Capítulo 14

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—Gracias por tomarse el tiempo para vernos— dice Kouji, su reverencia humilde oculta su sorpresa ante la juventud de la doctora.

Incluso sin su maquillaje ligero, no aparentaría más de treinta años. Debe ser muy talentosa para ser un neurocirujano líder a una edad tan joven.

—No hay de qué. Estaba esperando que viniera alguien como ustedes dos.

Su amigable sonrisa contrasta con la frialdad que uno podría esperar de su refinada belleza.

—Es un placer conocerles. Soy la doctora Tanbo Ryouko, médico de cabecera de Sakisaka Fuminori-kun.

—Soy un amigo de Fuminori, Tonoh Kouji. Ella es Tsukuba Yoh.

Yoh le da una reverencia rápida, con una expresión de disculpa. Cuando llegaron al Centro Médico de la Universidad T y pidieron ver al médico de Fuminori, Kouji y Yoh estaban preparados para el rechazo. No esperaban la facilidad con la que fueron capaces de ver a la doctora.

—Ustedes dicen que quieren saber qué pasa con Sakisaka-kun. Bueno, yo también.

—Ya veo...

—Él no vino a su revisión de hace dos días. Traté de llamar a su casa, pero no hubo respuesta.

Hace dos días... el día en que Fuminori había estado buscando esa misteriosa casa abandonada. Kouji frunce el ceño, preguntándose qué había sido lo suficientemente importante como para hacerle abandonar su cita.

—¿Cómo es él en la escuela?

—Es alguien... totalmente jodido. —Al ver a por la esquina de su ojo cómo los hombros de Yoh dan un tirón, Kouji lamenta no elegir sus palabras con más cuidado—. Desde el accidente, ha sido como una persona completamente diferente. No tenemos idea de qué hacer ahora. Así que pensamos que hablar con usted podría ayudar.

—¿Son estudiantes de medicina también?

—¿Eh? Sí.

—¿Quieren ver su historial?

—¿Realmente nos lo enseñaría?

Después de contemplar brevemente al incrédulo Kouji, la doctora Tanbo suspira y dice:

—Parece que alguien quería verlo, y sin el permiso del hospital además.

—Hace dos noches, alguien entró en el hospital y robó el historial de Sakisaka-kun de los archivos.

—¿En serio?

Ella mira fijamente a los asombrados estudiantes, luego sacude la cabeza con una sonrisa cansada.

—Bueno, no parece que ustedes dos estén involucrados. Me siento aliviada.

—¡P-por supuesto que no lo estamos!

—Sin embargo, el culpable debe haber tenido interés en la condición de Sakisaka-kun, o quería borrar sus registros. De cualquier manera, sólo puedo suponer que se trataba de alguien cercano a él.

—Ya veo...

Parpadea un pensamiento inquietante en la mente de Kouji. «No podría haber sido el mismo Fuminori, ¿o sí?»

Kouji mira a la doctora Tanbo y la encuentra mirándolo de regreso con una expresión grave. Se da cuenta de que ella debe portar la misma sospecha.

—¿Qué piensan ustedes? ¿Tienen alguna idea de quién entre sus asociados podría haberlo hecho?

Tal vez Tanbo no tenía a nadie en mente cuando se le preguntó, pero los pensamientos Kouji inmediatamente volaron hacia la casa misteriosa a la que fue Fuminori.

—No sé si están asociados o no, pero... hay alguien llamado Ougai, probablemente un médico o un...

Kouji deja de hablar al ver el cambio radical que surge en el rostro de Tanbo.

—¿Lo conoce?

—¿Saben cuándo y dónde Sakisaka-kun encontró por primera vez a ese hombre?

—No, eso es lo que me gustaría saber. Doctora, ¿quién es este Ougai?

Después de permanecer en doloroso silencio durante algún tiempo, Tanbo suelta un pesado suspiro.

—Bien. No es como si no pudieran averiguarlo por su cuenta con bastante facilidad. Ougai Masahiko era profesor en esta universidad. Fue despedido hace más de seis meses sin embargo, a raíz de varios escándalos.

—¿Escándalos? ¿Qué hizo?

—No puedo decir nada más a desconocidos. Y, de todos modos, no tiene nada que ver con Sakisaka-kun.

Kouji no tiene ningún argumento con el que responder al completo rechazo de Tanbo. Sin embargo, no puede sacudirse la sensación de que esta persona Ougai es la clave para desentrañar el misterio que rodea a Fuminori.

—Doctora —dice, decidiéndose finalmente—, Sakisaka Fuminori podría estar... involucrado en un crimen.

Ante esta declaración repentina, tanto Tanbo como Yoh levantan sus cejas.

—¿Qué quieres decir?

—Alguien desapareció después de ir a verlo. Fuminori niega cualquier implicación, por supuesto.

—¿Te refieres a... Oumi-chan?

Kouji es incapaz de soportar la conmoción en la voz de Yoh.

—Lo siento, Tsukuba... no podía decírtelo.

Tanbo frunce el ceño, su expresión es aún más grave que antes.

—En este momento, este Ougai parece ser el centro de la atención de Fuminori. Si sabemos quién es y lo que Fuminori está buscando, podríamos comenzar a ver la imagen por completo. Por favor, díganos, doctora. ¿Qué sucedió en este hospital?

La doctora Tanbo duda durante un tiempo, negándose a hacer contacto visual, pero finalmente niega con la cabeza.

—Lo siento. Esto no es... algo que pueda decidir por mi cuenta.

—Doctora...

—Denme algo de tiempo. Haré mi propia investigación ahora que sé que esto no puede ser ignorado.

—Por favor.

Kouji está sin opciones. Todo lo que queda es confiar en esta joven doctora. Es frustrante, pero hay un límite para lo que se puede hacer por un amigo.

—Intercambiemos números de teléfono. Les llamaré si me entero de algo, y me llamarán en cuanto algo pase.

—Sí, está bien.

Saya No UtaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora