Nota de la autora:
Recomiendo leer este capítulo con la camción "Shattered" de Trading Yesterday (Multimedia)
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Aquellas criaturas odiosas comenzaron a aparecer con más frecuencia.
Cuando me sobre esforzaba a la hora de cerrar sus portales con mis poderes, mi nariz comenzaba a sangrar y mis fuerzas fallaban.Me levanté de la cama para ir a desayunar con Tony y Pepper.
Al verme, Tony levantó una carta.
-Te ha llegado una carta- dijo.
-¿De quién?- dije curiosa.
-Que yo sepa- dijo Tony -solo hay una persona que te escribe-
-Tiene que ser de papá- dije para sentarme y abrirla.Rompí con cuidado el sobre y saqué un par de hojas dobladas para comenzar a leerla.
Hola princesa:
Llevo mucho tiempo sin escribirte pero sé que comprendes que ando bastante ocupado.
Si hubieses venido conmigo te habrías enamorado de todos los hermosos lugares en los que he estado, conocido gente maravillosa, probado tantas cosas nuevas... pero decidiste quedarte con tus amigos y lo comprendo perfectamente.Tengo dos noticias para ti mi preciosa niña. Una buena y otra mala.
La buena es que pronto nos reuniremos y podremos vivir juntos gracias a Tony que me ha dado permiso para alojarme con vosotros.
La mala sé que no te va a gustar pero debo decírtelo. El anciano está gravemente enfermo princesa, y quiere verte lo antes posible por miedo a que ya no esté cuando decidas ir.Sé que ahora mismo tus preciosos ojos estarán encharcados debido a tal golpe emocional, pero así es la vida y no podemos hacer nada para cambiarla.
Para cuando leas esta carta, yo ya estaré en el Tíbet esperándote con los brazos abiertos para consolarte como solo tu padre sabe hacer.Tony está informado de lo que aquí te escribo, puesto que ya le habré llamado con anterioridad para que te lleve cuanto antes.
Solo te pido que seas tan fuerte como lo has sido hasta ahora y que si te caes por cualquier motivo, te vuelvas a levantar con la cabeza bien alta.Te espero en el Tíbet.
Con amor de tu querido padre.
VulcanLas lágrimas corrían por mi rostro como dos pequeñas cascadas.
Miré a Tony, el cual tenía aspecto triste, y me pidió preparar mis cosas para irnos de inmediato.
Corrí a mi dormitorio, me puse unos shorts vaqueros y una camisa de de color blanco con unas sandalias negras, alisé mi cabello y me maquillé.
Hice la maleta en cinco minutos con lo básico que necesitaría y me reuní con Tony fuera del edificio.Fuimos a buscar su Jet al aeropuerto y de allí pusimos rumbo al Tíbet.
Durante el trayecto, mi mente no abandonaba la imagen del maestro postrado en una cama sin poder hacer nada y de Stephen a su lado cuidándole y tratando de darle los mejores cuidados.
-Siento mucho lo de tu maestro- dijo Tony -debe de ser duro-
-Si- dije quitándome una lagrimilla que quería salir de mis ojos -pero tengo que vivir con ello desde ahora-
-Lo sé- dijo él -pero quiero que sepas, que cuidaremos de ti mucho más de lo que hemos hecho hasta ahora-
-Gracias- dije con una suave sonrisa -de verdad que agradezco mucho todo lo que haces por mí Tony, eres como mi segundo padre-
-Yo a ti ya te considero mi hija- dijo acariciando mi cabello -desde el primer momento en el que llegaste a mi casa-Le abracé con mucha fuerza evitando romper a llorar mientras nuestro avión descendía.
Una vez nos pudimos bajar del avión, pude divisar a un caballero de cabello rojo recogido en una coleta, piel blanca, gafas de sol negras, un pantalón marrón claro y una camisa blanca.
Corrí hacia él y le abracé con todas mis fuerzas mientras las lágrimas salían de mis ojos.
-Shhh- dijo correspondiendo a mi abrazo -ya está princesa-
-Papá...- sollocé.
-Tranquila- dijo agarrando mi maleta -todo estará bien-
-¿Qué es lo que tiene el maestro?- dije calmando mi llanto.
-Nadie lo sabe- dijo él -la fiebre no desciende, parece que delira, apenas come, no se puede levantar...-
-¿Quién le está cuidando?- dije.
-Un muchacho- dijo él -Stephen creo que se llama-
-Espero que lo esté haciendo bien- dije.Pusimos rumbo al templo con paso rápido.
Al llegar allí todos me recibieron con una gran abrazo mientras mi padre llevaba mis cosas a mi dormitorio.
En su ausencia, aproveché para ir a ver a Stephen que estaba en la biblioteca.
Toqué dos veces y escuché una voz profunda que me daba paso.
Entré sin hacer apenas ruido y contemplé como Stephen buscaba libros totalmente desesperado.
Su cabello estaba revuelto y parecía que no había comido bien en mucho tiempo.
-No vas a encontrar nada- dije -si no lo has hecho ya es que aquí no está la respuesta-
-Tiene que haber algo- dijo con la voz rota evitando el llanto -no puede terminar así-
-Stephen- dije tomando su mano mientras rompía a llorar y se sentaba en el suelo -no podemos cambiar las cosas-
-No quiero que se muera- lloró -si lo hace me quedaré solo-
-No vas a estar solo- dije abrazándole para que llorase en mi hombro -voy a estar a tu lado-Noté como sus brazos correspondían mi abrazo con fuerza.
Ver a Stephen tan destrozado hacía que las lágrimas volviesen a salir de mis ojos.
Cuando se separó, sequé su cara con un pañuelo y le di un suave beso.
Le pedí que fuese a arreglarse y a comer algo mientras yo visitaba al maestro en su dormitorio.Caminé por los pasillos hasta que me encontré con una enorme puerta de madera, a cuál abrí con cuidado.
Era una habitación amplia, de decoración sencilla y muy bien iluminada.
En una enorme cama con dosel, estaba postrado un anciano con una dulce sonrisa en su rostro.
Me acerqué a su lado, hice una reverencia y me senté a su lado.
-¿Cuántas veces tengo que decirte que no es necesario hacer reverencias?- dijo con voz cansada.
-Siempre una vez más maestro- dije conteniendo las lágrimas.
-Me alegra- dijo tomando mi mano -de que hayas venido antes de que yo deje este mundo-
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Cosa de magia (Dr. Extraño y tú)
Fanfiction(T/N)__________ es una integrante de los Vengadores con unos poderes un tanto peculiares. Cada vez que se enfada con sus compañero o simplemente busca un momento de paz y relax, esta se va al Tibet para visitar a su maestro "El anciano". Allí conoce...