♛ Veinticinco ♛

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Mike siguió de cerca al chico que en ese momento te tenía en su posesión y que te trataba a penas un poco mejor que el resto; sin contar a Michael, claro.

Observó con rabia y asco como tú reías y disfrutabas de sus agresivas caricias y sus pésimos tratos, gozando cada momento junto a él.

El pobre Michael tenía un plan perfecto para hacer sufrir de una manera terrible al último chico que te había conseguido, porque su corazón no quería pensar que habías sido tú la que había ocasionado todo.

Y el inocente de Sam hubiera sufrido las consecuencias de tus actos, si no hubiera sido que tú, tonta muñeca, distraída y sin saber de la presencia de Michael confesaste lo que tu llamabas amor al chico que te tenía en sus manos, con la misma pasión del día en que se lo confesaste a Mike.

Entonces Michael entendió de quien era la culpa y Sam se quedo fuera del problema.

Y así, fue como volviste al hogar del chico que más te había amado; cuando este te "secuestro" de vuelta al que él sabía, era tu verdadero hogar.

Te dejó caer sin ninguna suavidad sobre su cama y cerró su puerta, con una mirada de odio puro dirigida a ti.

— ¿Me... Dejaste por esos chicos? —Preguntó él, mientras se le rompía la voz— ¿Qué te dieron ellos que yo no fui capaz de darte? ¿Acaso lograron amarte más de lo que yo lo hago?

— ¡Tú no lo entiendes! —Gritaste, comenzando a llorar— ¡No puedo estar contigo! ¡No te puedo amar de verdad! ¡Soy una Barbie y las Barbies no podemos amar a solo uno de nuestros dueños! ¡Debiste haberlo sabido siempre! —Cada vez te sentías más impotente y te levantaste sobre la cama, intentando parecer imponente sobre él.

— ¡Cállate! —rugió Mike, atinando un fuerte golpe en tu costado, logrando crear una grieta en ti, cuando caíste de bruces al suelo, a los pies de él.

Como la débil muñeca que eras, comenzaste a temblar, encogiéndote lo más posible en tu lugar, temerosa de lo que el chico frente a ti pudiera hacer.

— ¡¿Por qué Barbie?! ¡Yo lo di todo por ti y sólo observa, me dejas, ahora que estas más viva que nunca! ¡Todo gracias a mi! —Cada oración se volvía más dura y sus pasos lentos lo acercaban más a ti.

—M-Mike... —sollozaste con miedo e implorando piedad— De-detente por favor... No lo hagas...

—No querida, ya nunca más me volverás a hacer esto —Una sonrisa oscura apareció en los labios del chico que durante tanto tiempo te había amado— Ya jamás podrás ser amada por nadie, que no sea yo.

Y en un acto de venganza, aplastó tu frágil cuerpo de porcelana bajo la suela de su zapato, matando a quien había llegado a amar con una pasión desenfrenada.

— ¿Ahora quién te podrá amar, Barbie? ¿Ahora con quien te podrás ir? —Michael rio de una manera tétrica, mientras terminaba de triturar lo poco que había quedado, de la muñeca más hermosa, costosa, buscada y única de la historia.







Oh, estúpida Barbie...

¿Qué fue lo que ocasionaste?











F   I   N  .   .   .   ?

BarbieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora