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Lo miré desde arriba. Estaba tan vulnerable. Luke Hemmings, el joven varonil de 1 metro 93 estaba arrodillado enfrente mio como un niño que le pide perdón a su madre. Tenía ganas de llorar, muchas. Miré a los chicos y hice un gesto para que nos dejaran solos, acaricie el pelo de Luke... Me agarraba con fuerza como si no quisiera que me fuera.

- Luke, mírame. -dije intentando no llorar.

- Por favor, no te vuelvas a ir. -dijo mirandome, yo me puse a su altura.

- Luke, no podemos estar juntos. Nos haremos daño. No quiero hacerte daño. -dije tocando su mejilla con la barba algo más larga de lo normal.

- ¿Es eso o es por el chico con él que has venido?

- Él es un amigo que me ha ayudado a adaptarme a los ángeles. -le miré- Él no tiene nada que ver.

- Entonces, vuelve con nosotros. Prometo no hacerte daño. -dijo mirandome serio, los efectos del alcohol estaban ahí pero iban disminuyendo.

- Yo lo pensaré...

- Aunque sea, quedate está noche conmigo, prometemelo.

- Pasaré la noche contigo, eso te lo prometo. -suspire.

Groupie | 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora