—Nada —Kouji baja su móvil con impotencia.
Este es el tercer día en el que no han sido capaces de ponerse en contacto con Oumi. No hay señales de que hubiera regresado a su apartamento, e incluso su familia no sabe nada. Sus padres ya han presentado una denuncia de desaparición.
—Bueno, tú la conoces. Probablemente sólo aparecerá en algún lugar como si nada hubiera sucedido.
—Sí, eso sería bueno... —Yoh responde con una expresión sombría. Está preocupada por Oumi, por supuesto, pero el incidente con Fuminori de hace tres días todavía debe estarle pesando en su mente.
Yoh no ha visto a Fuminori desde entonces, y él no ha hecho ningún esfuerzo por acercarse a ellos. Cuatro personas solían reunirse en esta cafetería entre clases, pero ahora sólo hay dos.
—Hey, Tonoh-kun, sigamos pensando. ¿No hay algún lugar al que Oumi-chan podría haber ido?
—No... —responde evasivamente Kouji—. Ya los revisé todos.
Es una mentira, por supuesto. Kouji sabe a dónde planeaba ir Oumi esa tarde, pero no quiere sacar el tema de Fuminori delante de Yoh. Su silencio incómodo se rompe gracias a Dios por la campana que marca el inicio de la siguiente clase.
—Bueno, me tengo que ir.
—Sí...
Si Kouji no se equivoca, se supone que Yoh también tiene clase, pero ella sigue allí sentada como si estuviera en trance. Incapaz de pensar en algo que decir, de mala gana sale de la cafetería. Ambos, la desaparición de Oumi y la depresión de Yoh preocupan a Kouji, y ambos problemas conducen exactamente al mismo lugar.
«¿Qué diablos está haciendo Fuminori...?»
Cuando Oumi desapareció, lo primero que hizo Kouji fue preguntarle a Fuminori. Después de todo, la última vez que había visto a Oumi era justo antes de que saliera furiosa a discutir con él. Fuminori había respondido con una negación contundente e inequívoca, y había actuado como si no tuviera la menor idea de por qué Oumi habría ido a su casa. Tal vez eso era natural, ya que él no sabía que Oumi y Kouji lo habían visto reducir a Yoh a un montón de lágrimas.
En primer lugar, ¿realmente llegó Oumi a casa de Fuminori? Ella estaba muy alterada al irse, y podría muy bien haberse calmado y cambiado de idea a mitad del camino. ¿O tal vez se metió en problemas?
Kouji llegó a la conclusión —o, más bien, se convenció a sí mismo— de que una de estas posibilidades era la verdad, negando inconscientemente la única posibilidad restante. En otras palabras, la posibilidad de que Fuminori estuviera mintiendo, de que se había encontrado con Oumi, y estaba involucrado en su desaparición...
Al ser interrogado por la policía, Kouji sólo dijo la verdad sobre el destino de Oumi hasta la localidad y la estación de tren, afirmando que no tenía idea de dónde había planeado ir después de eso. Él quería cooperar con la búsqueda, por supuesto, pero sabía que Oumi no podría haber llegado a la casa de Fuminori. El mismo Fuminori lo dijo, ¿no? En ese caso, le había dicho a la policía todo lo que necesitaba saber.
Ya que no quería involucrar al aún frágil Fuminori, se vio obligado a aceptar esta lógica endeble. Pero ahora, el conflicto se ha acumulado en el interior de Kouji sin darse cuenta, y sólo una sospecha informe hacia Fuminori ronda por su mente.
Kouji está sumido en sus pensamientos, sin prestar atención a su entorno, pero tal vez eso es lo que le permite captar la vista de la espalda de su amigo a través de la multitud de estudiantes en movimiento.
«¿Fuminori?»
Al principio, Kouji asume que está dirigiéndose a la sala de conferencias, pero pronto parece que más bien se está yendo a casa.

ESTÁS LEYENDO
Saya No Uta
Mystery / ThrillerSaya no Uta (Canción de Saya) es una novela visual japonesa lanzada en 2003 por Nitroplus cuyo guión fue escrito por Gen Urobuchi, conocido por escribir los argumentos de obras como Puella Magi Madoka Magica, Fate/Zero y Psycho-pass, entre otros. Sa...