Mi Alpha

Capitulo 4

| JONATHAN |

¿Qué diablos quería que hiciera para que se diera cuenta de mis sentimientos? Creo que desde que dormimos juntos empece a tener sentimientos hacia él. Empece a enamorarme de él.

Kristel... ¿Porqué no te puedas fijar aunque sea un momento en mi como hombre y no como tú mejor amigo?

Mire al nuevo estudiante, era... muy mono y adorable, reí al escuchar su tartamudeo para presentarse ante la clase. Vi como se mordió el labio inferior y sus ojos se cristalizaban al escuchar las risas de mis compañeros. Qué lindo.

—Siéntate con Narváez —ordenó el profesor. Levante la mano para que el niño supiera donde se iba sentar. El niño obedeció y con pasos torpes fue a mí, sentándose al lado mío.

— ¿Cómo te llamas? No escuche muy bien tu nombre, uhm debido al tartamudeo... —mencione cuando saco el libro correspondiente a la clase. Biología.

Él me miro. Sus ojos eran... ¿azules? Desvío la mirada rápidamente concentrándose únicamente en su libro como si fuera la cosa mas interesante en el mundo. Nunca había visto unos ojos azules... tan hermosos y tan únicos. Siempre quise ver unos. Desde pequeño había sido mi mayor sueño.

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¿Dónde se había metido ese niño? Llevaba buscándolo desde que salimos cuando el timbre del descanso sonó. No creo que tuviera amigos en su primer día. En eso vi a lo lejos una bola de personas agrupadas. Conforme me iba acercando escuchaba chillidos o gritos como "¡Que mono!" "¡Que lindo!" "¡Es una lindura!" y demás. Con algo de dificultad pase hasta el centro de atención y me di cuenta que era el chico nuevo. Estaba muy sonrojado y su cuerpo estaba temblando. Me acerqué a él y puse una mano en su cintura, acercándolo a mí. Él me miro asustado por eso le sonreí en modo de tranquilizarlo. Pero no funciono. Mire a todas las personas que estaban a nuestro alrededor.

—Dejen de molestarlo. Lo asustan.

— ¡Ahh Joni no seas así!

— ¡Que injusto eres!

— ¡Compártelo!

Y demás cosas me decían mientras pasaba por todas las personas de la bola. Lleve al chiquillo al baño de hombres. Lo dirigí a la barra del lavamanos y lo senté cuidadosamente. Que liviano es.

—Tranquilo. No paso nada. ¿Cómo te llamas? —pregunte. No me había dicho su nombre cuando se lo pregunte.

—K-Kri-Kristel... Uhm ¿y tú? —me pregunto con su voz tierna, esta vez si me miro. Creo que empezaba a tomarme un poquito de confianza.

Sonreí.

—Jonathan.

Él me correspondido la sonrisa. Su sonrisa era muy enternecedora y linda. Era sin duda muy bonito.

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— ¡No se pierdan, busquen bien! —nos grito el profesor.

Todos empezaron a correr, perdiéndose en el bosque. Llevaba casi un mes de conocer a Kristel y nos habíamos vuelto mejores amigos. Inseparables. Nos habían dado 3 días de excursión al aire libre. El profesor dijo que podíamos formar equipos de 2. Obviamente yo le pedí a Kristel antes que todos se le a lanzarán preguntándole que si podía formar equipos con ellos. Yo gane y cuando Kristel les dijo que ya tenía equipo todos se decepcionaron. Todos querían a Kristel, gracias a mí había hecho su círculo de amistad extremadamente grande.