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Segundo día de escuela. En resumen, fue una verdadera mierda. Apenas al entrar a la escuela vio al trío de secuaces de D., obviamente Mark más molesto que los otros dos. Jackson tan sólo miraba a Jin Young intimidantemente al igual que el moreno, que se llama BamBam por lo que le contó Yugyeom. El castaño no le tomó verdadera importancia y siguió caminando, pero repentinamente Jackson y BamBam se colocaron frente a él, haciendo una barrera. Sintió un jalón por detrás, Mark le arrebató la mochila y dio una indicación con su mano. Los tres chicos se fueron, sin antes darle un empujón a Park.

— ¡Mi mochila!

JinYoung salió persiguiendo a los matones por el pasillo pero pronto los perdió. Bufó y se fue al salón. Al llegar se sentó en su pupitre, cruzándose de brazos y susurrando miles de insultos.

— ¿JinYoung? ¿Estás bien?

Volteó a ver a YoungJae y rápidamente negó. El menor se sentó frente suyo, esperando a una respuesta. El mayor esperó a que su enojo calmara un poco y le dijo lo que sucedió. Vio la cara de preocupación de YoungJae y eso no indicaba nada bueno.

— Dios, JinYoung. Eso sucede por meterte con ellos. Solo te queda disculparte con ellos.

— ¡¿Disculparme?! ¡Estás loco! No me disculpare con unos tipos que se creen superiores a los demás y tratan a la gente como basura.

— ¡Va más allá de eso! —. YoungJae había perdido la paciencia. — Entiende que ellos no son el problema, sólo siguen órdenes de D.

— ¿Por qué? ¿Qué diablos tiene él de especial?

— Ten cuidado a cómo te refieres a los demás.

Una mochila llena de polvo y tierra, además de marcas de suelas de zapatillas, cayó sobre el pupitre del mencionado. Este alzó la mirada, era Jackson. Apretó su puño, le daban tantas ganas de levantarse y golpearle la cara.

— Y tampoco te creas que porque eres nuevo te puedes rebelar. Si sólo no te calmas, Él lo hará. Estás advertido.

Dicho esto, el rubio fue a sentarse a su lugar. JinYoung rápidamente revisó todo lo que estaba en su mochila. Sus cuadernos estaban abultados, lo más probable es que les hayan dado patadas. Además, le quitaron toda su comida del día, incluso el dinero.

— Hijo de puta.

Durante los recesos se encontraba con el grupo de matones a todas partes que iba. Claramente era una advertencia a que no fuese rebelde otra vez o sino habría consecuencias peores. A la hora del almuerzo, se sentaron bajo el mismo árbol que ayer. JinYoung estaba muerto de hambre, no tenía nada que comer y no podía comprar aunque sea una galleta. Si no fuera por sus compañeros su estómago lo hubiese seguido molestando con sus gruñidos.

Nuevamente el trío maravilla apareció en acción. Al igual que ayer, pasaron de grupo en grupo revisando los almuerzos de todos, llevándose obviamente los mejores. Nuevamente era el turno de ellos. JinYoung tan sólo se quedó observando como los tres hacían de las suyas. Hicieron lo que quisieron y se pudieron haber ido, pero no. Mark levantó a YoungJae, amenazándolo que si mañana no traía una merienda mejor recibiría una golpiza. Lo empujó al suelo, aquello sacó de sus casillas al castaño.

— ¡¿Quién rayos te crees?!

Le dio un fuerte empujón al peli blanco, prácticamente botándolo al suelo. Todos se sorprendieron, nunca antes nadie se había atrevido a tocar a uno de los maleantes de D. Pero Mark no demoró en reaccionar, levantándose de una sola vez para empujar de vuelta al nuevo, haciendo que su cabeza y espalda chocara contra el tronco del árbol.

— ¿De nuevo con tus estúpidos juegos, Park? ¡Ayer te pudiste salvar pero hoy no!

Apenas dicho eso el puño del peli blanco impactó contra una de las mejillas del chico. Jackson y BamBam sujetaron de los brazos a JinYoung, dándole espacio a Mark para que se descargara con el rostro del chico nuevo. Todos los demás estudiantes miraban horrorizados la escena, nadie se movía. YuGyeom y YoungJae eran quienes más lo pasaban mal, puesto a que veían como JinYoung era golpeando sin cesar.

— ¿Ahora te quedas callado? ¡Ja! Era de esperarse, sólo eres un imbécil.

Los tres se fueron, dejando a todos completamente callados. Rápidamente YuGyeom y YoungJae tomaron sus cosas para llevar al castaño a enfermería lo más rápido posible. Gracias al cielo la enfermera no se había ido a almorzar aún. La mujer se sorprendió ante el estado del rostro de JinYoung y rápidamente les pidió a los acompañantes del chico que lo dejaran en la camilla.

— ¿Cómo pasó esto?

— La secta de D.

— Pero ellos no hacen nada si no los provocan...

Las miradas de YuGyeom y YoungJae la hicieron entender. La mujer, con delicadeza, comenzó a limpiar las heridas del rostro de Jin Young, asegurándose luego del estado la nariz y el ojo derecho del chico, además de su mejilla, los principales afectados luego de la golpiza.

— Las hinchazones de tu rostro pasaran en algunos días, pero el moretón en tu ojo demorará un poco más. Fuera de eso estás bien, sólo ten cuidado. Esos chicos son muy peligrosos si se les fastidia demasiado, peor el líder. No quiero tener que trasladarte al hospital.

JinYoung asintió. Luego, los tres se fueron, no sin antes agradecerle a la enfermera por su tiempo. Fueron al salón de clases a esperar el toque de la campana.

— Tienes que prometernos que no harás esa estupidez de nuevo.

— Yugyeom tiene razón. Escuchaste a la enfermera, ellos son muy peligrosos. No son invenciones nuestras.

— No prometo nada, pero trataré de contenerme.

Aquello no dejó muy satisfechos a los dos menores pero decidieron no protestar al respecto. Tocó la campana y todos volvieron a sus salones. El maestro se sorprendió el estado del rostro de JinYoung, pero no le dijo nada por el momento. Cuando tocó la campana de salida lo llamó. YuGyeom le dijo que lo esperarían fuera del salón y salió junto a Youn Jae.

— ¿Qué te pasó en el rostro?

— Bueno, yo...

— ¿Mark, BamBam o Jackson tienen que ver con eso?

— Los tres, pero principalmente Mark.

El profesor suspiró. Le contó su inquietud con respecto a ese grupo de chicos, desde que llegaron han causado problemas. También le dijo que por más quejas que hubiera de ellos el director no les daba ninguna clase de castigo, lo máximo era llamarlos a su oficina. Luego, le advirtió lo mismo que los demás han hecho, que no buscara más pleitos sino las cosas terminarían muy mal. Después de aquella charla se despidieron y el maestro se retiró. JinYoung hizo lo mismo y se fue junto con sus dos compañeros. Obviamente le preguntaron qué había sucedido y respondió simplemente que era por el golpe en el rostro.

Los siguientes días tuvo que aguantar ser molestado por la mañana, tener que entregar su merienda al medio día y empujones a la tarde. A pesar de que le hartaba tener que seguir ese maldito sistema se contuvo, puesto a que no quería ser golpeado por el simple hecho de preocupar a los demás. El día que llegó con el rostro hinchado y el moretón su madre lo interrogó por media, finalmente le mintió dándole la excusa que fue por un juego un tanto brusco.

Tenía más que claro que nunca lo condicionarían a obedecerlos, menos al tan mencionado D., pero sólo quería bajar su perfil. Las cosas no iban a quedar así, iba en contra de sus ideales y valores.

Daddy ; BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora