Capítulo 20

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Yoh se encuentra a sí misma sentada sola en la cafetería, buscando un rostro familiar mientras su almuerzo se enfría en la mesa delante de ella. No es como si ella y Kouji hubieran planeado reunirse, y no sería nada raro para él tener otro compromiso. Cuando él no había podido acompañarla antes, Oumi y Fuminori tomaban su lugar.

Pero ni Oumi ni Fuminori estaban aquí.

Yoh pone a un lado sus palillos, su apetito está arruinado por la falta de compañía... y aún más por la ansiedad que la devora. Sabe que la ausencia de Oumi no es causada por alguna enfermedad o un compromiso inevitable.

No sabe por qué Fuminori se volvió repentinamente en su contra. Si Kouji estuviera aquí, podría contar con él para distraerla de sus preocupaciones con una conversación cualquiera. Ahora que sólo se tiene a sí misma, Yoh se vuelve consciente de la poca tolerancia que tiene a la soledad.

Comienza a sentirse paranoica, siente como si el mundo estuviera tramando robarle todo lo que tiene. ¿Qué está pasando aquí exactamente? ¿A dónde ha ido Oumi? ¿Realmente Fuminori no está involucrado? ¿O es él la clave de este misterio, como sospechan Kouji y la doctora Tanbo?

Yoh nunca olvidará lo que sucedió el pasado jueves. Sola y sin una salida a su dolor después de que Fuminori la destripara verbalmente, Yoh había tenido la suerte de avistar a Kouji. Preocupado, él la había escuchado y, a pesar de que difícilmente podría solucionar su problema, su bondad la había consolado. Al mismo tiempo, Oumi se había ido hacia a la casa de Fuminori... y no se había sabido nada de ella desde entonces.

Yoh sólo ha sido consciente de la conexión de Fuminori con la desaparición de Oumi desde ayer, cuando la verdad había sido revelada durante su visita al Hospital de la Universidad T.

«¿Y si...» Yoh considera una nueva posibilidad, tratando de encontrar la respuesta a la pregunta: ¿Por qué Oumi de repente decidió ir a la casa de Fuminori? ¿Y si no era una coincidencia que Yoh se encontrara con Kouji ese día? ¿Y si Kouji y Oumi se enteraron de lo que había ocurrido entre ella y Fuminori, y ambos decidieron actuar por separado?

Oumi podría haber visto el enfrentamiento en el patio, podría haber estado escuchando. Eso es bastante probable.
Mientras la idea se forma en su mente, Yoh se siente como si algo estuviera destrozando su cuerpo desde el interior. Es sólo una posibilidad pero, si es verdad, entonces lo que le pasó a Oumi también es responsabilidad de Yoh, ¿no?

—Uhn... —Yoh agarra su cabeza, gimiendo de dolor.

La comida en su bandeja ya está fría, aunque no la habría comido de todos modos. A pesar de la frustración y la ansiedad que la atormenta, Yoh es incapaz de actuar por su cuenta. Ella nunca ha sido muy flexible, ni es conocida por su aguda intuición. No tiene la menor idea de cómo responder ante esta situación.

S

i Oumi estuviera aquí, probablemente le diría a Yoh que pensara positivamente y confiara en sus instintos. Yoh siempre ha dependido de la energía de su mejor amiga... ahora que Oumi se ha ido, Yoh se da cuenta de lo débil e inútil que es. Sin poder detenerse a si misma, sólo puede hundirse más y más en un círculo vicioso de autoaborrecimiento.

El repentino sonido de su teléfono que suena es lo que la rescata de estar al borde de la desesperación. Es un mensaje de texto. No hay título, y quien lo envía es...

—¡¿Oumi-chan?! —Yoh grita por la sorpresa. El mensaje, sin embargo, es aún más desconcertante.

"¿Quieres saber sobre Sakisaka Fuminori? Si es así, ven a su casa sola. No le cuentes a nadie"

Saya No UtaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora