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» George y Steve deberían ser la pareja, él chico guapo y la chica fea, es un clásico.

¡Basta, no es fea! Golpeó la mesa y vi que estaba enfadado. Tal vez era porque le emparejaban conmigo, la fea.

» Oh, veo que te gusta de verdad, chicos, ¿no serían perfectos para el papel?

Después de que todos dijeran sí, él se acercó a mí. Antes de que me viese llorando por el dolor que sentía porque él me debía estar odiando, me giré.

¿Estás llorando? No me atreví a verle la cara, me sequé rápidamente y así no vería que estaba mal. Entonces sus brazos me rodearon y noté su aliento sobre mi nuca.

¿Por qué te preocupas tanto por mí? Me temblaba la voz y tiritaba. La última vez que estuve tan cerca de él fue hace unos meses, cuando me arropó con su abrigo bajo la lluvia.

Porque yo te... Te considero mi amiga. ¿Había estado a punto de decirme que me quería? No creo, era imposible.

Gracias, George. Me giré a él. Al verle, me pregunté si algún día me diría esas dos palabras que deseaba oír de su boca.

» Vamos pareja. Tenéis unas frases que aprender.

George empezó a leer los papeles que la chica le tendió, era la misma que estaba enamorada de él desde hace tanto, la que gracias a que pidió un paraguas, pude estar con él a solas. Vi como sonreía y me dió su hoja, al leer la hoja comprendí porque George estaba contento, aunque me sorprendió.

Corazones sin Habla [I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora