Cosa de magia (Dr. Extraño y tú)

La pulsera

Narra Stephen

La pelirroja era todo un portento en cuanto a magia se trataba.
Tenía un aprendizaje muy rápido además de una gran personalidad.

En cierto modo me recordaba mucho a (T/N)______.
Ambas eran mujeres luchadoras, de carácter fuerte y con una sonrisa preciosa que enamoraría a cualquier hombre.
Cada vez que la miraba, no podía evitar sentir una enorme tristeza por aquellos preciosos recuerdos de mi relación con (T/N)______.

Aquella tarde iba a hacer un año que mi relación había terminado con ella, por lo que estaba totalmente ausente de la clase.
-Doctor- dijo la muchacha -creo que ya tengo esto-
-¿Qué?- dije volviendo a recuperar el hilo.
-¿Ocurre algo?- preguntó curiosa -está distraido-
-Estoy bien- dije con una suave sonrisa -lo has hecho muy bien-
-Gracias- dijo ella -ya hace un año de lo vuestro-
-No se te escapa una- dije con un suave gruñido.
-Ou- dijo pellizcando mi mejilla -es tan mono cuando gruñe. Normal que a ella le gustase enfadarle-
-Para- dije tomando su muñeca con suavidad.

Al tomar su muñeca, pude ver que en ella estaba la pulsera que le había regalado a (T/N)______.

Se soltó de mi agarre con rapidez y rió.
-¿Por qué la tienes tú?- dije algo molesto.
-Ella me pidió que la tuviese- dije -le hacía daño verla y recordar todo-
-¿Por qué tengo la sensación de que me mientes?- dije volviendo a tomar su muñeca.
-No miento- dijo con calma.
-Tu pulso está acelerado- dije con una sonrisa ladeada -¿No quieres traicionar a una amiga?-
-¿Qué?- dijo sonrojada - jamás haría tal cosa-
-Oh vamos- dije caminando hacia ella viendo como retrocedía -Te gusto y lo sabes-
-Debo irme- dijo ella corriendo a la puerta.

Iba a lograr una explicación de lo que ocurría, por lo que usé mis poderes y me planté en la puerta.

Tomé su brazo justo cuando intentaba abandonar la estancia.
-Déjame- dijo con agresividad.
-No- dije haciendo que girase sobre si misma y se quedase pegada a mi -¿Por qué me ocultas cosas?-
-Pequeña- dijo el Dios Nórdico abandonando el ascensor -vámonos-
-Si Thor- dijo ella soltándose -nos veremos pronto doctor-

Ambos se fueron mientras un montón de dudas invadían mi mente.

Sabía perfectamente que (T/N)______ era capaz de cualquier cosa solo para su bienestar, pero nunca que se desprendiera de aquel regalo solo para olvidarme.
Primero aquel hombre, luego la pulsera... ¿Qué sería lo siguiente?.

Por desgracia no pude quedarme pensando mucho las cosas, ya que Dormammu había vuelto a causar el pánico.
Llamé a los Vengadores y fueron de camino para allá inmediatamente.

Me puse mi traje y mi capa con rapidez y abandoné el piso desde mi terraza.
Cuando llegué, Mordo estaba acompañado del resto de mi equipo y los Vengadores.
-¿Cuál es su plan?- preguntó el capitán América.
-Actuar como sabeis- dije mirando a la chica de fuego -nosotros nos encargaremos del escenario-
-Tened cuidado- dijo Ironman -no queremos herir a nadie-

Todos se pusieron manos a la obra mientras que la pelirroja y yo cambiábamos por completo la ciudad.

Los edificios cambiaron de posición, los materiales se hicieron flexibles, y algunos mucho mas duros.
-¿Qué pasa si no funciona?- dijo ella.
-Lo hará- dije con una sonrisa -vamos a demostrarle quien manda-

Nos unimos a nuestros compañeros y comenzamos a ayudarles.

Por desgracia, Dormammu era demasiado fuerte y mis compañeros apenas podían esquivar sus ataques.
Hulk, Thor, Viuda y los demás resistían pero no aguantarían mucho.
Dormammu era fuerte, yo estaba cansado de usar los poderes y estaba arrinconado.
-¿Y tú eres el hechicero supremo?- dijo Dormammu burlón -No eres más que un inútil-
-De eso nada- dije levantándome.
-Que valiente- dijo él -lástima que vayas a durar tan poco-

De pronto, una bola de lava impacto en su cráneo con fuerza.

La chica de fuego volvió a lanzar lava, esta vez sus manos la propulsaban en un chorro continuo.
Pero no evitó que Dormammu la atrapase.
Agarró su cuello con fuerza mientras la muchacha se resistía.
Una sonrisa maliciosa cubrió el rostro del malvado ser cuando de pronto ocurrió lo peor.

Dormammu soltó a la chica con fuerza hacia el suelo y ella terminó clavada en una antena de televisión.
De pronto escuché un grito del dios del trueno "¡(T/N)_______ no!" Fueron exactamente sus palabras.

Al escuchar aquello, me quedé petrificado.
Giré mi rostro donde se encontraba la chica y en su lugar estaba ella, la mujer a la que siempre había amado.
Al ver lo que había causado, Dormammu se fue rápidamente.

Todos los Vengadores la rodeaban con lágrimas en sus ojos.
Corrí hacia allí todo lo rápido que pude y aparte a Viuda con suavidad.
La sangre no dejaba de salir de la herida, a pesar de que la antena aun la bloqueaba.
Su piel estaba pálida y las comisuras de sus labios tenían dos hilos de sangre.
-Te pondrás bien pequeña- dijo Thor acariciando su cabello castaño mientras lloraba.
-Thor...- dijo ella con debilidad -siempre serás como un hermano para mí-
-No digas eso- lloró el Dios -vas a salir de esta-
-El mundo te necesita- dijo Viuda -todos te necesitamos pequeña-
-Especialmente yo- dije arrodillándome a su lado con ojos llorosos.

Una suave sonrisa cruzó su rostro al verme.

Tomó mi mano con suavidad,usando las pocas fuerzas que le quedaban.
-Gracias por enseñarme- dijo ella mientras una lágrima se le escapaba -tantas cosas durante todo este tiempo-
-Shhh- dije acariciando su cabello -no desperdicies las fuerzas-
-Doctor- dijo ella con una sonrisa -salve el mundo en mi ausencia-
-No puedo hacerlo- dije sollozando -si tú no estás a mi lado-
-Te quiero Stephen- dijo (T/N)_____ -y siempre será así-

Ni dije nada y la besé, era único que necesitaba.

Los Vengadores me miraban atónitos, salvo Viuda que ya sabía quien era realmente.
-Chicos- dijo ella -cuidadle mucho-
-Tú le vas a cuidar idiota- dijo Viuda -vas a estar bien y cuando eso pase, estaréis juntos y me daréis unos sobrinos preciosos-

Pero (T/N)_______ no pudo responder, puesto que se había quedado inconsciente y su pulso cada vez era más débil.