Steel dragon

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Cuando terminé de hablar con mis dos compañeros y de haber recogido todas las almas de los demonios que había matada mientras hablaba con Percy miré el reloj y vi la hora, las dos de la mañana.

- Mierda - dije en voz baja.

El ultimo tren pasó hace ya tiempo y sí tenía que ir andando tardaría unas dos horas aproximadamente, como tardaría mucho empecé ha andar.

Mientras caminaba noté varios demonios de poca energía así que decidí dejarlos tranquilos y que no estaban haciendo nada, ya cuando llevaba media hora caminando noté a un demonio muy poderoso a mi espalda, rápidamente me di la vuelta pero no vi nada.

- Estas mucho más alto que cuando te vi por primera vez - dijo una voz femenina en mi oído.

Mi cuerpo se puso en piloto automático, como un rayo cogí la muñeca del sujeto que me había hablado antes, la tire al suelo y me puse encima, cuando ya estaba inmovilizada vi su cara.

- ¿Paimon? - dije a la mujer que estaba inmovilizando, ella era un poco más bajo que yo con pelo castaño, ojos verde claro y los labios pintados de color rojo pasión, vestía con una camisa de color blanco y un camiseta de color rosa, unos pantalones de color rojo claro con unos tacones negros de unos cinco centímetros de longitud - ¿qué haces aquí?.

- Por dos cosas - dijo ella mientras se sentaba - uno, vengo a contarte algo importante, tu enemigo Kazama es la reencarnación de Mitsunari Ishida, eso y lo sabes - dijo y yo asentí - pues él en el pasado intentó liberar al Nue en medio de la guerra civil, él solo pudo ser derrotado por un semidiós hijo de Amaterasu llamado Ieyasu Tokugawa.

- ¿Ese no era un shogún? - pregunté y ella asintió.

- Sí y también era un semidiós al igual que Mitsunari - ella explicó - Mitsunari era hijo de Tsukiyomi, su batalla final fue entre ellos dos y terminó con la victoria de Ieyasu y el hecho del sellar al Nue.

- Y quieres que busque a la reencarnación de Ieyasu ¿verdad? - dije y ella negó con la cabeza - ¿y eso?.

- Tu eres la reencarnación de Ieyasu - ella dijo - y tendrás que visitarle para que te ayude a entrenar y por la otra cosa es que hay un espíritu en el parque de atracciones de Nagashima.

- Pero eso está en dirección contraria - le dije al demonio.

- Lo sé - me contestó - pero el espíritu que hay allí es muy fuerte.

- ¿Que espíritu es? - pregunté con cansancio.

- Es Kuchisake onna - dijo ella con una sonrisa - o la mujer con la boca cortada, quiero que hagas un pacto con ella.

- ¿Por qué? - le pregunté pensativo - ese espíritu mata a todos los hombres que encuentre, no sé cómo me vendría bien tenerla de mi lado.

- Como ya te dije ella es muy fuerte - me respondió ella - puede manejar la niebla a su alrededor y tiene buenas dotes de lucha.

- ¿Y como voy al parque de atracciones?, Esta cerrado - dije con indiferencia.

- No te preocupes - dijo mientras chasqueaba los dedos.

Cuando quise darme cuenta estaba en el parque de atracciones de Nagashima, estaba oscuro pero se veía bastante bien, mientras caminaba vi un banco de niebla que rodeaba una zona con mesas y sillas, sentada en una de esas sillas estaba sentada el espíritu, llevaba puesto una camiseta de color verde de tirantes y unos pantalones cortos de color blanco y unos zapatos de suela plana de color negro.

- Buenas - saludé - tu debes ser Kuchisake onna ¿verdad?.

- Sí - dijo ella al darse la vuelta, ella tapaba su cara con una máscara para no respirar la polución de los coches - ¿quien eres?.

El Niño Prohibido: El Asesino De Los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora