— ¿Estan nerviosos? — Preguntó Soonyoung.
— No... Bueno, de hecho si, ¿Quien no lo esta? — Contesto Seungkwan
Los resultados de los exámenes se darían ese mismo día.
Y por supuesto, nadie estaba tranquilo, ya que el resultado de ellos, determinarían su futuro.
Porque eran los resultados de los exámenes finales.
— ¿Tu crees que me fue bien? — Le pregunto Seungcheol a Jihoon.
— Por supuesto que no, eres un bobo. — Contesto.
Todos guardaron silencio.
Pero inmediatamente comenzaron a reír.
— Casi me la creo, Jihoonie. — Seungcheol río y deposito un beso en la frente de su novio.
— Como sea, ¿A que universidad irán? — Preguntó Hansol.
Todos comenzaron a hablar sobre las carreras que estudiarían y a que universidades asistirían.
Ya que a pesar de que aún no recibían los resultados de los exámenes, se sentían bastante confiados en que todos aprobarían.
Sin embargo había alguien entre todo él grupo que no había dicho ni una sola palabra.
— Jeonghan. Tu no has dicho nada. — Le dijo Mingyu.
— Oh, bueno... La verdad es que me han llegado algunas ofertas... — Susurro.
— Eres buen alumno, no me sorprende. — Comento Seungcheol.
— Me ofrecieron una beca en la Universidad Nacional de Seul...
— ¿¡En serio!? — Exclamó Soonyoung.
— ¿Y aceptarás? — Le pregunto Minghao.
— Como les dije, tengo algunas ofertas, todavía tengo que pensarlo bien.
Jeonghan no parecía muy animado y Jisoo no decía una palabra, cosa que se les hizo raro a todos sus amigos, pero aún así le restaron importancia.
°°°
Como habían esperado, afortunadamente todos aprobaron.
Pero, Jeonghan continuaba con mala cara y uno de sus amigos lo notó.
— Oye. — Jihoon lo llamó unos minutos antes de que sonara la campana.
— ¿Que sucede? — Respondió sin retirar su mirada de la hoja que se encontraba en su mesa.
— Eso debería preguntarte yo.
El pelinegro suspiro.
— Tener varias ofertas de universidades no es tan genial como parece, ¿Sabes?
— ¿Por qué?
— Verás...
En ese momento se escucho la campana.
— ¿Puedo ir a tu casa hoy en la tarde y ahí explicarte todo? — Le preguntó.
— Si, claro.
Horas más tarde Jeonghan se encontraba en la casa de Jihoon a punto de explicarle lo que lo tenia tan preocupado.
Pero una vez más los interrumpieron, esta vez por él timbre.
— ¿Y ahora qué? — Se quejó él más bajo yendo a abrir la puerta.
— ¡Hola hyung! — Jeonghan escuchó una voz conocida.
— Oh, lo había olvidado... — Murmuró el más bajo dejando pasar a la persona que tocó él timbre.