Capítulo 14

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Kurt tuvo cuidado de no permitirse pensar.

Pensar era una muy mala idea durante esta demasiado corta y perfecta semana. Si se permitía pensar, Kurt no sería capaz de disfrutar de la tranquila vida doméstica que lo llenaba de una calma que no había pensado que sentiría de nuevo desde que James se mudó. Él simplemente no quiso apreciar cada uno de los momentos más espectaculares de intimidad o tomar tanto como se podía de ellos mientras duraron.

Pero incluso mientras ardía en las manos de Blaine o se derretía bajo sus labios, una silenciosa voz en su cabeza siempre le decía que no se olvidara que esto no iba a durar. No podría. No en sus condiciones, no así. Algo sucedería, tarde o temprano.

Kurt hizo lo posible por ignorar esa voz.

. . .

Generalmente tenía el sueño ligero, por lo que prefería dormir solo, pero Blaine resultó se cómodamente tierno y acurrucable, pero no tanto como para acaparar su espacio. A Kurt no le importaba en lo más mínimo dormir con él. A pesar de que hablaba entre sueños.

Normalmente era un murmullo apenas comprensible que algunas veces se convertía en palabras y frases al azar. Pero dos veces durante la semana, Kurt escuchó cosas que lo despertaron completamente, y que lo hicieron permanecer despierto por largas horas, pensando, incluso cuando Blaine dormía pacíficamente en sus brazos otra vez.

La primera vez, fue porque Blaine lloró en sus sueños, disculpándose una y otra vez por algunos errores desconocidos y rogando por ser perdonado. A Kurt casi se le rompe el corazón cuando escuchó de quién estaba hablando Blaine.

Nadie debería sentir tanta angustia y dolor al pensar en su propio padre.

La segunda vez, Blaine sólo dijo una frase, con una brillante sonrisa en el rostro, pero el corazón de Kurt se contrajo en la misma medida.

- Te amo tanto, Kurt... pero tanto, tanto...

Kurt no pudo volver a dormir hasta el amanecer. Era imposible no pensar entonces, y pensar dolía.

En general, la semana Había sido perfecta. Sólo hubo un obstáculo.

El miércoles, acababan de terminar una caliente y desesperada ronda de sexo por la mañana (bueno, era mediodía. Una ronda de sexo al medio día entonces. Y Dios, Blaine tomó lo de los juguetes tan bellamente. Kurt quería echarlos a un lado y tomar su lugar, pero no aún. Todavía no), cuando alguien llamó a la puerta. Blaine estaba muerto para el mundo en este momento, después de haberse quedado dormido justo después de su segundo orgasmo, así que Kurt lo cubrió tiernamente, agarró sus pantalones de yoga y fue a ver al visitante inesperado, tranquilamente cerrando la puerta detrás de él. Cuando vio quién estaba en la puerta, se arrepintió de no fingir que no estaba en casa.

- Hola Kurrrrt. Te ves muy bien hoy.-Sebastian sonrió, entregándole una bolsa marrón grande con el logo de Starbucks.- Tengo una larga hora para almorzar hoy, así que decidí visitarte. Estamos en grave necesidad de ponernos al día, querido. -Se inclinó y robó un rápido beso de los labios de Kurt de la forma en que siempre solía hacerlo; excepto que esta vez se sintió de pronto como demasiado, demasiado fuera de lugar, incómodo.

- Seb, no es un buen momento. Estoy... ocupado.

Sebastian movió las cejas y sonrió lascivamente.- Ooh, ¿otro revolcón? ¿Y él todavía está aquí? Wow, debe ser uno muy bueno si mantuvo tu atención el tiempo suficiente como para quedarse a pasar la noche.

Kurt debería haber previsto el próximo movimiento de su amigo, lo había conocido el tiempo suficiente, pero todavía estaba lento por la falta de sueño y las cantidades asombrosas de grandioso sexo.

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