juguemos mortal kombat, el Nue vs el loco hijo de Izanami

110 7 6
                                    

Salí de la gran tienda que había preparado el equipo medico de mi facción demoníaca, caminé hasta llegar a un banco que miraba hacia el ejercito personal del Nue, dirigido por su demonio más leal Koutaro , se distinguía porque todavía llevaba sus gafas de sol, bueno a estas horas podría verse normal ya que es medio día y el sol estaba en su máximo esplendor.

Estuve sentado un buen rato hasta que llegaron los enemigos y me vieron sentado.

- ¿Qué sucede hijo de la muerte, te has quedado solo? - dijo Koutaro que llevaba una armadura pesada de samurai y sus típicas gafas de sol - pensé que que podríais entretenernos un poco pero visto lo visto no nos vamos a divertir.

- No les culpo por no querer venir - dije mientras me levantaba - han herido a mucha gente, han muerto seres queridos, si no quieren luchar no les puedo obligar, así que me llevaré a tantos pueda conmigo al infierno - dije mientras encendía mis puños desnudos en llamas negras.

El demonio sonrió y levantó la mano derecha haciendo que unos pocos demonios vinieran a por mi, me rodearon unos cinco demonios, el primero se abalanzó por la derecha con una lanza de estilo europeo que intentó darme una estocada, he ahí la palabra clave, intentó, porque cuando estuvo a punto de hacerlo le agarré su arma haciendo así que se prendiera en fuego negro,cuando la soltó para evitar le agarré del cuello encendiendo mi mano en fuego normal, noté como su carne se quemaba y un ligero olor a barbacoa llegaba a mi nariz, decidí aumentar la intensidad de las llamas y a medida que la carne se iba quemando iba cerrando el puño hasta hasta que me topé con algo duro y liso, puse el cuerpo en el suelo aun sujetando el cuello des sujeto y de un fuerte tirón saqué la cabeza junto con la espina dorsal del sujeto la cual tire al suelo a los pies de otro demonio que se enfureció, debió ser un amigo suyo o algo así.

El demonio enfadado saltó en mi dirección solo para ser derribado por una agujas clavadas en su cuello haciendo que se disolviese en polvo.

- Pensé que me ibas a dejar solo - dije en voz alta.

- No puedo dejar a mi señor solo contra mil doscientos soldados - dijo Tony.

- Mil ciento noventa y nueve para ser mas exactos - dije al hijo de la diosa de las flores - ¿donde están los demás?.

- Alex e Iris están intentando convencer a la gente de que se una a tu causa - dijo Tony mientras se colocaba a mi espalda de un salto - sus demonios están colocados en las sombras para hacer una pequeña emboscada - me dije en voz baja.

- ¿Cuándo atacaran? - le pregunto en voz baja.

- Cuando vean la oportunidad de atacar - me respondió - ahora tenemos que ganar al máximo tiempo posible para que vengan más semidioses que no se crean ratas.

Saqué mis guanteletes y mis tantos, cargué contras un demonio que le clavé mis tantos en el estomago haciendo que saliera un torrente de sangre que manchó mi camiseta y pantalones de rojo oscuro, a mi espalda Tony se manejaba muy bien ya que había aprendido a ver los nervios más importantes a gran distancia, peleamos durante unos minutos, yo logré destripar a unos cuantos demonios y Tony consiguió convertir a los demonios que murieron con sus agujas en puerco espines y cuando nos rodeó un gran número de demonios pude oír una concha sonar desde nuestra espalda haciendo salir a un montón de semidioses y demonios.

- ¡Usad las armas de nuestros compañeros demonios! - dijo Avalon a los semidioses, imagino que se las habrán prestado para esta guerra.

Pude ver a las doncellas de Uzume luchar con unos sables mientras que Iris usaba sus abanicos y vi como Marina las ayudaba, por otro lado vi como los hijos de Vishamon y los de Hachiman luchando codo con codo con mis demonios, los hijos de Aizen-myo ayudaban a los ilusionistas a confundir a los enemigos mientras que la unidad montada abría paso a los soldados de a pie, los arqueros estaban en los edificios más cercanos en plantas altas, también vi como Alex dejó libre durante la batalla a Raijuu para que matase a más demonios, esa era muy buena idea.

El Niño Prohibido: El Asesino De Los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora