Secuestrada

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Narras tú

Pasaron unos meses desde aquella situación.

Thor ahora vivía en Australia y de vez en cuando nos visitaba a mi hijo y a mi en casa de Tony.
Estar alejada del combate me permitía centrarme mucho más en el pequeño, lo cual agradecía con locura.
Vincent era muy parecido a su padre, mismo color de ojos mismas mejillas y mismos labios.
Su cabello era de mi mismo color y su piel era algo pálida pero no demasiado.
De carácter era un niño muy bueno y, a pesar de que de vez en cuando hacía alguna travesura, todos le adoraban.
Por aquel entonces tenía 6 meses y ya intentaba quedarse de pie el solo, según el doctor era un niño muy avanzado a los de su edad, e incluso sabía hablar algunas palabras.

Aquella mañana me desperté con un beso sobre mi mejilla y una dulce voz.
-Dale otro beso a mamá para que se despierte- escuché la voz de Pepper.
-Buenos días principito- dijo abriendo los ojos para contemplan su hermosa sonrisa y besar su nariz -¿Ya habéis desayunado?-
-Te estamos esperando- respondió ella con una sonrisa.
-Luego mi padre vendrá a recogerle- dije con una sonrisa mientras entraba en el baño.
-Es un gran abuelo- rió con el pequeño en brazos -aunque no me extraña que no quiera pasar tiempo con este angelito-
-Lo sé- respondí.

Tomé una ducha y me arreglé como siempre.

Agarré a mi hijo en brazos y fuimos a reunirnos con Tony en el comedor.
-Buenos días pequeñajos- dijo quitándome al bebé -el tío Tony le ha hecho un desayuno especial a su sobrino favorito-
-Me encanta verte tan entusiasmado con él- dije riendo.
-Si- dijo él sentándole en su trona para ponerle un bol de papilla delante.
-¿Cómo lleváis lo de esa mujer?- dije -Hela-
-Bien- respondió Stark -por ahora no es un problema-
-Está bien- dije desayunando hasta que sonó el timbre.
-Voy yo- dijo Pepper con una sonrisa.

Tony y yo nos quedamos con Vincent mientras que ella abría la puerta.

Mi padre había venido antes de lo previsto por lo que en cuanto tuve al pequeño y sus cosas listas se lo llevó.

Tony tuvo que asistir a una llamada urgente de Furia para reunir al equipo, exceptuándome a mí y a Thor.
Pepper por su parte se fue a hacer recados y yo me quedé sola en casa.
Decidí ponerme a ver la televisión cuando escuché un fuerte golpe en la terraza.

Loki había aterrizado allí y entró en la casa como si aquello fuese suyo.
-Hola preciosa- dijo con una sonrisa.
-¿Qué haces tú aquí?- dije molesta.
-He venido a buscarte querida- dijo él -Hela estará encantada de verte-
-No iré contigo a ninguna parte- dije cuando me agarró la muñeca -¡Suéltame!-
-Lo siento preciosa- dijo agarrando mi cintura para salir volando de allí dejándome inconsciente con un golpe.

Cuando me desperté, estaba en una habitación bastante bonita, con vistas a un paraje de lo más extraño para mí.
Tan solo recordaba que Loki me había traído.
De pronto una mujer de cabello oscuro y vestida de negro entró en la habitación.
-Hola (T/N)______- dijo Hela con una sonrisa en su rostro.
-¿Para qué me necesitas?- dije molesta.
-Oh- rió -tranquila tan solo quiero llamar la atención de tu adorado Thor-
-¡Déjale en paz!- chillé -él no ha hecho nada malo-
-Meterse en mis planes- dijo ella -ponte cómoda querida porque pasarás aquí mucho tiempo-
-¡No!- grité molesta golpeando la puerta y intentando quemarla pero era imposible -¡Hela!-

Pero ella no escuchaba, pues ya se había ido.

Las lágrimas salían de mis ojos como dos cascadas, ya que no debería estar allí y quería estar con mi hijo en casa.
Intenté derrumbar la puerta millones de veces pero aquel material era indestructible con mis poderes.
Me tumbé en la cama agotada por el esfuerzo y me quedé dormida.

De pronto una suave caricia helada recorrió mi mejilla.
Lentamente abrí los ojos para ver a Loki mirándome con una dulce sonrisa.
-Justo a tiempo- dijo él -Hela quiere que te pongas ese vestido-
-No lo haré- dije seria -y no quiero que te acerques a mí maldito traidor-
-Me ofendes querida- dijo él con sarcasmo -pero creo que fue peor lo que Strange te hizo ¿No?-
-No le menciones- dije molesta.
-Te deja embarazada- rió el Dios del engaño -y se larga con otra... y creí que yo era cruel-
-¡Cállate!- dije lanzándole una bola de lava que esquivó a tiempo.
-No perdamos el tiempo preciosa- respondió Loki -te espero fuera-

Cuando salió, tomé aquel vestido que había colgado de una silla.

Era de cuero negro muy ajustado que dejaba ver los lados de mi cintura y llegaba hasta la mitad del muslo.
Me puse unos zapatos a juego y me reuní con Loki.

Al verme la sonrisa del dios se volvió lujuriosa, tanto que incluso daba miedo.
Me llevó a una especie de estadio que estaba abarrotado de gente y me subió a uno de los palcos superiores.
Allí estaba Hela con varios tipos extraños.
-Muy bien público- dijo el que parecía el presentador haciendo que el publico gritase emocionado -hoy se disputará un combate muy especial-
-¿Qué combate?- dije mirando a Loki.
-Estate atenta querida- dijo poniéndome unas esposas que me mantenían atada a una silla.
-En una esquina nos encontramos con un autentico Dios capaz de luchar por los que más quiere- dijo el presentador -hijo de Odin y señor de los Truenos. Demosle una cálida bienvenida a ¡Thooooooor!-

De pronto una enorme puerta se levantó dejando ver al Dios.

Estaba muy cambiado pues su cabello era corto y no tenía su martillo habitual.
Al verme con ellos, la rabia le consumió porque no podía protegerme.
-Y en la otra esquina una bestia descerebrada- dijo el presentador -con una capacidad de aplastar y una fuerza descomunales. Démosle la bienvenida a ¡Huuuuuuuuulk!-
-¿Qué diablos?- dije extrañada mientras Thor reía.
-¡Nos conocemos!- gritó el Dios -¡Somos amigos del trabajo!-
-Thor recuerda...- dije antes de que Hulk le golpease propulsándole -que a Hulk no le caes del todo bien ¡Auch!-

Cosa de magia (Dr. Extraño y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora