Fuegos artificiales estaban floreciendo en el cielo oscuro sobre Central Park, y algo en el pecho de Blaine parecía estar floreciendo también, prometedora y abiertamente, y creciendo profundamente en su corazón. Nunca antes había sentido nada parecido. Era completamente nuevo, y un poco aterrador en su intensidad, pero emocionante de todos modos.
A su alrededor, había gente en grupos y en parejas, de pie o sentadas en mantas repartidas por todo el césped, por lo que él podía ver. Blaine sintió algo cálido y lleno de esperanza al observar cuántas de ellas eran parejas del mismo sexo, muchas de ellas con niños, y cuán seguras y sin restricciones parecían sentirse aquí -en campo abierto, entre una multitud de personas, celebrando la independencia juntos.
Pero sobre todo, miró a Kurt; su elegante silueta oscura a sólo unos metros cerca de él, iluminado por el azul-plata-rojo-verde de los fuegos artificiales, hablando con sus amigos, riendo. Y secretamente, deseó que estuvieran solos entre la multitud, sin Cooper o Sebastian como compañía. Le habría gustado poder tomar la mano de Kurt, o besar sus labios suaves y cálidos, sentir esa emoción y esa cercanía de nuevo.
Esa noche en la azotea, se había sentido como si todo estuviera cayendo en su lugar bajo el toque de Kurt, y Blaine nunca había sentido algo tan correcto antes. Era como si hubiera encontrado a dónde pertenecía. Ese beso lo había dejado con una sensación de hormigueo y ganas... se había quedado sin aliento, pero al mismo tiempo se había sentido tranquilo, seguro, y a salvo. Era como si ahora tuviera a Kurt bajo su piel, una sensación que aún no se había desvanecido verdaderamente, pero que despertaba con intensidad cada vez que Kurt estaba cerca, y Blaine estaba bastante seguro de lo que significaba.
Por primera vez en su vida, estaba enamorado.
-8-8-8-8-8-
Sebastian empujó a Kurt con un codazo en las costillas, ocasionando que apartara los ojos de los fuegos artificiales sobre su cabeza y lo mirara furiosamente.
— Te lo juro, si tengo un moretón...
— Entonces te daré un beso par que te sientas mejor. Aunque, puede que haya otro voluntario. —susurró Sebastian con una sonrisa e hizo una seña con la cabeza hacia un lado, donde Blaine había estado sentado calladamente toda la tarde. Kurt miró hacia él justo a tiempo para atrapar la mirada del chico, y le sonrió antes de volverse hacia Sebastian.
— Estás delirando.
— Seguro que sí. Te ha estado cogiendo con los ojos desde que llegamos aquí. Parece que el hermano pequeño de Coop se ha enamorado de ti, bebé. Awww, qué adorable. ¡Y él es como un hermoso pequeño pajarillo también!
Kurt sintió que el calor se extendía por todo su rostro. Con un poco de suerte, la oscuridad y los flashes de los fuegos artificiales esconderían la evidencia de lo que su mente traicionera había estado haciendo últimamente. Él todavía necesitaba tener sexo, maldita sea, pero de alguna manera, no podía ir a algún club y engancharse con alguien.
— Tal vez deberías ir a que te chequen los ojos, —murmuró con más convicción de la que sentía.
Sebastian sólo rió. Ese bastardo.
— Sí, ajá. Yo sé lo que veo. Y no me digas que no suena tentador. Apuesto a que se vería precioso atado a tu cama sin nada más que una pajarita, todo ansioso y listo para que lo montes. Mmm, esa es una imagen muy agradable...
El fuerte manotazo que le dio a Sebastian en la cabeza pudo haber sido un poco exagerado, pero llamó la atención de todo el mundo lejos del gemido que amenazaba con rasgar la garganta de Kurt. El realmente no necesitaba más elementos visuales. Su mente se los había estado proporcionando de sobra últimamente.
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It's Not Babysitting
FanfictionTraducción autorizada por anxioussquirrel. AU, tiempo presente. Kurt Hummel tiene 28 años y ha vivido en Nueva York por diez años. Tiene un buen trabajo, un lindo apartamento y los dos mejores amigos que cualquiera pudiera desear: Sebastian, un sarc...