Vendetta - Larry Stylinson

Capítulo 26

Los días pasaron paulatinamente en Holmes Chapel, y se convirtieron en meses, luego fueron años.

Cuatro hombres se paseaban por el pueblo con total libertad. Nadie allí recordaba aquel incidente, ni mucho menos le daban importancia. Eran cuatro pueblerinos más, normales, del montón. Vivían sus vidas como la eligieron, pues habían continuado.

Después del juicio, ellos se propusieron internamente olvidar todo lo sucedido. En buenos o malos términos. Zayn había reestablecido su relación con Louis tiempo después, aunque no podía decirse que era la misma de antes. También había manifestado su arrepentimiento por lo que le habían hecho a Harry, por todos esos años en dónde lo único que hizo fue hacerle la vida imposible. Cuando Louis le preguntó qué le había hecho cambiar de parecer, Zayn le dio a entender que aparentemente fue el hecho de que Harry los hubiera ayudado, después de todo, mintiendo, incluso contra su propio provecho. Pues le había resultado un poco desconcertante, lo que le hizo cuestionarse el por qué de su actitud tan mierda todos esos años. Harry nunca fue una mala persona, y él sólo trató toda su vida arruinarle la suya.  Tal vez habían celos de por medio, o tal vez era el miedo de perder a su amigo por alguien más. ¿Quién sabe? Lo único que sabía es que había sido un hijo de puta.

Por otro lado, tampoco pudo continuar con su carrera de abogado, por obvias razones, claro. Pero se propuso fervientemente, después de intentar recuperar a Liam y haber fracasado, que se dedicaría plenamente a recuperar esos años perdidos con otra profesión.  Ahora, le iba bastante bien siendo un arquitecto. Con el pueblo yendo en un provechoso aumento, lo hacía también su población y por ende las construcciones. 

Zacharias Moore no había cambiado mucho. Su mentalidad continuaba siendo un poco retrógrada y machista, pero era inútil negar que los años y la experiencia lo habían hecho reflexionar  acerca de todos los errores cometidos tiempo atrás. Era un hombre solitario. Como propietario de algunos camiones de carga gigantes que alquilaba para que recorrieran el país transportando diversos artículos a distintas empresas, no tenía suficientes motivos en los cuales gastar su tiempo libre. Le iba bien económicamente, pero estaba sólo. Cyndi lo había abandonado por otro hombre y se había llevado a sus hijos con ella, dejándolo con una gran cuenta bancaria, pero sin nadie en quien poder gastarla.

Zack y Louis nunca volvieron a tener contacto.

Lamentablemente para Oliver no fue tan bueno el asunto. Vivía constantemente entrando y saliendo de centros de rehabilitación. Entre el pueblo y Londres. Y su mala apariencia e incluso en ocasiones mala higiene, lo hacían ver como un viejo vagabundo al que todos evitaban cuando pasaban cerca de él. Él nunca logró nada más que obtener culpas y adicciones.

Hubo un período significativo, sin embargo. Hace unos años. Parecía un hombre nuevo, algo demacrado por las huellas que deja el alcoholismo, pero bastante mejorado. Había conseguido una novia, una mujer algo mayor que había llegado al pueblo. Se le veía ordenado y feliz viviendo con ella, pero no duró mucho. En cuánto ella tuvo que viajar por asuntos de su trabajo, él recayó en sus vicios y ella al regresar se encontró con una casa vacía y una cuenta bancaria en el mismo estado.

¿Su conclusión? Las drogas eran más fuertes que el amor y la estabilidad que ella le daba.

Louis, en cambio, se alejó de todo y  todos. Dejó atrás su vida anterior, la fama y reconocimiento que tenía en el pueblo, sus proyectos de extender el negocio en el resto del país, a sus antiguos amigos, pues la situación lo obligo a dejarlo todo. Ahora tenía una casa hermosa en las afueras, de grandes campos y estructura moderna, la cual pudo costear una vez que vendió el restaurante. Vivía solo, pero la mayor parte del tiempo la pasaba con Mabel, en aquellas tardes en las que ella no quería estar sola en casa, recordando, desde la muerte de su esposo, y se asentaba unos días en la de Louis.