Kurama nos lleva a Kurama

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- ¿Como nieto? - preguntó Alex.

- Si, mi nieto - dijo Kurama - se llama Yukio, él es el nuevo líder de los tengus del monte Kurama.

- ¿No debería ser su hijo? - pregunté confuso.

- Mi hijo Takumi murió antes que yo - dijo Kurama - los humanos lo atacaron y los komainus se comieron su alma sin oportunidad de ir al yomi, pero si no os ayudo el Nue acabará con los dioses y con los humanos y nosotros acabaremos en el paro, a todo esto, ¿voy a tener un sueldo?.

- Si claro - le dijo mi madre - por cada trabajo que hagas por mi hijo sera recompensado con dos bolsas de ryo (moneda antigua de Japón que se acepta en el takamagahara, el campamento sengoku y el yomi) cada tengu que haya participado.

- Vale dejad que se lo diga a mis compañeros y salimos a trabajar - dijo Kurama - esperadme aquí.

Él desapareció en un estallido de plumas negras dejándonos solos en un silencio un tanto incomodo, tras tres minutos de silencio mi madre habló.

- ¿Como has hecho eso del corazón?.

- Seiryu (bestia legendaria japonesa, un dragón asiático que simboliza el Este, la primavera y el agua) me lo enseñó - le dije con un poco de miedo - se empeñó en que aprendiera a manejar un sistema circulatorio y me enseñó esa maldición.

- Si me lo ha contado - dijo Alex - impone bastante, me ha dado un poco de miedo la verdad.

- Esa maldición es muy peligrosa - me dijo mamá - gasta mucha energía, podrías haber muerto, ¿tu sabes lo preocupada que estaba?.

- Lo siento - dije cabizbajo - pero era una manera de dejarlo inmovilizado sin tener que luchar.

- Si, lo sé - dijo mamá - pero preocúpate un poco más por ti mismo.

- Si - dijo Alex - piensa un poco en tu bien estar, que no estas solo en el mundo.

Iba a decir algo pero fui interrumpido por una explosión de plumas a mi espalda, me di la vuelta y vi a Kurama con un traje italiano de lujo, ¿qué les pasa a los dioses japoneses con los trajes italianos? serán pijos.

- Ya estoy listo - dijo Kurama sonriendo - ¿cuando nos vamos?.

- ¿Por qué los trajes italianos? - pregunto Alex en vos alta - de Izanami e Izanagi me lo puedo imaginar, son reyes divinos, pero un demonio me cuesta creerlo.

- Bueno yo soy un demonio importante - dijo - el monte Kurama se llama así por mi, yo me encargaba proteger el monte y lidiar con los humanos,era tan poderoso que me podía comparar con Fujin el dios de los vientos, es más una vez nos enfrentamos, estuvimos peleando cinco días y cuatro noches.

- ¿Quien ganó? - preguntó Alex.

- El dios - dijo Kurama - pero por muy poco, me quede sin energía de alma y morí, llevo muerto ciento veinte años, pero bueno vallamos a la superficie, mis compañeros irán cuando partamos al monte Kurama.

Una vez que el demonio terminó con su monologo decidimos que era hora de irnos, le di un beso y un abrazo a mi madre y ella abrió un portal que conducía al campamento, cuando lo crucé me choqué con la espalda de Kurama ya que se había quedado parado en medio del camino, ¿o sería portal? no sé, el caso es que me choqué y tropecé.

- ¡Oye! - dije - no te pares en medio.

- Japón no ha cambiado nada - dijo con la boca abierta - está igual que hace ciento veinte años.

- Eh, si ha cambiado - dijo Alex - es más es uno de los países con más desarrollo tecnológico del mundo.

- ¿Como tecnológico, qué es eso? - dijo el tengu - dime un ejemplo.

El Niño Prohibido: El Asesino De Los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora