Ángel Caído: El regreso de los caídos

17: Lagrimas por los que murieron

Hálum entro en palacio seguido de Arthon, Vélder, Gúldur, Anderón y Jason. Querían saber el estado de salud del rey. La princesa se lanzó a los brazos de Hálum con lágrimas en los ojos.

- Estoy aquí, me tienes a tu lado mi amor – dijo el chico.

- Los médicos dicen que mi padre está muy grave Hálum, que tiene difícil vivir, no puedo perderle – respondió ella.

- Irion es fuerte, luchara por vivir mi señora, le he visto salir de momentos peores, aún hay esperanza – intervino Arthon.

En ese momento uno de los médicos encargados de estar con el rey salió de los aposentos de Irion hasta la sala principal de palacio.

- Su majestad está estable de momento, aunque algo grave – habló el doctor.

- Malas noticias son esas, pero debo verle, y la mujer líder de los guardianes de la sombra también debe hacerlo, debemos transmitirle un mensaje. Después podrás entrar tu mi señora – se dirigió Gúldur a Álita.

Todos asintieron y el oráculo fue a buscar a Aria para entrar a los aposentos de Irion a transmitirle aquellas importantes noticias.

Mientras tanto la princesa se fue a su habitación con Hálum y desde el balcón, abrazados contemplaron las estrellas.

- Desde que mi padre te desterró no he parado de pensar en ti, en cómo te irían las cosas en la tierra – Hablo ella con rostro triste.

- He soportado el dolor más insufrible al estar en lugares que me eran totalmente extraños y no tenerte a mi lado mi pequeña – respondió el chico.

- Siempre soñamos con esto antes de que todo pasara, con poder estar juntos abiertamente sin miedo a nada, con poder contemplar la dulce noche desde nuestro balcón y ser felices, pero todo ha resultado ser distinto, las calles de nuestro hogar están manchadas de sangre y llenas de cadáveres ¿Por qué tanto sufrimiento mi amor?

- No lo sé Álita, el mundo nos ha deparado dureza, hemos descubierto la maldad que pueden albergar algunos seres pero también hemos demostrado que podemos sobreponernos, que luchando por lo que amamos nada puede acabar con nuestra voluntad.

- ¿Por qué luchas tu Hálum?

- Por ti, por pasar un segundo más a tu lado, la distancia que esta guerra a puesto entre nosotros me ha hecho valorar más lo que tengo, lo que somos.

La pareja se abrazó más y se besaron los labios durante un rato mientras seguían charlando de sus cosas, de cómo serían las cosas ahora.

De pronto alguien llamo a la puerta y dieron la orden de entrar, era Vélder.

- Disculpad, en el salón principal se ha formado un consejo para organizarnos ahora que la batalla ha acabado y creo que deberíais acudir.

- Ahora iremos amigo mío, te presento a la princesa, ella es Álita, de la que tanto te he hablado este tiempo – respondió Hálum.

- Un placer conoceros mi señora, por cierto, Gúldur me ha dicho que debes ir a ver al rey, mientras tanto nosotros charlaremos.

La chica asintió y todos salieron de allí. La princesa marcho a los aposentos de su padre mientras Hálum iba a reunirse con los líderes de la alianza.

En el salón principal de palacio, en una mesa estaban todos los capitanes principales. Hálum se sentó.

- Bien, terminada la batalla debemos gestionar varios asuntos, el ejercito de Espealia y los guardianes de la sombra podréis montar el campamento en el llano fuera de la ciudad esta noche, los cuerpos sin vida de los enemigos ya están siendo apilados y preparados para ser quemados mientras que los cadáveres de los ángeles se están apilando para ser identificados y enviados a sus familiares con los que trataremos de pactar un entierro conjunto – comunico Gúldur.