Felicidad

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—¿Enserio que te dijo todo eso? —pregunta Dani mirándome atónito.

—Sí —contesto sonrojada.

—No sabía que mi amigo era tan...romántico —ríe.

Ambos reímos y nos despedimos. Se ha escapado del estudio para venir a verme y que le contase con más detalle qué cosas habían pasado estos días en Gran Canaria.

Anoche llegamos, estoy reventada, menos mal que al menos pudimos dormir algo en el avión. Ojalá esta mañana no hubiese sonado el despertador porque me he tenido que maquillar lo suficiente como para que no se noten mis ojeras. Cuando quiero que el tiempo pase rápido no pasa y cuando quiero que lo haga lento muy lento pasa tan rápido que ni siquiera me doy cuenta. Y es que estar con Mel hace que no esté pendiente de la hora y que nos da igual mientras estemos el uno pendiente al otro. Anoche lo poco que dormí en el avión lo hice apoyada en su pecho, entonces comprendí que todo el amor que me había dado la noche anterior seguía estando ahí...y que él también quería seguir dándomelo.

Paula y Guille son como dos gotas de agua. Tan transparentes que no hace falta ser demasiado listos como para darse cuenta de que manera tan especial se miran, como rozan sus manos sin que nadie les vea y como uno u otro dicen alguna tontería y siempre alguno de los dos se acaba riendo de ello.

Hablando de la reina de roma.

—Nena ¿se puede? —pregunta precavida.

—Claro —sonrío—, para apenas haber dormido veo que tienes una cara de felicidad...

—Anoche Guille me pidió salir —se sonroja mientras me lo cuenta—, decía que quería que fuese especial pero no aguantaba más....

—¿Enserio? —pregunto anonadada.

—Se que apenas nos conocemos de nada pero esque no le puedo dejar escapar, no puedo tomarme el lujo de que venga otra persona y me lo quite...

—Vamos que te encanta —le sco la lengua.

—Y tanto, como a ti Mel —se burla de mi—, que ya me ha dicho Guille que se lanzó...

—Que bocazas tu chico —me burlo yo ahora—, sí, es tan especial...

Tocan a mi puerta y ambas nos quedamos calladas.

—Pasa —respondo.

—Lucía —me llama mi jefa—, te recuerdo que este fin de semana tienes concierto, podrás elegir a alguien que te acompañe y venga a trabajar —dice riéndose haciendo el papel de jefa.

Se acerca a nosotras cuando ve que nadie de nuestra planta esta mirando.

—No os preocupéis tendré que hacer el papel duro de jefa —nos guiña un ojo.

Aunque tengo muchas ganas de seguir hablando con Paula no quiero que ha mi jefa la llame la atención por culpa nuestra ni que nadie le presione con el "favoritismo". Damos por terminada la conversación y ambas volvemos a nuestro puesto de trabajo.

Mientras reviso las últimas fotos de la sesión anterior me pongo a pensar en lo que hemos hablado Paula y yo. Es bonito sentirte correspondido y se que Guille la cuidará como se merece. Mel y yo no se en que punto nos encontramos pero se que da igual todo si le tengo a mi lado. Y he comprendido por una vez que a veces aunque te dejes llevar hay que seguir tomando se las cosas con calma sin presión y siendo consciente de cada paso que damos.

La canción de mi móvil me saca de mis pensamientos. Se ilumina y en la pantalla pone "Mel". Suspiro y contesto.

>>¿Sí?

En los brazos de Mel #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora