Narra Isabella.En todo el día no había sabido nada de Tat.
¿Estará ocupada con los deberes de la preparatoria? No lo sé.--Hija, ven a comer.
--Voy.
Fui deprisa a la mesa.
--Isabella, ¿qué pasa?--mi madre estaba sentada en la silla principal de la mesa. Yo la miré a los ojos mientras me sentaba.
--Sólo que no he sabido nada de Tatiana desde que salimos de la preparatoria.
--¿Por qué no le envías un mensaje?
--Lo haré.
Comí rápidamente, agradecí y subí a mi habitación buscando mi móvil.
Mensaje:
Hola, Tat ¿cómo has estado? No he sabido nada de ti desde que salimos de la preparatoria y sólo quería hablar contigo, saber si todo va bien.
Sé que es muy tarde para escribirte. Me disculpo por ello.
Oye, te quiero.Apagué mi móvil y me recosté en la cama. No quería pesar de a mucho.
Al otro día.
--Buenos días, mamá.
--Isabella --desvió su mirada de sus papeles y los fijó en mí--. No es costumbre que te levantes a estas horas un sábado por la mañana.
--No es nada, mamá.
--Ve a organizarte, hija.
--A eso voy.
Me dirigí al cuarto de baño y comencé el acto sin antes pensar en Tatiana. Fue esa la razón por la cual me levanté temprano.
Tatiana:
Hola, Isa. Estoy bien, linda.
Perdón por haberte preocupado, pero estaba algo ocupada el día de ayer. Ahora hablamos, voy a comprar unas cosas.
Cuídate mucho.Me sentí aliviada, pero por otra parte confundida. ¿Ocupada? ¿Deberes? ¿Estudiando?
Terminé de arreglarme y bajé al living.
--Mamá, voy a salir.
--¿Dónde, Isabella?
--A caminar. Es sábado y no quiero quedarme en casa aburrida --le sonreí.
--Está bien. Está temprano, así que no regreses tarde.
--No te preocupes.
Salí de mi casa con intención de ir a la de Tatiana, pero recordé aquel mensaje que ella me había enviado, así que mejor ir al parque.
--Hola, Isabella.
--¿Hola?
--¿Cómo estás?
--Estoy bien.
La chica que apenas me hablaba jamás la había visto.
Tenía un aspecto de muñeca; ojos grandes color café claro, cabello lacio, largo y rubio, traía un vestido de un estilo muy victoriano y su estatura era muy baja.--Sé que no me conoces de nada, pero necesito platicar contigo --se sentó a mi lado, mirándome.
--¿Cómo sabes mi nombre?
--Sé que tienes una novia la cual se llama Tatiana. Y Juan, que es muy amigo de tu novia, y que tú apenas lo estás conociendo.
--¿Cómo lo sabes, niña?
--Sé varias cosas. ¿Tenías conocimiento de que Juan y tu novia salieron?
--¿Qué?
--Lo que escuchaste. Ella te dijo que supuestamente estaba ocupada, ¿verdad? --me recorrió un escalofrío.
--Sí, pero..
--Iba con Juan y estaba realmente hermosa, más que de costumbre. Después de que la tarde se desvaneciera, Juan fue a llevarla a su casa. Se veían realmente lindos --suspiró y dejó que yo meditara sobre lo que me había dicho. Después continuó--: Creo que Cristal mencionó unas cuentas cosas negativas sobre ella. ¿Me equivoco?
Guardé silencio, mirando a aquella niña extrañada.
--Si no gustas creerme, mira --me mostró algunas imágenes en las cuales aparecían Juan y Tatiana en el parque de diversiones. Las sostuve en mi mano.
--Es mejor que te alejes. Ella no te conviene, Isabella --sonrió mostrando sus dientes.
Me alejé rápidamente, sin sabes qué decir o pensar.
Escuché que alguien tocaba a la puerta.
--Hola, Tatiana.
--Hola, señora. ¿Isabella está en casa?
--Lo está. Pasa.
--Gracias.
Escuché las plataformas de mi madre dirigirse a la escalera.
--Hija, Tatiana vino a verte.
--Dile que suba --respondí.
Ignoré las demás palabras que mi madre y Tatiana decían. Escuché a Tatiana subir por las escaleras hasta que se asomó a mi habitación.
--Hola, Isa ¿Cómo te encuentras?
Guardé silencio. Ella se cercó más a mí.
--¿Qué pasa?
--¿Qué me pasa? --la miré con ironía--. ¿En serio te importa saberlo? Míralo por ti misma.
Le mostré las imágenes.
--Isabella, cálmate. Yo te lo puedo explicar.
--No, tranquila. No quiero escuchar tus excusas mal elaboradas --la miré--. Entonces sí era verdad lo que dijo Cristal.
--No es lo que parece. Te lo juro. Sólo escúchame.
--Quiero que te vayas de mi casa ahora, Tatiana.
--Pero..
--Ahora.
Narra Tatiana.
No entendía qué estaba pasando. Sólo fue una salida con mi mejor amigo y nada más. Aunque sí tenía en cuenta que no le había dicho nada anteriormente.
Me dirigía a la salida de la casa, pero las palabras de la madre de Isabella me hicieron detener.--Tatiana, ¿qué paso? Escuché que peleaban.
--Señora, por favor tenga esto --le entregué el regalo--. Dígale a Isabella que es de mi parte. Hasta pronto.
Salí de la casa de Isabella con el paso apresurado.
Hoy tenía la intención de explicarle todo personalmente, pensaba que Isabella iba a ser más racional respecto a ese asunto, pero no sabía quién podía haberle dicho.Narra Isabella.
--Isabella, ¿qué pasa?
Le conté todo.
--No tengo mucho conocimiento respecto a eso, pero ¿no estarás confundiendo las cosas? ¿Dejaste que Tatiana hablara?
--No.
--Mira, te dejó esto.
Tatiana me había dejado un oso de felpa grande, con unas chocolatinas y una carta que decía: "Gracias por esos pequeños momento que hemos pasado juntas. Sigue sonriendo, nunca haré algo que haga debilitar tu sonrisa".
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Amor complicado (Yuri)
RandomTatiana y Juan se ven envueltos por varios problemas gracias a la aparición de Isabella que, mientras pasa el tiempo, va seduciendo a Tatiana y termina cayendo directo a sus pies. Pero lo que nadie sabe es el pasado y las metas de aquella chica tan...