Reencuentro familiar

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Pasamos a través del tori y fuimos por un camino de tierra formado por los senderistas aficionados que suelen caminar por aquí, si os lo preguntáis, si, todavía sigo pensando en lo de ser asesino, pero a lo poco de camino me vi abrumado por la cantidad de demonios, había mas de mil demonios en todo el monte, tras marearme, caerme al suelo  y golpearme la cabeza con algo que no era visible me di cuenta de algo.

- Kurama - dije - ¿hay barreras para proteger  el hogar de la bandada de tengus?.

- Cuatro a lo mejor - dijo Kurama -  de distintos niveles cada una.

- Y ¿como rompemos las barreras? - dijo Natalia -¿ hay algo como una estatuilla, símbolos o sellos?.

- Habrá sellos - nos comunico el tengu - escondidos en distintos puntos del monte.

- Bien - dijo Ivar - ¿donde están?.

- Y yo que sé - dijo Kurama - cuando yo era el jefe no había barreras, y al parecer solos los mortales pueden pasar.

- ¿Entonces como sabes lo de los sellos? - preguntó Iris.

- Porque Yukio era muy fan de los onmyouji (tipo de mago japones que hacia hechizos con sellos de papel) - dijo Kurama - imagino que habrá puesto cuatro barreras porque el cuatro es su número favorito, además me resulta muy extraño que solo haya una barrera muy cerca de la entrada.

- ¿Donde le gustaba pasar el rato a tu nieto cuando era pequeño? - dijo Tony - como un claro o un escondite entre los arboles.

- Bueno, le gustaba jugar con unos pequeños tengus en unos arboles grandes que hay en la parte Este - dijo Kurama - estamos en la entrada que está al Sur, hay que ir por la derecha vamos.

- Señor apoyase en mi - me dijo Tony - no queremos que se haga daño.

- Tony ¿cuantas veces tengo que decirte que no me llames de usted? - dije cansado - somos amigos no un señor del medievo y su vasallo.

- Dejanos cuidarle señor - dijo Lars mientras sonreía - ¿verdad hermana?.

- Claro - dijo Iris - pero no demasiado que está aquí Alex.

- Señorita Iris - dijo Natalia - te agradecería que no dijeras nada de obscenidades.

Nos pusimos a caminar siguiendo la linea de la barrera y a Kurama que nos guiaba mientras silbaba una melodía que había escuchado en una peli de samurais pero volvamos a mi monologo interno.

- Si trabajaba como asesino - pensé -  ¿tendría que trabajar para Izanagi o podría estar con quien me plazca?, ah se me olvidaba, todavía tengo que hablar con mi antepasado Ieyasu Tokugawa,  hijo de Amaterasu, ¿donde tendría que ir?, dudo que esté en el yomi, debió ser un gran hombre ya que fue un buen Shogun, a lo mejor le han ascendido a un dios menor porque su alma la tengo yo, no habrían poder hecho que dos personas tengan parte de la misma alma de un ser anterior, imposible, ¿pero que coño estoy pensando?, lo mas seguro sera preguntar a Amaterasu-neesama.

Mi pensamiento fue interrumpido porque Tony me había arrastrado detrás de una roca para ocultarnos de un demonio araña, mitad superior hombre y mitad inferior araña, el ser era calvo con ojos rojos y piel blanca como la leche, su parte de araña era negra peluda como una tarántula.

- No os escondáis semidioses - dijo el demonio - se que estáis aquí huele a muerte y a sangre.

- Creo que eso va a por vosotros - dijo Ivar mientras nos señalaba a Iris  y a mí.

- Ya nos encargamos nosotros señor - dijo Lars mientras daba una palmada al hombro de Tony.

Ellos de un salto se pusieron delante del demonio y Lars dijo.

El Niño Prohibido: El Asesino De Los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora