Amigo, amigo. ¡Hey! Me giré aburrido a mi compañero.
¿Qué quieres de mí? Se rió y me dió un empujón.
La chica esa te está comiendo el coco. Me tocó la frente y me aparté de él.
Es Steve. Sonrió y me señaló por detrás de la espalda.
Me giré y fui a por ella, sin despedirme de mi pesado Cupido. Le tapé los ojos y ella se paró.
Creo que ya sé quién eres. Se giró y le dejé de tapar los ojos.
Siempre es el mismo. Sus preciosos ojos me miraron intensamente y me quedé embobado.
¿Qué necesitas? Debo irme a mi casa pronto. Señaló la puerta principal del centro.
Te acompaño. Sonrió y se tapó la cara girando para que no la viese.
Lo que quieras. Le seguí por el pasillo y cogí un paraguas de un chico que lo estaba abriendo.
Necesitarás esto. Se giró y vió el paraguas, de inmediato se rió.
No va a llover. Me quedé con cara de idiota. ¿Entonces para qué llevaban paraguas?
Salimos fuera y le cogí de la mano. Ella se giró y me miró interrogativamente. Me sonrojé y le acerqué a mí.
Debes tener cuidado. Un coche pasó por detrás y nos pitó.
Gracias. Su hilo de voz me hizo sentirme muy mal por mentir sobre mis actos.
Mira, empieza a llover. Miró hacia arriba y vi como unas gotas caían en su rostro.
Pues era verdad que iba a llover. Iba a besarla ahí mismo pero una chica nos separó.
» Hola, ¿podéis compartir paraguas? Por favor, Steve.
Toma. Le di el paraguas y me llevé a Steve.
¿Y nosotros? No creo que seas tan amable de mojarte tú y que no se moje otra persona. ¿Era tu próxima chica? Miró hacia atrás y agachó la cabeza.
No, ella me cae mal. Era verdad, esa chica llevaba tiempo siguiéndome.
¿Qué haremos nosotros? Abrí mi abrigo y le atraje a mí.
¿Así está bien? Ella se quedó callada y yo también.
Las gotas mojaban nuestro pelo y se resbalaban por el cuello, pero estar en el mismo abrigo, nos quitaba todo el frío que podríamos tener.
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Corazones sin Habla [I]
RomanceGeorge y Steve. Dos desconocidos muy parecidos. Estado: Terminada Segunda parte: Corazones sin Remedio