Carta de despedida

Olvidar

La solución a este mal, el final de este sufrimiento, la cura de este sentimiento de carencia es olvidar, borrar recuerdos, limpiar mi cabeza y mi corazón.

Nunca es bueno olvidarse de algo, de alguien, de una fecha, de un lugar o una sensación. Vivimos para recordar cada cosa que nos pasa, ponemos alarmas, tomamos nota; no nos podemos olvidar, no nos tenemos que olvidar... Pero esta vez necesito olvidarte de todo, de vos, de cada fecha importante, de los lugares que visitamos juntos, olvidarme como me hacías sentir.

¿Olvidar es darle poca importancia a cierta cosa? ¿O cierta cosa no tiene tanta importancia para acordarnos? ¿Será que para mí sos tan importante, que no te puedo olvidar?

¿Me habrás olvidado ya? ¿No te importé nunca? Quizás no me olvidaste y sí te importo, no creo... No puedo saber que sentís por mí, nunca lo supe y tal vez no quiero saberlo, porque no soportaría saber lo poco que signifiqué/ significo para vos.

Dicen que no hay mejor perdón que el olvido. Perdón, pero no te puedo perdonar, no me sale perdonarte, no quiero olvidarte. ¿Tendrá que quedar todo esto en el olvido? ¿Podré olvidarte y seguir adelante?

¿Y si te olvido y vuelves? Sé que volvería a caer, ya te habría perdonado y tendrías una lista de cosas que hiciste mal (perdonadas), para volver a hacer y que serían perdonadas luego. Sabes que tienes el poder de hacer conmigo lo que quieras, porque me aguantaría todo por vos, todo de vos.

Que irónico, me hacías olvidar de todo y ahora no puedo olvidarme de vos. Quizás no deba olvidarte, no tenga que hacerlo, quizás hay algo en vos que pide que tenga tu recuerdo vivo. Y es que es así, hay cosas (Personas) que nunca podrás olvidar, no importa cuanto lo quieras así.