Caput octavum.

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- Vete, lo digo en serio, mis padres llegaran en cualquier momento.

- No Jeonghan, aún te debo una lección de matemáticas, es lo menos que puedo hacer luego de que me hayas ayudado.

Jeonghan suspiró.

Eran las nueve de la noche y Joshua se negaba a irse con la estúpida excusa de que aún debía darle su clase de matemáticas.

- Me puedes enseñar otro día, ¿No tienes cosas que hacer?

- No.

Pero ya era tarde, porque ambos pudieron oír la puerta de la entrada abriéndose.

- ¡Ya llegamos Jeonghan!

Genial, lo ultimo que falta es que el idiota se presente como: "Hola, mucho gusto, soy el chico que esta enamorado de su hijo y se niega a irse de su casa"

Los padres de Jeonghan se acercaron a ellos.

- ¿Quien es él? - Preguntó su padre.

- N-Nadie, el ya se iba. - Contesto rápidamente Jeonghan.

- Me llamo Hong Jisoo, soy un compañero de clases de Jeonghan, es un gusto.

Jisoo extendió su mano derecha hacia él padre de Jeonghan.

El hombre se quedó mirándolo unos segundos y luego le correspondió el saludo.

- ¿No crees que ya es un poco tarde para que estés aquí? - Le pregunto.

- Querido, no seas grosero con el nuevo amigo de nuestro hijo. - Dijo su madre.

- No es mi amigo. - Murmuro Jeonghan.

- Pero mi esposo tiene razón, es muy tarde, ¿No te gustaría quedarte a dormir? - Le pregunto la madre de Jeonghan a Jisoo.

- ¡No! - Exclamo el pelinegro, provocando que sus padres lo miraran raro. - Digo... Él seguro tiene muchas cosas que hacer.

- De hecho, Jeonghan, no tengo nada que hacer, además, ¿Y si me pasa algo? Tu tendrás la culpa por echarme de tu casa. - Contestó Jisoo con una sonrisa.

- ¡No digas eso! - Le reclamo Jeonghan.

- Ya chicos, no discutan, y tu Jisoo, no te preocupes, puedes quedarte, ¿Quieres avisarle a tus padres?

- Eh, no, vivo sólo.

- ¿Solo? ¿Cuantos años tienes? - Le pregunto de pronto el padre de Jeonghan.

- Dieciocho.

- Ya veo.

- Ehh, chicos, vayan arriba, luego le digo a Iko que les lleve la cena, y Jeonghannie, prestale algo de ropa tuya para que use de pijama. - Les dijo la mujer.

Ambos asintieron y se fueron a la habitación de Jeonghan.

Una vez allí, el pelinegro dijo:

- Siempre te sales con la tuya, ¿No?

- Te sorprenderías.

- Como sea, no me molestes, estaré haciendo la tarea de literatura.

Joshua asintió y se recostó en la cama del pelinegro.

Adversus mundi » Jihan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora