Caput viginti unum.

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Las últimas dos semanas, Seungkwan se había tenido que quedar después de clases todos los miércoles a ensayar una canción.

Ya que la profesora tuvo la magnifica idea de meterlo a la fuerza en un concurso de talentos que habría pronto en la escuela.

El problema era que nunca había cantado en frente de muchas personas y eso lo ponia muy nervioso.

Y además había algo que lo tenia bastante preocupado.

Desde que había comenzado a ensayar, siempre oía ruidos detrás de la puerta de la sala donde ensayaba.

¿Seria un fantasma? Nunca le habían dicho que el instituto estaba embrujado.



°°°



Hansol llevaba dos semanas quedando despues de clases por un castigo.

Sólo le había gritado a una profesora, ¿en verdad era para castigarlo por tanto tiempo?

Pero a pesar de eso, había algo bueno detrás.

Pasando por delante de la sala de ensayos del club de canto, oyó una voz.

Y no solo una voz cualquiera.

Era la voz de la persona que lo había llamado y le había cantado hacia un par de semanas.

La voz con la cual se quedó totalmente hipnotizado.

Podría averiguar quien era el dueño de esa angelical voz, pero por alguna razón tenia miedo de abrir la puerta de esa sala de ensayos.

¿Que tal si habría la puerta y lo que veia lo decepcionaba?

Por eso simplemente se había limitado a oír a través de la puerta.

Y cuando sentía que la persona había terminado, se iba rápidamente.

Seria vergonzoso que lo descubriera espiando.

Sin embargo la curiosidad cada día era más y no se sorprendería si uno de esos días habría la puerta para averiguar quien era.


°°°

Jeonghan despertó en los brazos de Jisoo.

Debían ser las nueve de la mañana, no sabia por que pero siempre despertaba a esa hora, era como si tuviera un alarma en la cabeza o algo así.

Observó a su novio, quien seguía dormido.

Recordó las palabras que Jisoo le había dicho la noche anterior.

"Te amo"

¿En verdad el lo amaba?

Nunca, nadie mas que sus padres le habían dicho "Te amo".

No pudo evitar sonreír, ya que se sentía muy afortunado de tener un novio tan maravilloso.

— ¿Que miras? — Preguntó de pronto.

— ¿No estabas dormido?

— No, desperté antes pero te veias tan angelical y hermoso mientras dormías que no pude despertarte.

Adversus mundi » Jihan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora