Encuentro el tesoro perdido

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Punto de vista de Shisui.

- Estupendo - dije un tanto alegre - en mi forma de zorro llegaremos antes.

Ella asintió y yo me transformé en mi forma de zorro completa, al ser mi pelaje negro Hinata apagó las luces y abrió la puerta, esperé hasta que no quedase casi gente patrullando, cuando las chicas doblaron una esquina salí corriendo en la dirección en donde estaba mi amigo.

- ¿Qué ha pasado? - dijo el medico por encima del viento.

- Un oni le lanzó contra un árbol - le contesté - creemos que puede tener una hemorragia interna, también tiene una brecha en la cabeza y ha perdido mucha sangre.

- ¿Cuándo llegaremos? - dijo ella.

- En poco tiempo - dije.

En un par de minutos llegamos a la cueva en donde esta Aru y su madre, Hinata se bajó de mi lomo y yo tomé mi forma humana y nos adentramos en la cueva, en la parte más profunda estaba Yamata no orochi enroscada sobre si misma.

- ¿Que haces serpiente? - le pregunté.

- Izanami me mando ponerme así para la seguridad del amo - dijo el bijuu - ahora entra - dijo mientras abría una abertura para que entremos.

Al entrar vi a la diosa de la muerte acariciando el pelo a su hijo.

- He traído al medico - dije a la diosa.

- Gracias a los dioses - dijo la diosa - ¿puedes curarlo?.

Hinata se agachó e inspecciono a Aru, examinó sus constantes vitales y su respiración, luego se desplazó hacia su pecho y dio unos golpecitos en el pecho con los dedos indice y corazón.

- Tiene el pecho lleno de sangre - dijo ella - Shisui pasame la jeringa.

Me acerqué a su maletín y cogí una jeringa y se la dí a Hinata.

- Coge una tu también - dijo el medico - hay otra en el maletín - la cogí y me dijo - donde el dedo rebote eso significa que hay sangre.

Le di los mismos golpecitos con los dedos en la parte izquierda del pecho, cuando localicé un punto donde me rebotaba el dedo clavé la aguja, al extraer la sangre vi una cosa muy extraña.

- ¿Izanami por qué su sangre es negra? - pregunté asustado.

- Es por lo que le he hecho - dijo su madre - la sangre negra demuestra que no tiene alma.

- ¿Cómo qué no tiene alma? - dijo Hinata asustada.

- Luego te lo explicamos - dije mientras sacaba sangre de Aru y la metía en un cubo.

Tras extraer la sangre de su pecho por cinco minutos su cuerpo empezó a temblar por la falta de sangre así que encendí una pequeña fogata para caldear el ambiente, tras explicarle todo lo que ocurrió al medico Aru abrió los ojos.

Punto de vista de Aru.

Cuando la imagen se fundió a negro solo sentía dolor  en la espalda y calor en todo el cuerpo, en un momento dado sentí un tacto familiar que recorría mi pecho pero unos minutos más tarde note algo que me atravesaba el pecho seguido de una seguridad y un tembleque que me hizo pensar que era un bloque de gelatina hasta que llego la calma y un frió helado que me dejo helado (ja, que chiste tan malo) y al final abrí los ojos.

Al abrir los ojos vi el techo de la cueva donde estaba antes del ataque de los onis.

- ¿Donde están? - dije con voz dedil mientras intentaba levantarme.

- No hagas esfuerzos por ahora - dijo una chica a la que no conocía.

- ¿Donde están? - repetí mientras me sentaba con la ayuda de mi madre - ¿qué haces aquí mamá?.

El Niño Prohibido: El Asesino De Los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora