Lugares que me llevan a ti.
Aromas que me recuerdan a ti.
Canciones que te he dedicado y que, hoy, al escucharlas te traen a mí.
Te escribí mil versos, donde contaba como extraño comerte a besos y que hoy leo para acordarme el sabor de tus labios, porque ya no los tengo.
Mirar el atardecer y recordar cada una de las mil veces que nos sentamos juntos, a mirar como el sol se escondía, después de habernos iluminado todo el día, viéndome como era feliz con vos. Cuando llegaba la noche sentía seguridad, porque lo nuestro no se acabaría como el día, duraría mil atardeceres más. Ahora, al llegar la noche, no veo la hora de que se acabe y llegué el día, para no pensarte antes de dormir, para no soñar contigo una vez más.
Nadie comprenderá nunca lo que siento por vos, sos ese recuerdo presente en mi mente, imborrable, intachable, y que me hace tan bien, pero a la vez mal... Me he vuelto un masoquista por vos. Hoy soy lo que alguna vez critiqué, el tipo que se enamoró a tal punto de no poder soltar aquello que le hizo tanto bien, pero hoy lo destruye.
Cada rincón de mi alma esconde un poco de tu esencia; tu sonrisa, tu mirada y tu perfume están grabados en mi corazón. Yo me enamoré de tu alma, y eso sí que es bastante jodido, porque difícilmente puedo dejarla ir.
Yo gané al quererte de verdad, aún sin que vos me quieras y por más que no haya sido un amor correspondido, porque el amor que te tengo habla de mí, de lo que fui con vos y de lo que queda de mí.
No aprendí a dejarte ir, a decirte "Adiós". Te fuiste sin despedirte, y me tuve que despedir sin querer irme. Cuando hablo de "Irnos" no es de algún lugar, es de una persona, vos me echaste y yo aún te conservo en mí.
Es gracioso y patético que aún siga escribiendo para ti, sé que lo leerías y no te provocaría nada, sólo sería un conjunto de palabras escrito por un ex cargoso. Y hablando en serio, siempre fui patético y eso te causaba gracia.
Encontraste unos nuevos ojos que miren lo linda que eres, una mirada que tiene que estar plantada en tu belleza. En cambio yo, te busco en otros ojos, busco tu mirada, te busco en cualquier lugar donde me sienta cómodo, pero jamás te encuentro... Me pregunto si algún día llegará el momento en el que vuelvas a mí, pero físicamente, pudiendo así tocarte nuevamente, tenerte en frente y al fin dejar de imaginarte, tratando de no olvidar tu rostro. Sé que si alguna vez te olvido, volvería a construirte para seguirte pensando.
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Carta de despedida
RomanceA veces nos enamoramos de tal manera, que no podemos decir "Adiós" tan fácilmente. Por eso te escribo esta infinita carta, para poder dejarte ir. Esta carta de despedida puede o no ser para alguien real. Quizás no, o quizás sea para la persona que...