Raven Of Crystal || Winter Soldier ||

08; Nunca vuelvas.

Papá estaba furioso conmigo. Y lo entendía, después de todo fue mi error.

Estaba tan enojado, que se paseaba de allá para acá, chocando los muebles con su silla de ruedas, sus mejillas están rojas y el ceño fruncido, sus manos tomaban firmemente el reposabrazos, sus nudillos blancos y su respiración agitada denotaba lo cabreado enormemente. Nisiquiera me atrevía a decirle algo, no deseaba que se enfadara aun mas.

— Te lo he dicho una y otra vez, Helena.—Ahi va, Helena, solo me llama por mi segundo nombre cuando realmente está enojado y desepcionado. Frunzo los labios, esperando el regaño.— Te lo advertí ¿no?, te pedí encarecidamente que no averiguaras de ella nunca mas, ¿y qué es lo que haces?, me desobedeces. ¡Ya eres una mujer, Charlotte!, no una niña.

— Papá...eso fue hace algunos días...

— ¡Silencio que estoy hablando!—Me callo y él se detiene frente de mi.—Ya no sé que decirte, sinceramente pensé que te había quedado claro mi postura frente a eso.

— Si, lo sé, pero...

— Aun no termino.—Espeta con firmeza.—Ella no se lo merece, Hija, no se merece ni un maldito ápice de tu interés y preocupación...

— ¡No estoy preocupada por ella!—Levanto la voz y me arrepiento de inmediato, rara vez le falto el respeto a papá. —Simplemente, yo...tenía curiosidad de saber donde estaba, nada mas.

— ¡Curiosidad! ¡Curiosidad!—Vocifera.—Estoy comenzando a odiar esa pequeña faceta tuya de andar curioseando por ahí.

— Pero...

— Pero nada, ahora sientate.— Chasqueo la lengua ante su orden, camino hasta una silla y la arrastro hasta ponerla cerca de él, me siento y me cruzo de brazos.—Te lo prohíbo.

— ¿Qué?

— Eso, te prohíbo que vuelvas a investigar sobre ella y que te acerques al Soldado.

— Es que papá...espera, ¿qué tiene que ver aquí el Soldado?, estamos discutiendo por ella, él no tiene que ver en esto.

— Ah, silencio, Charlotte Helena.—Me advierte.—Creo que tendré que ser mas duro con mis palabras y argumentos.—Alzo una ceja hacía él, de alguna extraña manera sé que las siguentes palabras que saldrán de su boca serán como un cuchillo ardiendo sobre mi pecho, papá siempre era muy duro y quizá algunas veces cruel cuando se enojaba, y no lo culpaba, éste ambiente lo formó de tal modo.—Ella sé fue sin decir nada cuando solo tenías cuatro años...

— Esa parte de la historia me la sé.—Le digo, él me lanza una mirada de advertencia, asi que me callo.

— No tuvo ningun miramiento cuando lo hizo, eras una bebé que apenas estaba dejando el pecho.—Siento mi garganta arder y mis ojos nueblarse por las lágrimas, soy consciente que mi padre nota mi malestar ante aquellas líneas, pero no se abstiene.—Eras una pequeña cosita que necesitaba mas que nada a su madre...¿y que hizo ella?, te abandonó.

— Papá...

— A pesar de estar en los veintitantos, no sabía como proceder, como cuidar de una bebé, ¡no tenía idea de nada, Charlie!, pero aun asi, salí adelante contigo, tal vez no de la manera que hubiera querido, pero lo hice, mientras ella...—El rencor se distinguía en su voz y eso se me traspasaba a mí, con mas fuerza.—Jamás, en estos veintiún años a tratado o trató de contactarse conmigo para saber como estabas. Nada. Es como si...nunca hubieras existido para esa mujer.

— Me estás hiriendo tanto...—Susurro acongojada y llena de odio. —¿Tienes que restregarme en la puta cara que ella nunca me amó?

— ¡Cuida tu lenguaje conmigo, Charlotte!