18: La ultima marcha real

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Esa noche Hálum y Álita durmieron juntos, pocas horas pues la chica estaba muy triste, no podía parar de pensar en su padre y en cómo había muerto, pero al final los dos cayeron dormidos pues estaban agotados de la batalla.

A la mañana siguiente empezaron los preparativos para el funeral del rey que sería esa misma tarde, lo enterrarían en el mausoleo real junto a los otros antiguos reyes, junto al propio padre de Irion. Esa cavidad funeraria estaba dentro de los muros de palacio, más allá del edificio principal. La princesa charlaba con Bán e Ínler mientras que Hálum iba a ver a su padre, tenía ganas de hablar con él. El chico atravesó la ciudad hasta llegar a su casa, en la que se había criado y que todavía no había tenido ocasión de visitar desde su regreso, ahora su lugar estaba en palacio con su amada. Llamo a la puerta y Arthon le abrió y le dio un abrazo, le invito a pasar y se sentaron a la mesa.

- Padre, tengo algo que preguntarte ¿Por qué no me contaste que soy mitad nigronte? – pregunto directo el joven.

- Por qué supuse que eso podía hacerte daño, pero debí contártelo, fui un necio y siento haberte mentido hijo mío. No quiero que pienses que eso te hace malvado, los nigrontes son un pueblo bondadoso tiranizado por Ócurum, eso es todo. Tu madre, la conocí en una misión de reconocimiento que me llevo a Nomte antes de aquella primera guerra, el rey por aquel entonces nos envió a mí y a su hijo, Irion. Debíamos investigar, los oráculos sospechaban que algo poderoso y malvado se estaba cocinando en aquel planeta. Y en la investigación conocí a aquella mujer. Más tarde me entere de que estaba embarazada, yo la amaba Hálum. Viendo la oscuridad de Ócurum decidimos que lo mejor era traerte a Ángelus, criarte aquí lejos de la corrupción que asolo Nomte. Intente traer también a tu madre pero ella no quiso abandonar a su pueblo, su corazón era tan puro que se resistía a abandonar a un pueblo condenado a la destrucción. Lo último que supe de ella es que se quedó allí, elegida líder de su poblado para tomar decisiones. Hay una cosa en la que no te mentí, murió o al menos eso creo, es imposible que sobreviviera en ese oscuro entorno. Dejarla allí me partió el corazón pero yo no podía enfrentarme a su voluntad y en cierto modo la entendía, yo también estoy enamorado de mi pueblo.

- Te perdono padre, sé que todo lo que hiciste fue para protegerme, pero tal vez ella aún viva, y si lo hace debo saberlo, debo encontrarla – habló Hálum.

- No hagas locuras hijo mío, la princesa te necesita, será elegida reina y tienes que apoyarla.

- Lo sé, pero mi instinto me dice que esto pasara pronto, y cuando lo haga iré a buscar a mi madre.

Terminaron la conversación y el chico se marchó a palacio nuevamente con su amada.

Mientras tanto Álita estaba sentada en la sala principal cuando llego Aria e intentó Hablar con ella.

- Hola hija, ayer todo paso tan rápido, no pude hablar contigo ni explicarte por qué me fui – dijo la mujer.

- Te marchaste cuando solo era una niña, yo te necesitaba y tú decidiste abandonarnos, eras la reina y abandonaste a tu pueblo, no puedes llegar aquí y esperar que te perdone así por las buenas – respondió la chica con tono serio y enfadada.

- Lo sé, soy consciente de lo duro que debe ser esto para ti y más con todo lo que estás pasando, pero cuando conocí a tu padre él era el príncipe, yo vivía en un pequeño poblado por el cual paso en una misión de reconocimiento para ver que todo estaba en orden, nos enamoramos y te tuvimos a ti. Yo siempre había ansiado las aventuras, vivir libre y no anclada a un trono, necesitaba conocer mundo e Irion lo sabía. Me marche cuando eras muy joven y toda mi vida el único remordimiento que he tenido ha sido no verte crecer, no estar aquí para apoyarte o para darte consejos sobre qué hacer con ese chico que nos ha salvado. No espero que me perdones pero por favor, si quieres hablar conmigo siempre podrás encontrarme, tienes mi apoyo, mi ayuda y mi consejo ahora que te enfrentas a la difícil situación de ser reina.

Ángel Caído: El regreso de los caídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora