con una gran sonrisa al verme ya que hacía tiempo que no me veía por allí. Pasé junto con Jade de la mano para encontrarnos con mi padre en el salón.

-Hola papá -dije serio y sin mirarle.

-Hola Thomas -dijo haciéndome una seña con la mano para que le siguiéramos hasta la mesa.

Ni siquiera había saludado a Jade, ni había hecho la más mínima intención de presentarse, esta comida ya estaba empezando con mal pie...

Atrévete a soñar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora