Me taparon los ojos y me quedé quieta, sabiendo quién era.
Creo que ya sé quién eres. Al darme la vuelta, me quitó las manos de los ojos.
Siempre es el mismo. Le miré a los ojos y nos quedamos quietos, hasta que desperté.
¿Qué necesitas? Debo irme a mi casa pronto. Con la mano señalé la salida, pero sin quitar mi vista de él.
Te acompaño. Me giré ladeando la cabeza para que él no viera que me estaba sonrojando.
Lo que quieras. Me siguió por el pasillo y se paró.
Necesitarás esto. Me giré con curiosidad y vi un paraguas. Me reí.
No va a llover. Se quedó callado y con cara de no entender algo.
Al salir del instituto me cogió la mano y le miré alzando una ceja sin saber porqué lo hacía. Se sonrojó y me acercó a él.
Debes tener cuidado. Un coche pasó por detrás mío y me pitó.
Gracias. No podía contener mi emoción junto con la adrenalina de estar cerca de él.
Mira, empieza a llover. Observé como las gotas caían y me mojaban las mejillas.
Pues era verdad que iba a llover. Se acercó a mí más, y por un instante creí que iba a besarme, pero eso era imposible, ¿no?
» Hola, ¿podéis compartir paraguas? Por favor, Steve.
Toma. George le dió el paraguas a la misma chica que días atrás me había dicho que estaba enamorada de él, de repente empezamos a andar él y yo.
¿Y nosotros? No creo que seas tan amable de mojarte tú y que no se moje otra persona. ¿Era tu próxima chica? La miré a la lejanía y sentí como la ira asomaba.
No, ella me cae mal. Creo que a mí, ahora también me caía mal ella.
¿Qué haremos nosotros? Se desabrochó el abrigo y pensé que iba a dármelo, pero me apretujó a él.
¿Así está bien? Era mejor estar de esta forma que sólo tener su abrigo.
Las gotas iban cayendo, pero no me importó mojarme, porque el calor que él me transmitía, me calmaba y me olvidaba de que llovía.
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Corazones sin Habla [I]
RomanceGeorge y Steve. Dos desconocidos muy parecidos. Estado: Terminada Segunda parte: Corazones sin Remedio