Al separarnos, ambos estábamos muy sonrojados.
Las manos de Stephen temblaban y su voz comenzó a marcar su nerviosismo.
-Lo siento- dijo nervioso -no debí hacerlo-
-Stephen- dije pero se fue corriendo -¡Espera!-Corrí tras él como alma que lleva el diablo a través de aquellas montañas.
Tomé un atajo que conocía mucho más fácil que aquellas rocas entre las que Stephen me evitaba.
Cuando tuve la primera oportunidad, salté sobre su espalda haciendo que los dos rodásemos cuesta abajo.
Ambos terminamos cayéndonos en un pequeño río.Mi cabello se pegaba a mi rostro y el rímel corría por mis mejillas haciendo que pareciese un mapache, pero me daba igual.
-¿Por qué te fuiste?- dije tratando de limpiarme el rímel.
-No debí hacer eso- dijo él.
-Ay deja de imitar a Hagrid- dije con un risa -no tienes que estar arrepentido-
-Si algo sale mal...- dijo él con los ojos vidriosos -no quiero perderte (T/N)_____-
-Nada tiene que salir mal- dije tomando sus mejillas entre mis manos.
-¿Y quién te dice que no será así?- dijo él -prefiero no arriesgar esto que tenemos ahora-
-Stephen- suspiré -voy a serte sincera ¿Vale?. Te quiero y a mi me da igual arriesgarlo todo solo por estar contigo-
-No te creo- dijo Stephen -no serías la primera mujer que me miente-
-No miento- dije seria -desde el primer día en el que te vi yo... sentí cosas que no sentí en mucho tiempo. Eres diferente del resto de hombres que conozco Stephen-
-¿Lo dices de verdad?- dijo él con la mirada enternecida.
-Si- sonreí -y te lo voy demostrar-Tomé sus mejillas con delicadeza y le besé.
Al principio, Stephen parecía sorprendido pero pude notar como sonreía antes de corresponder mi beso.
Puso su mano en mi nuca para intensificarlo aún más, lo cual era maravilloso.
Al separarnos, puse mi frente contra la suya con una sonrisa y el sonrió.
-¿Por que tienes que ser tan insistente?- dijo él.
-Porque siempre consigo lo que quiero- reí y él me acarició.
-Entonces ya somos dos- dijo él -y esta noche nos vamos a divertir-
-Ya lo veremos- dije levantándome -ahora por tu culpa tengo que cambiarme de nuevo-
-Yo no te obligué a saltar sobre mi espalda- rió -volvamos a la fiesta-Volvimos al templo y ambos nos cambiamos de ropa.
Cuando entramos en el patio, parecía que nadie se había dado cuenta de nuestra ausencia, lo cual agradecía enormemente.
La fiesta continuó hasta muy entrada la noche y una vez todos se fueron, los del templo nos fuimos a descansar.Noté que alguien tomaba mi mano evitando que me dirigiese a mi habitación.
Giré mi rostro y vi que era Stephen quién me lo impedía, por lo que le dediqué una sonrisa.
No tuvo que decir una sola palabra para que supiese lo que quería.
Quería una noche juntos y yo no iba a ser la que se lo negase.Me llevó a su habitación y cuando estuvimos dentro cerró la puerta con seguro.
Mordí mi uña con una sonrisa pícara dibujándose en mi boca y él me tomó de la cintura con una sonrisa maliciosa.
Yo fui la primera en dar el paso inicial, para ello le besé con toda la pasión que llevaba conteniendo tanto tiempo.
Él continuó mi beso mientras jugaba con mi cabello y yo pasaba mis brazos alrededor de su cuello.Ambos nos caímos sobre su colchón y en pocos minutos ambos estábamos totalmente desnudos.
Al notar su duro miembro en mi entrada, no pude evitar soltar un gemido lo cual hizo sonreír a Stephen.
Me penetró con mucha suavidad para no hacerme daño, lo que era un detalle por su parte.Sus movimientos eran suaves y lentos al principio, pero poco a poco comenzó a incrementar la intensidad de sus embestidas haciendo que mis gemidos se intensificasen.
El placer era intenso y sacudía todo mi cuerpo con fuerza al igual que el suyo.
Llegamos al orgasmo al mismo tiempo, el cual fue intenso y maravilloso.Stephen salió de mí con cuidado y una sonrisa iluminó su rostro.
Besé su mejilla con suavidad y sonreí.
-Ha sido- dijo él -el mejor sexo de toda mi vida-
-Lo mismo digo- dije sonriendo -ha sido increíble-
-Lástima que no pueda ser así todos los días- dijo él acariciándome.
-Lo sé- dije suspirando -pero bueno... por lo menos yo no me acostaré con nadie más-
-Yo no lo prometo- dijo él -tengo necesidades que cubrir-
-¿Perdona?- dije molesta.
-Es broma- rió -solo tengo ojos para ti y lo sabes-
-He estado a punto de darte un puñetazo imbécil- bufé.
-Venga- dijo besándome con suavidad -no te enfades preciosa-
-No me hizo gracia- dije.
-Lo sé- dijo besando mi vientre con suavidad haciéndome un poco de cosquillas provocando mi risa -¿Me perdonas?-
-Mmmm- dije con una risa -no-
-Oh bien- dije -si no es por las buenas será por las malas-De pronto posó su boca en mi vientre con fuerza y comenzó a hacer pedorretas.
Las carcajadas salían de mi boca sin control.
Intenté liberarme pero el me sujetaba mientras reía haciendo su tarea.
ME negué varias veces pero cuando mi vientre comenzó a doler caí en sus redes.
-Está bien- dije entre risas -te perdono pero estate quieto-
-Vale- rió -ya sé como hacer que te rindas-
-Eso no vale- dije pegándole con suavidad en los abdominales.
-Será mejor que descansemos- dijo él -mañana tenemos que levantarnos temprano-
-Tienes razón- dije con una suave sonrisa.
-Iré a por tu ropa para mañana- dijo poniéndose unos bóxers y un pantalón de pijama.
-Puedo ir yo- dije poniéndome la ropa interior.
-Insisto- dijo saliendo de la habitación.Cuando se fue a mi dormitorio, una sonrisa iluminó mi rostro.
El era todo lo que una mujer podía desear y me había elegido a mí de entre otras muchas.
A pesar de que estuviese enamorado de mí, no podía dejar que supiese quién era yo realmente por lo que tenía que andar con pies de plomo a partir de entonces.
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Cosa de magia (Dr. Extraño y tú)
Fanfic(T/N)__________ es una integrante de los Vengadores con unos poderes un tanto peculiares. Cada vez que se enfada con sus compañero o simplemente busca un momento de paz y relax, esta se va al Tibet para visitar a su maestro "El anciano". Allí conoce...