Cosa de magia (Dr. Extraño y tú)

Portales

Mi estancia en el templo se alargó casi un mes, ya que según tú Tony apenas había cosas interesantes que hacer.
Durante ese periodo de tiempo pude disfrutar de la compañía de Stephen, al cual el maestro comenzó a enseñarle asuntos mágicos.
A pesar de ya tener una estrecha relación con él, no había podido revelarle mi secreto para evitar que me abandonase.

Aquella mañana ya tenía mis maletas hechas, pues Viuda me mandó un mensaje de que necesitaban mi ayuda.
Salí al pasillo y me dirigí a la habitación de Stephen que  aún dormía.

Abrí la puerta con suavidad y visualicé su figura tendida en la cama con aspecto angelical.
Me senté a su lado y acaricié su cabello con delicadeza antes de posar  un dulce beso en sus labios.
Al  separarme de él, vi como una sonrisa se dibujaba en su rostro.
-¿Puedes despertarme así más veces?- dijo frotándose los ojos.
-Por desgracia no- dije acariciando su mejilla -debo irme ya-
-¿Tan pronto?- dijo sorprendido.
-Llevo aquí un mes- reí -y hay más gente que me necesita Stephen-
-¿Quieres que te acompañe?- dijo incorporándose en la cama.
-No es necesario- dije con una sonrisa -tu descansa, lo necesitarás para tu clase de hoy-
-No ligues mucho ¿Vale?- dijo con una sonrisa para besarme -no quiero romper cráneos-
-Tranquilo- dije besándole para morder su labio inferior con suavidad -solo tú has llegado a conquistarme totalmente-

Una sonrisa  iluminó su rostro y me besó con muchísima pasión.

Deslicé mis manos a su cabello disfrutando cada segundo de aquel delicioso beso.
Al separarme, besé su mejilla y me despedí para abandonar la sala.
Me despedí del maestro, el cuál me abrazó con mucho cariño y me deseó un buen viaje.

Tomé el primer autobús al aeropuerto donde Tony me esperaba.
Una vez me reuní con él, Ambos nos subimos en su avión.
-Que cambio- dijo Tony -mucho más bella y sonriente-
-Si- dije para abrazarle -cuéntame todo-
-Bien- dijo él sirviéndome una copa -es bastante largo-
-Tenemos mucho tiempo- dije para dar un trago.

Tony comenzó a contarme lo que había estado pasando.

Resultaba que unos seres interdimensionales habían comenzado a aparecer.
Al ser la única con conocimientos mágicos, me necesitaban para averiguar como podíamos deshacernos de esas criaturas.

Cuando llegamos a la torre Stark, todos me recibieron con una sonrisa y un fuerte abrazos.
Todos excepto Loki, que se acercó a mí con su habitual aire chulesco.
-¿Me has extrañado pequeña?- dijo intentando agarrar mi cintura.
-No Loki- dije agarrando sus muñecas para mantenerlas alejadas de mi -de hecho no pensé en ti en ningún momento-
-Sabes que no te creo preciosa- dijo tomando mi barbilla con suavidad.
-Pues créetelo- dije con una sonrisa separándome -es más ya tengo a alguien que ocupa tu lugar-
-¡¿Qué?!- dijeron todos los chicos sorprendidos mientras viuda corría a abrazarme.
-¿Es el chico del que me hablaste?- dijo ella con una sonrisa.
-Si- sonreí y me volvió a estrujar.
-No sabes lo feliz que me siento de verte tan contenta- dijo sonriendo -tienes que contarme todos los detalles sin omitir nada-
-Está bien- reí.
-Alto, alto, alto- dijo Tony -muy bien señorita creo que ya te sabes las normas ¿No?-
-Tony- dije con una suave sonrisa -ya soy lo bastante mayor-
-Si- dijo Stark -pero tu padre fue muy explícito con ese tema. Además no quiero terminar en un baño de lava hirviente-
-Tranquilo- sonreí -ese chico es diferente-
-Bueno- dijo Steven -dejemos ese tema y centrémonos en lo que nos interesa-

Nos pusimos alrededor de los monitores del laboratorio de Tony mientras este los encendía.

Un montón de imágenes y vídeos comenzaron a aparecer en las pantallas.
En todos aparecían extrañas criaturas que nunca antes había visto, salvo en los libros del maestro.
Por suerte recordaba como derrotar a todos y cada uno de ellos.

De pronto el teléfono de Tony sonó, era Furia y quería vernos con urgencia.
Al parecer esos seres habían vuelto ha abrir un portal para llegar a nuestro mundo.
Intenté recordar todo lo que necesitaba para elaborar el hechizo y de ese modo revertir el proceso del portar, por suerte el maestro me había regalado un kit para que practicara mientras no estaba en el templo cuando estaba en prácticas.
Mezclé los ingredientes en un pequeño bol creando una especie de bola de color marrón con algunos toques verdosos.
-¿Crees que eso funcionará?- dijo Thor.
-Estoy totalmente segura- dije -claro que necesitamos encontrar el portal-
-Seguro que Furia ya lo ha descubierto- dijo Bruce.
-Pero necesitaremos un plan- dijo Steven.
-Vale- dije -yo y viuda iremos a buscar ese portal y una vez lo encontremos encenderé esta bola y la lanzaré dentro. Cuando explote el portal comenzará a absorber a todas esas cosas durante un tiempo determinado-
-¿De cuánto tiempo disponemos?- dijo Tony.
-De unos cinco minutos- dije -no tenía suficientes ingredientes para más-
-De acuerdo- dijo Steven -en marcha muchachos-

Una vez en el centro de la ciudad, Furia nos dio instrucciones para llegar al portal.

Mientras nosotras nos dirigíamos hacia allí, los chicos peleaban con aquellas criaturas.
Tardamos unos 10 minutos en encontrar aquel agujero, que estaba localizado en un callejón oscuro bastante alejado de la pelea de los chicos.

Me puse justo delante del portal y comencé a recitar las palabras para activar la bola antes de encenderla con mis llamas.
Una vez encendida, la lancé al agujero y corrí con viuda a buscar un sitio seguro pero la bola explotó antes de que lo pudiésemos lograr.

El portal comenzó a succionar todo lo que estaba a unos 5 km a la redonda.
Nos agarramos a una escalera de incendios con todas nuestras fuerzas.
-¡Chicos!- gritó viuda por su pinganillo -¡Tenéis cinco minutos para traerlos todos aquí!-
-De acuerdo- dijo Tony -¿Estáis bien?-
-¡No por mucho tiempo!- dije notando como mis manos se calentaban -mis manos arden-
-Tranquilízate- dijo Steven -no es un buen momento para fundir cosas-

Viuda logró subirme hasta el rellano de la escalera donde el aire nos presionaba contra las barras.

Por suerte los chicos no tardaron mucho en llegar y pudimos deshacernos de todos ellos.