Gúldur despertó en su tienda de campaña. Se sentó e intento concentrarse para ver cómo estaban las cosas en Amber. Solo vio oscuridad, campos plagados de nigrontes, parecía de noche pero no lo era, todo era un embrujo de Ócurum para que sus topas se desplazaran con mayor velocidad sin la molestia de la luz del sol. En su mente sintió al otro oráculo de palacio, sintió la conexión con Anderón.
- Hola Gúldur, sé que estás ahí, noto tu presencia, ahora dime ¿Cómo va vuestra marcha? ¿crees que llegareis a tiempo? – dijo el oráculo de palacio.
- Mi corazón y mi cabeza me dicen que sí, estamos a tan solo unas horas de Amber. Llevamos la esperanza y la luz con nosotros.
- Me alegra escuchar eso, os he visto venir y se lo he comunicado al rey, está esperanzado y su esperanza reside en el chico, el mitad nigronte ¿es realmente el de las leyendas?
- No sé si esas leyendas serán ciertas, pero tiene algo especial y diferente, está claro que es mitad nigronte y no cabe duda de que es descendiente del primer caído, posee en su interior una fuerza y una magia que hace mucho tiempo que nadie ha visto.
- Bien, la conexión se apaga Gúldur, daos prisa, no sé cuánto podremos aguantar – termino Anderón.
El oráculo salió de su tienda de campaña y pudo ver como el sol empezaba a alzarse sobre las montañas, había amanecido y en el campamento ya había bastante actividad. Muchos ángeles empezaban a recoger sus tiendas pues había que partir cuanto antes. Hálum dialogaba más allá con Jarman y con Gary, se los veía más o menos animados a pesar de tener en su rostro cierto tono de preocupación por la batalla que estaban a punto de librar.
- Te admiro, simplemente esa armadura y esa espada, todo lo que se dice de ti es admirable – decía Gary.
- No quiero admiraciones ni elogios, soy una persona normal como cualquiera de los que están aquí, todos tenéis el mismo valor pues todos luchareis con nosotros por la libertad – respondía Hálum humildemente.
- Algún día serás rey, te casaras con la princesa y lo serás y créeme, Álita me importa muchísimo y no se me ocurre nadie mejor para casarse con ella que tu – concluyo Jarman dedicándole una sonrisa al chico.
Gúldur se acercó a ellos decidido.
- Espero que estéis preparados muchachos, dentro de nada partiremos y será la última marcha de este largo viaje. Caminamos hacia la guerra – intervino el oráculo.
- La ultima marcha ¿verdad? Quien sabe, tal vez algún día los libros de historia hablen sobre nosotros, pero hoy debemos jugarnos nuestra última carta para decidir si lo hacen para bien o para mal – comento Vélder que llego también a esa zona.
- Me alegra pelear junto a vosotros los caídos, os habéis buscado la vida y habéis empezado la pelea mucho antes de que el mal llegara a Ángelus, sois hijos de la libertad – hablo también Bendelom uniéndose al grupo.
Intercambiaron palabras durante poco tiempo más, pues rápidamente todos se pusieron a recoger el campamento. Cuando todo estuvo recogido Jason se dirigió a Gúldur y a Aria que estaban charlando amigablemente a la espera de partir, hablaban como si se conocieran de toda la vida aun que se habían conocido hacia poco tiempo.
- Ordenad a los vuestros que dejen los fardos y todo lo que no sea indispensable aquí como harán mis soldados, debemos viajar con lo puesto pues no es recomendable cargar lastres en la batalla, viajaremos rápido, pararemos en el valle de Céler a tomar posiciones para la batalla – ordeno el gobernador.
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Ángel Caído: El regreso de los caídos
FantasíaTras la batalla por la piedra del ángel en la tierra los ángeles caídos que sobrevivieron regresaran ahora a su planeta, pero la guerra se endurecerá cuando el enemigo envíe a Ángelus una horda de más de cien mil soldados con un solo fin, sumir a lo...